Entrevista al portavoz de la coalición
S11
[Las protestas de la Coalición S11 contra
la reunión del Foro Económico Mundial en Melbourne
han sido un triunfo de la izquierda australiana. En la Coalición
participaron las principales fuerzas políticas a la izquierda
del Partido Laborista, en especial el Partido Democrático
Socialista (DSP) y su organización de juventud Resistance,
el movimiento ecologista, especialmente Amigos de la Tierra y
el senador verde Brown, y otras organizaciones como International
Socialist, Socialist Alternative, Workers' Power, el Partido Socialista
(antes Militant), grupos anarquistas y multitud de activistas
independientes.
Veinticuatro horas después de la movida,
Susan Priece, del semanario Green Left Weekly organizó
una primera mesa redonda con cinco de los organizadores de S11,
todos ellos miembros del DSP: Jorge Jorquera, portavoz de S11,
Jackie Lynch y Rob Miller, coordinadores de S11, y Margarita Windsch
y Justine Kamprad, responsables de bloqueos.]
Miller:
Organizar el bloqueo fue muy complejo. Teníamos
15 puntos clave alrededor del Casino, donde se reunía el
Foro, en una zona equivalente a dos manzanas. La policía
intentó romper los bloqueos en cada uno de ellos, pero
en distintos momentos, a lo largo de los tres días que
duraron las protestas. La razón de que los organizadores
del Foro se vieran obligados a utilizar el río para mover
a los participantes en el Foro fue porque conseguimos bloquear
completamente el acceso al Casino por carretera el primer día.
Yo estaba en la "base de comunicaciones" de los coordinadores.
Fue un trabajo enorme. Teníamos una red de vigías
en cada uno de los 15 bloqueos. Fue esencial, porque a medida
que había más gente yendo de un lado para otro gritando
"esto pasa aquí, esto pasa allá", el contar
con los vigías para transmitir noticias fidedignas de cada
bloqueo permitió tener en todo momento una idea exacta
de qué estaba pasando.
La policía iba también continuamente
de un lado para otro. Priorizamos reforzar aquellos bloqueos en
los que aparecían autobuses de la policía y también
con los delegados del Foro. Sin esta red de vigías, la
gente hubiera ido de un lado para otro y no hubiéramos
podido mantener los 15 puntos de bloqueo.
Lynch:
El primer acuerdo fue juntarse todos el primer día
a las 7 de la mañana en el escenario que habíamos
levantado delante del Casino y que cuando hubiera suficiente gente,
los coordinadores fueran distribuyéndola entre los 15 puntos
de bloqueo para cerrar todas las entradas. Fue asombroso lo bien
que funcionó.
Windisch:
La idea de establecer un punto central de reunión
en el que la gente se pudiera concentrar y a partir del cual se
pudiera dirigir a los puntos de bloqueo funcionó bien porque
la gente esperaba que la Coalición S11 ofreciera liderazgo
e indicara adónde debían ir para ser más
útiles. El papel que jugaron el escenario central y la
red de vigías fue esencial. El que Sarah y Robs (Roberts,
otro de los coordinadores de S11) estuvieran en el escenario manteniendo
la "base de comunicaciones", permitió que los
vigías pudieran dirigirse a ellos en todo momento, y que
ellos pudieran utilizar el escenario y los altavoces para pedir
a la gente concentrada allí de reserva que se dirigiera
a tal o cual punto de bloqueo. También fue importante que
hubiera coordinadores dispuestos a conducir a los voluntarios
a los puntos de bloqueo, lanzar consignas y empezar cantos para
levantar la moral de la gente.
Lynch:
Habíamos decidido en S11 que hubiera un equipo
de coordinadores, del que formábamos parte Rob y yo, y
otras tres personas más, además de los responsables
de cada uno de los puntos de bloqueo. Fue importante contar con
los walkie-talkies, los mapas de la zona y la red de vigías
porque ello permitió que durante tres días todos
pudiéramos seguir una única estrategia y evitar
que la gente se perdiera en el follón. Sin los coordinadores
y responsables no hubiéramos podido conectar con los equipos
sanitarios y de asesoramiento legal, que fueron también
muy importantes durante los tres días.
Jorquera:
Hubo muchos debates internos en la Coalición
S11 sobre cómo debíamos organizar la cosa, lo que
es normal. S11 fue siempre un acuerdo temporal y pragmático
entre las diferentes fuerzas de la izquierda organizada. Pero
el debate real sólo afloró cuando empezó
la movida, y lo hizo en la calle más que en las reuniones
de la coordinadora. Sólo hubo tres grupos que ofrecieran
liderazgo y coordinación durante el bloqueo: nosotros (DSP),
Amigos de la Tierra, que fueron esenciales, y el Partido Socialista
(ex Militant). Muchos de los otros grupos, especialmente los grupos
anarquistas y socialistas ultra-izquierdistas, sólo buscaron
incitar la espontaneidad. El lunes a mediodía ya se estaban
enfrentando a los líderes que habían surgido espontáneamente
a lo largo del día y que finalmente acabaron por oponerse
a los ultra-izquierdistas.
Miller:
La cuestión esencial que se convirtió
en la línea divisoria fue el modelo de organización
de los grupos de afinidad. La gente que apoyaba ese modelo creía
que había sido la causa del éxito de las movilizaciones
en Seattle. Un modelo basado en la espontaneidad, sin organización,
que enfatizaba la "autonomía", sin planes coherentes.
La alternativa que defendieron los militantes del DSP y Resistance
fue un plan de organización global, con un objetivo político
y un método consensuado para organizar el bloqueo. La complejidad
y el tamaño de las tareas hacía imposible que pudiera
funcionar eficazmente el modelo de grupos de afinidad. Muchos
de los que defendían el modelo de grupos de afinidad creían
que no sólo consistía en una manera distinta de
llevar a cabo el bloqueo, sino en hacer lo contrario de lo que
estaba haciendo todo el mundo. El bloqueo en Clarendon, por ejemplo,
fue en un momento determinado atacado furiosamente por la policía
y mucha gente resultó herida. Media hora más tarde,
en vez de reforzar los puntos de bloqueo que eran más débiles,
uno de los grupos de afinidad echo a andar por la calle Clarendon,
parando los tranvías e intentando provocar a la policía.
Tuve que acercarme y decirle a aquella gente que qué querían:
¿parar los tranvías o reforzar las filas de quienes
hacian frente a las cargas de la policía? Y volvieron de
nuevo al bloqueo.
Lynch:
El éxito en estos tres días se lo
debemos a que estabamos organizados. Oi la anécdota de
un periodista que dijo: "Yo estuve en Seattle y allí
podía pasar de un lado para otro. Pero aquí lo tenéis
todo cercado".
Jorquera:
La otra parte de este debate sobre tácticas
fue las negociaciones en la sede de los sindicatos para que la
manifestación sindical por los derechos laborales llegara
hasta Crown Towers, donde estaba el bloqueo. En un primer momento
iba a quedarse en la parte norte del río. Los sindicatos
fueron presionados por el primer ministro de Victoria, el laborista
Steve Bracks, para que se distanciaran de S11. Desde el primer
momento dimos gran importancia a que S11 llegara a un acuerdo
con los sindicatos. El hecho de que estuviéramos tan organizados,
que hubiéramos levantado el escenario, que tuviera una
cierta capacidad de dirección del bloqueo nos ayudó
tremendamente en las negociaciones con el secretario general local
de los sindicatos, Leigh Hubbard, así como el apoyo explícito
del secretario de la Unión de Obreros Industriales (AMWU)
de Victoria, Craig Johnston.
La posición de los sindicatos locales fue
finalmente: "apoyamos la protesta, pero no el bloqueo",
lo que les causó todo tipo de problemas con los sectores
más militantes de sus bases. Pero la manifestación
por los derechos laborales tuvo un inmenso impacto en nuestra
capacidad de acción durante el segundo día: no sólo
ayudó enormemente, sino que levantó la moral después
de la actuación brutal de la policía aquella misma
mañana. Si los sindicatos no hubieran cruzado el puente
y llegado hasta donde estábamos, el segundo día
hubiera sido un autentico baño de sangre.
Kamprad:
Con 15 puntos de bloqueo, aislados unos de los otros,
el papel de los coordinadores y responsables en la organización
del proceso de toma de decisiones democrático fue también
muy importante. Cuando los piquetes comenzaron a funcionar de
una manera democrática, incluso quienes habían formado
grupos de afinidad respetaron las decisiones votadas. Lo que nos
distinguió fue la seriedad con la que organizamos los bloqueos.
Lynch:
El puente de Kings Way había estado bajo
ataque toda la mañana y fui a relevar al coordinador que
estaba allí. Cuando llegué, Angela Luvera, una militante
de Resistance de Brisbane dirigía el piquete, un piquete
enorme que cerraba seis vías al tráfico y que cantaba
y gritaba consignas. Fue uno de los momentos en los que pasé
más miedo, porque esperabamos que la policía cargara
en cualquier momento. Angela y yo dábamos la espalda a
dos filas de policías, mientras todo el mundo nos miraba
y miraba lo que hacía la policía mientras gritábamos
consignas y cantábamos. Así fueron la mayoría
de los piquetes, funcionaron porque estábamos todos unidos,
solidarios los unos con los otros.
La gente aguantó en los piquetes horas y
horas. Había gente que me decía: "Llevo desde
las 7 de la mañana y necesito sentarme un poco". Así
que empezamos a coordinar de forma organizada los descansos: la
primera fila del piquete se sentó 20 minutos, para levantarse
después y dejar que se sentara la segunda fila otro rato.
Kamprad:
Los coordinadores iban de un lado a otro, enseñando
a la gente a formar los piquetes, pidiéndoles que se quedaran
juntos y que no se dispersaran en pequeños grupos. Mi piquete
fue atacado brutalmente el martes por la mañana y varios
manifestantes fueron heridos gravemente por la policía.
El estar todos juntos ayudó a que la gente superara el
miedo y no cundiera el pánico.
Miller:
Cuando al anochecer los piquetes comenzaron a clarear
y no llegaban nuevos refuerzos, los coordinadores comenzaron a
enviar a los piquetes a grupos de responsables para discutir si
querían continuar o levantar el bloqueo y votar lo que
iban a hacer en total libertad.
Jorquera:
Quienes aceptaron nuestras orientaciones fueron
gentes que tenían alguna experiencia de solidaridad de
movimiento obrero, era evidente. Cuando íbamos de un lado
a otro y veíamos a la gente que estaba allí desde
la mañana, no es que fueran obreros típicos, pero
sí tenían alguna experiencia de la solidaridad de
clase. Entre ellos estaban el Bloque Verde (Amigos de la Tierra
y otros ecologistas), que no cedieron una pulgada, que eran conscientes
de lo importante que era que sus piquetes aguantaran el bloqueo
y no lo abandonaran para ir a buscar acción a otra parte.
Windisch:
Cuando propusimos a los piquetes el último
día organizar una manifestación de victoria, creo
que la gente estaba ya esperando la propuesta. "Sí,
eso es lo queremos", decían. Creo que fue porque siempre
concebimos esta acción como un bloqueo, pero tambien como
una protesta. No fuimos capaces de impedir que el Foro se reuniera,
pero nuestro principal objetivo fue mostrar nuestra oposición
a la tiranía de las multinacionales y crear las condiciones
mas difíciles para la reunión del Foro. La mayoría
de la gente estaba encantada cuando se le propuso celebrar su
victoria con una manifestación.
Lynch:
El éxito del bloqueo dependió mucho
de la alianza política que establecimos entre nosotros
(DSP), los Amigos de la Tierra y el Bloque Verde, junto con militantes
independientes meses antes del 11 de septiembre. Y pesó
en la legitimidad de los coordinadores en los tres días
de acción.
Miller:
La manifestación reflejo la fuerza de los
piquetes en el bloqueo. Tanta gente subiendo por Bourke Street
gritando: "¡Esto sí es democracia!".
Lynch:
Mucha gente me dijo que la "manifestación
de victoria" fue la manifestación más política
y revolucionaria en la que nunca han participado.
Susan Price, Green Left Weekly
Traducción: G. Buster
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