Parecía que la "Campaña contra
la Europa del Capital y la Guerra" no arrancaba. Después
del gran éxito de Génova el listón se había
situado muy alto y daba la impresión de que al joven movimiento
de resistencia global del estado español le iba a costar
mucho estar a la altura impuesta por las circunstancias. A la
campaña de demonización mediática y de acoso
policial lanzada desde el gobierno del PP- favorecida por el clima
belicista y atentatorio contra las libertades que el gendarme
estadounidense ha impuesto al mundo después de los atentados
del 11-S -se sumaban las dificultades de coordinación y
de entendimiento entre las muy variopintas plataformas y grupos
que constituyen el movimiento de resistencia global en el estado
español. Durante los meses de enero y de febrero la Campaña
prevista para hacer frente a la presidencia española de
la UE se saldó con muchas reuniones y discusiones y con
una diversidad de acciones locales que no pueden tacharse en absoluto
de fracasos pero que en todo caso se encontraban lejos de alcanzar
la magnitud necesaria para hacer frente a la contraofensiva que
el neoliberalismo había lanzado en todos los frentes. Pero
una vez más y haciendo gala de una característica
específica suya, el movimiento de resistencia global ha
sorprendido al orbe entero- y a si mismo -dando el gran campanazo
en Barcelona.
Se impone un primer balance- forzosamente provisional
-de todo aquello que ha sucedido en torno a la Cumbre de Barcelona.
Cuando aún el asfalto de las calles está caliente
por las pisadas de las y los manifestantes, una primera reflexión
nos lleva a las siguientes conclusiones:
1) El movimiento de resistencia global continúa
su ascenso y ello a pesar de la fuerte presión a que se
ha visto sometido, tanto desde el punto de vista mediático
como represivo y policial. Génova fue un gran éxito,
pero fue también la demostración de que los gobiernos
neoliberales- y el imperialismo globalizador en su conjunto -habían
decidido tomarse muy en serio la tarea de cortapisar al máximo
al naciente movimiento contestatario. La estrategia escogida tiene
unos objetivos claros y unos medios también claros. Los
objetivos: aislar al movimiento respecto de la masa social que
en estos momentos se halla aún muy impregnada del pensamiento
único neoliberal, presentándolo ante ésta
como un movimiento de "protestar por protestar", sin
"alternativas reales ni programáticas" y fuertemente
penetrado por elementos "violentos y terroristas"; también
dividir al propio movimiento enfrentando a los diferentes sectores
que lo componen, esperando que de esta manera cada cual "tirara
por su lado". "Divide y vencerás", como
dice la máxima. Los medios: una ofensiva policial y represiva
de gran envergadura- capaz de intimidar a los participantes potenciales
en las protestas y de "demostrar" a las "mentes
bienpensantes" que el movimiento de resistencia global es
algo "muy peligroso" y "delictivo" con lo
que conviene no tener el menor contacto para no ser "contaminado"
-junto con otra gran ofensiva mediática, explicativa y
justificativa de la anterior. Y todo ello sin contemplaciones,
aprovechando de la "mejor manera posible" las "lecciones
históricas" dadas hasta ahora por el autoritarismo
y el fascismo...
2) Que lo anterior haya podido suceder demuestra
bien a las claras los límites del control que los gobiernos
del sistema ejercen sobre la ciudadanía. Un movimiento
relativamente débil en lo referente a estructura organizativa
y medios ha podido hacer frente a la presión combinada
de las "potentes" organizaciones estatales y mediáticas.
Por supuesto esta debilidad organizativa e infraestructural del
movimiento no es ninguna virtud (aunque puede haber quien así
lo crea) y deberá salir de ella si pretende pasar de la
protesta actual a las transformaciones sociales efectivas, pero
que la misma no haya sido obstáculo para "imponerse"
a la presión gubernamental y mediática, nos indica
que el "control del sistema"- tan mitificado- es mucho
más endeble de lo que normalmente se supone.
3) El movimiento de resistencia global es plural-
y debe seguir siéndolo -pero los sectores más anticapitalistas
y antisistema tienen un gran peso en el mismo y juegan un papel
relevante en su dinámica que se debe mantener. Téngase
en cuenta algo muy importante, que la "iniciativa" en
el desarrollo de la Campaña y de las protestas no ha partido
de las organizaciones más "moderadas" o "institucionales"
del movimiento- las cuales "se están subiendo al carro"
de éste a trancas y barrancas - sino de los sectores- massmedia
"dixit" -"radicales y antisistema pero pacíficas".
Eso es así duela a quien duela. Los "desembarcos"
de la socialdemocracia en Porto Alegre o la presencia del "Foro
Social" en Barcelona son significativos e importantes para
el movimiento por lo que suponen de masificación y extensión
de su influencia, pero los que van"delante" son los
que tomaron la iniciativa de convocar la manifestación
(la "Campaña contra la Europa del Capital y la Guerra")
y pudieron concluirla (el bloque del "Foro Social" se
quedó a la cola y sin poder "salir" dada la magnitud
del acto, hecho éste cargado de un gran simbolismo). Es
éste uno de los grandes retos del movimiento en el futuro
inmediato: expandirse y masificarse, pero sin dejarse atrapar
en las redes y trampas de lo institucional y lo establecido. Se
quiere "otro mundo posible", no el "viejo mundo"
un poco "retocado y maquillado" para hacerlo algo más
presentable y soportable.
4) Se ha aguantado bien el "choque" de
la nueva "estrategia" antimovimiento y de la contraofensiva
iniciada en Gotteborg y Génova y ampliada a nivel mundial
después del 11-S. De manera quizás bastante espontaneísta
y descoordinada, pero plantando respuestas elementales de contrainformación
y de organización ante la nueva "estrategia"
de los globalizadores. Y han funcionado. La organización
de la manifestación de Barcelona ha conseguido evitar hechos
como los acaecidos en Gotteborg y Génova, al tiempo que
"visualizaba" muy claramente, para quien aún
tenga ojos, que la mayoría de las personas y colectivos
presentes pretendía algo muy distinto a tener altercados
con la policía o atacar sedes bancarias. La contrainformación
ha sido también eficaz, tanto por los medios propios utilizados
(por ejemplo, en Internet se van multiplicando las páginas
de información alternativa) como por la simpatía
difusa (y a veces concreta) de que entre sectores de periodistas
de los grandes medios de comunicación goza el movimiento.
Esto último hace que haya un "goteo" de artículos
y notas que "rompen" la línea contaminadora oficialmente
dictada. Otro hecho cargado de simbolismo: cuando una periodista
de Tele5 estaba informando en directo de los enfrentamientos que
se produjeron una vez acabada la manifestación, un joven
se le hechó encima del micrófono y gritó
"la polícía está machacando", lo
cual fue visto y oído por toda la audiencia de la cadena.
Inmediatamente se cortó la transmisión y un presentador
algo descompuesto retomó como pudo el hilo del discurso
oficial. Por la fuerza, la realidad se "había metido"
en la programación de Tele5...
5) A pesar de todo lo anterior los globalizadores
continúan "a piñón fijo" con sus
políticas. Botón de muestra los discursos del presidente
Aznar en la Cumbre y las conclusiones y acuerdos de la misma.
Lo único que sí ha cambiado es el "lenguaje"
que empieza a ser de un "edulcorado" verdaderamente
esperpéntico. Sin embargo los políticos neoliberales
de variopinta afiliación partidaria, en el interior de
sus salones protegidos por los cordones policiales, no parecen
muy dispuestos a cambiar de orientación. Se ha de ver el
tiempo el tiempo que la realidad, por la fuerza, tardará
en entrar en los salones...
Como el lector habrá visto, la mayor parte
de lo expuesto tiene una marcada orientación optimista
y positiva. No puede ser de otra manera después del éxito
habido este fin de semana. Tiempo habrá para reflexiones
más "mesuradas" y "ecuánimes",
aunque esperamos que cuando se produzcan no puedan alterar en
lo fundamental lo aquí dicho.
Miguel García
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