5º B Primaria

 

EL FARO

 

Elegí el tema del faro con la seguridad de que les encantaría; pues además de ser un monumento característico de Chipiona y servir como fuente de inspiración a pintores, poetas, diseñadores y artistas en general, ha sido siempre un elemento mágico y romántico, lo que ha dado lugar a que los niños y las niñas lo hayan plasmado constantemente en sus trabajos y dibujos.

Para que pudieran reflexionar y escribir sobre el faro desde una perspectiva distinta a la habitual, nos encaramamos a lo más alto y respiramos mar, corrales, playas, color, historia...

TUTOR: Juan Carlos Prieto

 

Los conejitos

Érase una vez una coneja que siempre encendía la luz del faro por las noches, pero la gente creía que se encendía sola. Su casa era el faro, que se encuentra en el centro de Chipiona y desde el que se ve todo Cádiz. La coneja se casó y tuvo muchos conejitos, desde entonces dejó a los humanos que se hicieran cargo del faro. Los hombres lo hicieron más alto, hasta 72 metros desde el mar y le pusieron 344 escalones. Subieron las piedras con andamios y, como los conejos no podían subir, se fueron a vivir felices a sus madrigueras debajo de la tierra.

Laura Caballero

 

El faro se hizo en 1863 y tiene 344 escaleras. Sirve para guiar a los barcos y a los aviones. Va mucha gente a verlo y llevan abrigos, porque arriba hace mucho frío. Cuentan que hay más de 200 faros en España. Siempre que paseo por la playa veo el faro.

Belén Cabrera

 

El faro es muy grande y sirve para ayudar a los barcos y a los aviones. Tardaron en construirlo más de cuatro años. Mis compañeros me han contado que tiene las escaleras de caracol y que desde arriba se veía Sanlúcar, el mar, la parroquia y el santuario. Tiene una luz muy grande que alumbra por las noches, y así los barcos y los aviones saben dónde está Chipiona.

Antonio Jesús Cebrián

 

El faro de mi pueblo está hecho de piedra ostionera extraída de la cantera de Chipiona. Tiene en su interior tres viviendas. Es el más alto de España, el tercero de Europa y el quinto del mundo, con 69 metros sobre el terreno.

Verónica Fernández

 

El faro fue inaugurado en el año 1867 y la primera piedra se puso en el 1863. Fue construido por el ingeniero catalán Jaime Font en la punta del Perro,

Mi abuelo fue farista durante cuarenta años. Él limpiaba los cristales del faro cuando estaban empañados, aunque hiciera mucho calor o mucho frío, incluso lloviendo. Yo creo que subir todos los días esos escalones, de uno en uno, de día y de noche, sería muy cansado. Pienso que en dos o tres días perdería entre tres y cinco kilos.

Alfonso Galán

 

El faro es muy grande, a mi me contaron mis amigos que desde arriba se veía la gente muy chiquitita. Yo algunas veces voy a dar una vuelta por el faro y desde abajo se ve lo alto que es. Alumbra a los barcos cuando es de noche.

Antonio Gallero

 

En lo más alto

El día 3 de noviembre subí al faro con toda la clase, dos monitoras y un joven de la Cruz Roja. Cuando subimos dos plantas nos sentamos y miramos por la ventana, se veían la playa y los corrales. Cuando llegamos arriba vimos la luz del faro y también todo Chipiona. Allí hay muchos pararrayos que absorben los rayos. Nuestro maestro echó unas fotos en el faro con la clase. Nos gustó mucho y nos lo pasamos muy bien.

Iván García

 

Los faros tienen su origen en Grecia, allí construidos como atalayas, y su luz se proyectaba con fuego. Los años hicieron de estas atalayas torres grandes y robustas, no muy gruesas, pero con bastante altura.

El faro de Chipiona fue construido por un arquitecto catalán. Su lámpara utilizaba aceite, hoy utiliza la electricidad. Dentro de algunos años no habrá farista, todo será automático. No solo guía a los barcos, también a los aviones. El día de la visita al faro me cansé de subir tantas escaleras, porque es lo más alto de Chipiona. Mi tío vive cerca del faro.

Williams A. Holmes

 

El niño que vivía en el faro

Un niño vivía en el faro y todas las tardes, cuando llegaba del colegio, empezaba a contar los 344 escalones. Todos los días hacía lo mismo, el faro era su vida. Él era el encargado de vigilar las maquinarias del faro, las entendía mejor que nadie.

Una vez se cayó un trocito de piedra de una de las paredes y se echó a llorar porque creía que se iba a derrumbar, pero la madre le dijo que no pasaría nada.

Cuando pasaron muchos años se puso enfermo y se murió. Dejó una carta escrita en su mesita de noche que ponía: "Los encargados de seguir cuidando el faro son mi hijo y mi mujer". Y el hijo hizo lo mismo que el padre.

Jesús Cristian León

 

El duende que quería subir al faro

Érase una vez un duende que era muy curioso. Le gustaba subir al faro, pero cuando subía un poco, se cansaba y a mitad de las escaleras se bajaba. Además lo que más le gustaba era bajarlas. Hasta que un día se prometió a sí mismo que subiría a lo alto del faro, y lo consiguió con mucho esfuerzo y sudor. Cuando miró para abajo disfrutó del paisaje, se veía una vista preciosa. Le gustó tanto que todos los días iba con su novia. Pasaron los años, crecieron y se casaron y se hicieron una casa al lado del faro. Tuvieron hijos y les contaron las historias que vivieron juntos.

Yuliana Mosquera

 

El faro es un monumento de hace muchos años. Se construyó sobre la Punta del Perro para indicar a la navegación. Su altura es de 69 metros, 72 m sobre el nivel del agua. Tiene 344 escalones. Es muy grande y su luz alcanza muchos kilómetros. Cuando lo ves desde lejos parece que la luz se enciende y se apaga. Sólo tiene una bombilla, lo que pasa es que tiene tres lupas grandes. Su luz también va hacia arriba, por eso es un faro aeromarítimo.

Fernando Pizarro

 

El faro de mi pueblo es una de las cosas más bonitas de Chipiona. Se han llevado muchos años para hacerlo. Mis amigos han ido a visitarlo y me han contado que se veía el mar y todo Chipiona y que debajo del faro viven familias. Desde la azotea de mi casa se ve el faro cómo alumbra. A los barcos les sirve para guiarse y para ir al río Guadalquivir, y también a los aviones para ir a la base de Rota. Si el farista tiene que subir las escaleras todos los días, se le hará un poco pesado.

Alejandro Porras

 

El otro día fuimos al faro y nos explicaron con qué piedras se construyó y con qué máquinas se subieron. Las escaleras están hechas en forma de caracol, por unas ventanas se veían las playas de Chipiona y por otras se veía el pueblo, aquello era muy bonito. Luego llegamos arriba y vimos el río Guadalquivir, aunque no se veía muy bien porque había un poco de niebla. La luz del faro tiene unas lentes para llegar más lejos. Al bajar tuve que ayudar a un amigo porque se había lastimado la rodilla. Al salir nos hicimos una foto y ese día me lo pasé muy bien.

María Porta

 

El fantasma del faro

Había un fantasma que cuidaba el faro. Cada noche encendía la luz del faro y así los barcos no chocan con las rocas del mar. El faro de Chipiona está en un lugar estratégico pues enfrente se encuentra la piedra de Salmedina, que llega hasta Cádiz. A la derecha está el coto de Doñana que lo atraviesa el río Guadalquivir, por donde navegan muchos mercantes. La función del faro es la seguridad para la navegación de noche, por eso el fantasma no se puede quedar dormido.

Alberto Manuel Reyes

 

Hemos subido a lo alto del faro. Desde allí hemos visto el colegio y el barco del arroz. Yo también he visto mi casa, aunque a lo lejos se veía turbio. La luz del faro tiene un conjunto de cristales redondos dando vueltas alrededor. También hemos visto el coto de Doñana.

Juan Pedro Román

 

El ratón feliz

En el faro de Chipiona vivía un ratón que le gustaba mucho mirar el paisaje desde arriba. Dormía en el hueco de un escalón. Por la mañana temprano se levantaba y se iba a la playa a dar una vuelta, luego volvía para comer. Puso una bombilla y una lámpara en su casita de debajo del escalón y arregló los cables. Por la noche se fue a dormir, y cuando se despertó vio que había llegado una ratona. Al poco tiempo, los hombres pusieron en lo alto del faro un pararrayos. Después se casaron en el faro.

José Manuel Romero

 

Veo el faro

Cuando paseo por la playa veo el faro. Es muy alto, hace 138 años que se acabó de construir y su luz alcanza las 80 millas. La escalera tiene forma de caracol. Los marineros que están lejos ven la luz del faro y se orientan. Desde la terraza se ve el río Guadalquivir. Los niños de mi clase subieron al faro, se asomaron a la terraza y no les dio miedo. Yo paseo por la playa y me quedo mirando lo bonito y precioso que es el faro.

María Regla Romero

 

Todo empezó el día 30 de abril de 1863 que fue cuando se puso la primera piedra. Antes de la bombilla, el faro tenía una lámpara que funcionaba con aceite de oliva y después con petróleo. Su luz se dirige en horizontal y en vertical, para ser útil a los barcos y a los aviones.

Juan José de la Rosa

 

El faro está construido con piedra ostionera. Parece que no es tan grande, pero si te digo la verdad, desde arriba se ve todo muy pequeño. Dentro de él, subiendo a la derecha, vemos de vez en cuando una pequeña sala con una o dos sillas y una ventana. Arriba está todo el sistema electrónico, la barandilla está a 1,20 metros más o menos y la bombilla tiene forma rectangular. Cuando me enteré que es el más alto de España y el tercero de Europa, pensé que sería altísimo, pero cuando subí me quedé un poco desilusionado, porque creí que era mucho más grande.

Ángel de la Rosa

 

El faro es muy importante, porque si no existiera, los barcos no sabrían por dónde ir y se chocarían. Cuando hace viento y lo miras fijamente, ves que se mueve; me lo han contado los compañeros que fueron a ver el faro, pues yo no fui porque mi madre no me dejó. Ellos se lo pasaron muy bien, las monitoras les enseñaron muchas cosas y llegaron al colegio a las dos, justo para irse a casa.

Ricardo de la Rosa

 

Un día en el faro

Un jueves, 3 de noviembre, fui con el colegio al faro. Primero nos explicaron cómo eran antes los mecanismos del faro. Después fuimos subiendo y por algunas ventanas se veía el mar y por otras se veía Chipiona. A los 85 escalones nos paramos, después subimos el resto. Había unas escaleras muy empinadas para llegar a la puertecita chica que daba a la terraza. Nos cansamos mucho, pero valió la pena porque vi todo Chipiona y también el coto de Doñana. Todo era muy pequeñito, como si fuera de juguete.

Jessica Tirado

 

Farito bonito

El faro de Chipiona es uno de los mejores faros del mundo, en él destacan las ventanas. Las escaleras son muy bonitas, sobre todo los sillones rojos por si alguien se cansa al subir. El faro de Chipiona se hizo en el siglo diecinueve y avisa a los navegantes de un barco e incluso a los de un avión, etc. Las personas de otros países lo visitan cuando vienen a Chipiona. Hay una luz que está situada en lo alto de la torre, esa luz es de tres mil vatios y llega muy lejos en el océano. Fuera del faro hay una placita con seis bancos y dos o tres palmeras.

Farito bonito,
farito bonito.
Bonito eres tú,
a la mar lunada
echas tu luz.

Christian Tomás

 

El faro es muy grande por dentro, tiene una escalera de caracol y también muchas ventanas. Se construyó hace más de cien años para que los marineros no se perdieran. Si tú subes a lo alto del todo podrás ver Chipiona entera, muy chiquitita, y muchas cosas más como los corrales y la parroquia. Si miras para arriba verás la luz dar vueltas y se enciende por la noche para alumbrar mucho más.

Marinero,
marinerito,
echa cuenta
al farito.

Yolanda Valladares