MELBOURNE, septiembre 2001: Melbourne: "La unidad nos dio la victoria"
 

 

Entrevista al portavoz de la coalición S11

[Las protestas de la Coalición S11 contra la reunión del Foro Económico Mundial en Melbourne han sido un triunfo de la izquierda australiana. En la Coalición participaron las principales fuerzas políticas a la izquierda del Partido Laborista, en especial el Partido Democrático Socialista (DSP) y su organización de juventud Resistance, el movimiento ecologista, especialmente Amigos de la Tierra y el senador verde Brown, y otras organizaciones como International Socialist, Socialist Alternative, Workers' Power, el Partido Socialista (antes Militant), grupos anarquistas y multitud de activistas independientes.

Veinticuatro horas después de la movida, Susan Priece, del semanario Green Left Weekly organizó una primera mesa redonda con cinco de los organizadores de S11, todos ellos miembros del DSP: Jorge Jorquera, portavoz de S11, Jackie Lynch y Rob Miller, coordinadores de S11, y Margarita Windsch y Justine Kamprad, responsables de bloqueos.]

Miller:

Organizar el bloqueo fue muy complejo. Teníamos 15 puntos clave alrededor del Casino, donde se reunía el Foro, en una zona equivalente a dos manzanas. La policía intentó romper los bloqueos en cada uno de ellos, pero en distintos momentos, a lo largo de los tres días que duraron las protestas. La razón de que los organizadores del Foro se vieran obligados a utilizar el río para mover a los participantes en el Foro fue porque conseguimos bloquear completamente el acceso al Casino por carretera el primer día. Yo estaba en la "base de comunicaciones" de los coordinadores. Fue un trabajo enorme. Teníamos una red de vigías en cada uno de los 15 bloqueos. Fue esencial, porque a medida que había más gente yendo de un lado para otro gritando "esto pasa aquí, esto pasa allá", el contar con los vigías para transmitir noticias fidedignas de cada bloqueo permitió tener en todo momento una idea exacta de qué estaba pasando.

La policía iba también continuamente de un lado para otro. Priorizamos reforzar aquellos bloqueos en los que aparecían autobuses de la policía y también con los delegados del Foro. Sin esta red de vigías, la gente hubiera ido de un lado para otro y no hubiéramos podido mantener los 15 puntos de bloqueo.

Lynch:

El primer acuerdo fue juntarse todos el primer día a las 7 de la mañana en el escenario que habíamos levantado delante del Casino y que cuando hubiera suficiente gente, los coordinadores fueran distribuyéndola entre los 15 puntos de bloqueo para cerrar todas las entradas. Fue asombroso lo bien que funcionó.

Windisch:

La idea de establecer un punto central de reunión en el que la gente se pudiera concentrar y a partir del cual se pudiera dirigir a los puntos de bloqueo funcionó bien porque la gente esperaba que la Coalición S11 ofreciera liderazgo e indicara adónde debían ir para ser más útiles. El papel que jugaron el escenario central y la red de vigías fue esencial. El que Sarah y Robs (Roberts, otro de los coordinadores de S11) estuvieran en el escenario manteniendo la "base de comunicaciones", permitió que los vigías pudieran dirigirse a ellos en todo momento, y que ellos pudieran utilizar el escenario y los altavoces para pedir a la gente concentrada allí de reserva que se dirigiera a tal o cual punto de bloqueo. También fue importante que hubiera coordinadores dispuestos a conducir a los voluntarios a los puntos de bloqueo, lanzar consignas y empezar cantos para levantar la moral de la gente.

Lynch:

Habíamos decidido en S11 que hubiera un equipo de coordinadores, del que formábamos parte Rob y yo, y otras tres personas más, además de los responsables de cada uno de los puntos de bloqueo. Fue importante contar con los walkie-talkies, los mapas de la zona y la red de vigías porque ello permitió que durante tres días todos pudiéramos seguir una única estrategia y evitar que la gente se perdiera en el follón. Sin los coordinadores y responsables no hubiéramos podido conectar con los equipos sanitarios y de asesoramiento legal, que fueron también muy importantes durante los tres días.

Jorquera:

Hubo muchos debates internos en la Coalición S11 sobre cómo debíamos organizar la cosa, lo que es normal. S11 fue siempre un acuerdo temporal y pragmático entre las diferentes fuerzas de la izquierda organizada. Pero el debate real sólo afloró cuando empezó la movida, y lo hizo en la calle más que en las reuniones de la coordinadora. Sólo hubo tres grupos que ofrecieran liderazgo y coordinación durante el bloqueo: nosotros (DSP), Amigos de la Tierra, que fueron esenciales, y el Partido Socialista (ex Militant). Muchos de los otros grupos, especialmente los grupos anarquistas y socialistas ultra-izquierdistas, sólo buscaron incitar la espontaneidad. El lunes a mediodía ya se estaban enfrentando a los líderes que habían surgido espontáneamente a lo largo del día y que finalmente acabaron por oponerse a los ultra-izquierdistas.

Miller:

La cuestión esencial que se convirtió en la línea divisoria fue el modelo de organización de los grupos de afinidad. La gente que apoyaba ese modelo creía que había sido la causa del éxito de las movilizaciones en Seattle. Un modelo basado en la espontaneidad, sin organización, que enfatizaba la "autonomía", sin planes coherentes. La alternativa que defendieron los militantes del DSP y Resistance fue un plan de organización global, con un objetivo político y un método consensuado para organizar el bloqueo. La complejidad y el tamaño de las tareas hacía imposible que pudiera funcionar eficazmente el modelo de grupos de afinidad. Muchos de los que defendían el modelo de grupos de afinidad creían que no sólo consistía en una manera distinta de llevar a cabo el bloqueo, sino en hacer lo contrario de lo que estaba haciendo todo el mundo. El bloqueo en Clarendon, por ejemplo, fue en un momento determinado atacado furiosamente por la policía y mucha gente resultó herida. Media hora más tarde, en vez de reforzar los puntos de bloqueo que eran más débiles, uno de los grupos de afinidad echo a andar por la calle Clarendon, parando los tranvías e intentando provocar a la policía. Tuve que acercarme y decirle a aquella gente que qué querían: ¿parar los tranvías o reforzar las filas de quienes hacian frente a las cargas de la policía? Y volvieron de nuevo al bloqueo.

Lynch:

El éxito en estos tres días se lo debemos a que estabamos organizados. Oi la anécdota de un periodista que dijo: "Yo estuve en Seattle y allí podía pasar de un lado para otro. Pero aquí lo tenéis todo cercado".

Jorquera:

La otra parte de este debate sobre tácticas fue las negociaciones en la sede de los sindicatos para que la manifestación sindical por los derechos laborales llegara hasta Crown Towers, donde estaba el bloqueo. En un primer momento iba a quedarse en la parte norte del río. Los sindicatos fueron presionados por el primer ministro de Victoria, el laborista Steve Bracks, para que se distanciaran de S11. Desde el primer momento dimos gran importancia a que S11 llegara a un acuerdo con los sindicatos. El hecho de que estuviéramos tan organizados, que hubiéramos levantado el escenario, que tuviera una cierta capacidad de dirección del bloqueo nos ayudó tremendamente en las negociaciones con el secretario general local de los sindicatos, Leigh Hubbard, así como el apoyo explícito del secretario de la Unión de Obreros Industriales (AMWU) de Victoria, Craig Johnston.

La posición de los sindicatos locales fue finalmente: "apoyamos la protesta, pero no el bloqueo", lo que les causó todo tipo de problemas con los sectores más militantes de sus bases. Pero la manifestación por los derechos laborales tuvo un inmenso impacto en nuestra capacidad de acción durante el segundo día: no sólo ayudó enormemente, sino que levantó la moral después de la actuación brutal de la policía aquella misma mañana. Si los sindicatos no hubieran cruzado el puente y llegado hasta donde estábamos, el segundo día hubiera sido un autentico baño de sangre.

Kamprad:

Con 15 puntos de bloqueo, aislados unos de los otros, el papel de los coordinadores y responsables en la organización del proceso de toma de decisiones democrático fue también muy importante. Cuando los piquetes comenzaron a funcionar de una manera democrática, incluso quienes habían formado grupos de afinidad respetaron las decisiones votadas. Lo que nos distinguió fue la seriedad con la que organizamos los bloqueos.

Lynch:

El puente de Kings Way había estado bajo ataque toda la mañana y fui a relevar al coordinador que estaba allí. Cuando llegué, Angela Luvera, una militante de Resistance de Brisbane dirigía el piquete, un piquete enorme que cerraba seis vías al tráfico y que cantaba y gritaba consignas. Fue uno de los momentos en los que pasé más miedo, porque esperabamos que la policía cargara en cualquier momento. Angela y yo dábamos la espalda a dos filas de policías, mientras todo el mundo nos miraba y miraba lo que hacía la policía mientras gritábamos consignas y cantábamos. Así fueron la mayoría de los piquetes, funcionaron porque estábamos todos unidos, solidarios los unos con los otros.

La gente aguantó en los piquetes horas y horas. Había gente que me decía: "Llevo desde las 7 de la mañana y necesito sentarme un poco". Así que empezamos a coordinar de forma organizada los descansos: la primera fila del piquete se sentó 20 minutos, para levantarse después y dejar que se sentara la segunda fila otro rato.

Kamprad:

Los coordinadores iban de un lado a otro, enseñando a la gente a formar los piquetes, pidiéndoles que se quedaran juntos y que no se dispersaran en pequeños grupos. Mi piquete fue atacado brutalmente el martes por la mañana y varios manifestantes fueron heridos gravemente por la policía. El estar todos juntos ayudó a que la gente superara el miedo y no cundiera el pánico.

Miller:

Cuando al anochecer los piquetes comenzaron a clarear y no llegaban nuevos refuerzos, los coordinadores comenzaron a enviar a los piquetes a grupos de responsables para discutir si querían continuar o levantar el bloqueo y votar lo que iban a hacer en total libertad.

Jorquera:

Quienes aceptaron nuestras orientaciones fueron gentes que tenían alguna experiencia de solidaridad de movimiento obrero, era evidente. Cuando íbamos de un lado a otro y veíamos a la gente que estaba allí desde la mañana, no es que fueran obreros típicos, pero sí tenían alguna experiencia de la solidaridad de clase. Entre ellos estaban el Bloque Verde (Amigos de la Tierra y otros ecologistas), que no cedieron una pulgada, que eran conscientes de lo importante que era que sus piquetes aguantaran el bloqueo y no lo abandonaran para ir a buscar acción a otra parte.

Windisch:

Cuando propusimos a los piquetes el último día organizar una manifestación de victoria, creo que la gente estaba ya esperando la propuesta. "Sí, eso es lo queremos", decían. Creo que fue porque siempre concebimos esta acción como un bloqueo, pero tambien como una protesta. No fuimos capaces de impedir que el Foro se reuniera, pero nuestro principal objetivo fue mostrar nuestra oposición a la tiranía de las multinacionales y crear las condiciones mas difíciles para la reunión del Foro. La mayoría de la gente estaba encantada cuando se le propuso celebrar su victoria con una manifestación.

Lynch:

El éxito del bloqueo dependió mucho de la alianza política que establecimos entre nosotros (DSP), los Amigos de la Tierra y el Bloque Verde, junto con militantes independientes meses antes del 11 de septiembre. Y pesó en la legitimidad de los coordinadores en los tres días de acción.

Miller:

La manifestación reflejo la fuerza de los piquetes en el bloqueo. Tanta gente subiendo por Bourke Street gritando: "¡Esto sí es democracia!".

Lynch:

Mucha gente me dijo que la "manifestación de victoria" fue la manifestación más política y revolucionaria en la que nunca han participado.

Susan Price, Green Left Weekly
Traducción: G. Buster

 




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