EL GIRO COPERNICANO <IMG SRC="http://www.juntadeandalucia.es/averroes/centros-tic/14002984/helvia/aula/archivos/repositorio/1000/1006/html/web4/kant/nonflash.gif" width=514 height=108 BORDER=0>
     
         

 

         
 
           
                   
 
 
   

 

Kant explica el cambio que supone su filosofía en la concepción del conocimiento basándose en una analogía con la revolución copernicana.

En astronomía, Copérnico comprendió que no se podía entender el movimiento de los objetos celestes con la tesis según la cual la Tierra está en el centro del Universo y el Sol y los demás objetos celestes giran a su alrededor,supo que para entender el movimiento de los objetos celestes era necesario cambiar la relación poniendo al Sol en el centro y suponiendo que es la Tierra la que gira a su alrededor.

Kant considerará que en filosofía es preciso una revolución semejante a la copernicana. La filosofía anterior a Kant suponía que en la experiencia de conocimiento el sujeto cognoscente es pasivo, que el objeto conocido influye en el sujeto y provoca en él una representación fidedigna de la realidad. Con esta explicación podemos entender, en todo caso, el conocimiento empírico, pero no el conocimiento a priori pues lo extraordinario de este último es que con él podemos saber algo de las cosas antes de experimentarlas, es decir, antes de que puedan influir en nuestra mente.

Kant propone darle la vuelta a la relación y aceptar que en la experiencia cognoscitiva el sujeto cognoscente es activo, que en el acto de conocimiento el sujeto cognoscente modifica la realidad conocida. Según Kant, podemos entender el conocimiento sintético a priori si negamos que nosotros nos sometemos a las cosas, si aceptamos que son más bien las cosas las que se deben someter a nosotros: dado que para conocer un objeto antes ha de someterse a las condiciones de posibilidad de toda experiencia posible, es decir a las condiciones formales -a priori- impuestas por la estructura de nuestras facultades cognoscitivas. De este modo es posible saber a priori alguno de los rasgos que ha de tener cuando esté presente ante nosotros, precisamente los rasgos que dependen de dichas condiciones.

Por ejemplo, a priori no podemos saber nunca si la figura que vamos a ver en la pizarra es un triángulo, ni las características contingentes de dicha figura (como su tamaño, su forma concreta, ...) pero sí podemos saber a priori que si es un triángulo ha de poseer todas las propiedades descritas por la geometría, ya que -según Kant- éstas son una consecuencia de la peculiar estructura de nuestra mente, y a ellas se debe someter todo objeto del cual podamos tener experiencia.

Estas ideas las resume Kant con la siguiente frase: sólo podemos conocer a priori de las cosas aquello que antes hemos puesto en ellas. En resumen, el giro copernicano hace mención al hecho de que sólo podemos comprender el conocimiento a priori si admitimos que sólo conocemos los fenómenos y no las cosas en sí mismas

 

         REVOLUCIÓN COPERNICANA EN FILOSOFÍA

Revolución

            En Astronomía

            En Filosofía

problema a explicar

el movimiento aparente de los astros

el conocimiento a priori

antes de la “revolución”

la Tierra en el centro del Universo y el Sol girando a su  alrededor

el sujeto llega al conocimiento cuando se somete a las cosas;
 el sujeto es pasivo


Objeto  
————›   Sujeto
 

consecuencia

no se puede explicar el movimiento aparente de los astros

no se puede explicar el conocimiento a priori

después de la revolución

el Sol en el centro del Universo y la Tierra girando a su alrededor

el sujeto impone  características a las cosas que se van a experimentar;
el objeto se pliega al sujeto en la experiencia de conocimiento
 

Sujeto   ————›   Objeto
 

consecuencia

se puede explicar el movimiento aparente de los astros

se puede explicar el conocimiento sintético a priori

Taller de conceptos