La evidencia científica
Olas de calor extraordinarias, inmensos incendios forestales
motivados por la sequía, tormentas rugientes, precipitaciones
torrenciales e inundaciones catastróficas - Una creciente
ola de eventos climáticos extremos está asolando
el planeta. En los primeros 11 meses de 1998, el mundo perdió
casi 90 mil millones de dólares en daños relacionados
con el clima, la mitad más que el récord previo
establecido sólo dos años antes, y más
daño económico en un solo año que en todos
los años de la década de los 80 juntos.1 El año
más destructivo en la historia del tiempo meteorológico,
fue también el año más cálido desde
que se comenzaron a medir temperaturas con termómetros
en 1860, y probablemente el más cálido en 1200
años.
¿El calentamiento global ha terminado por trastornar
por completo el tiempo meteorológico del mundo? Alguna
gente sigue rechazando esta teoría, argumentando que
no hay una evidencia científica real de que el planeta
se esté recalentando y de que los humanos lo estén
causando. ¿Falta de verdad la evidencia científica,
o, como en el caso de la discusión sobre el tabaco y
el cáncer de pulmón, están sus oponentes
disfrazando su ideología y su egoísmo económico
con ciencia caduca?
Estos son aspectos de importancia vital para el bienestar humano
en el nuevo siglo. El recrudecimiento de los extremos del tiempo
meteorológico en los años 90, es verdaderamente
impresionante. Imágenes de tragedias humanas, como el
Huracán Mitch, nos conmueven. Pero detrás del
tiempo meteorológico que bate todos los récordes,
hay tendencias a largo plazo provenientes de datos científicos
que apuntan a un calentamiento global real, y a que son contaminantes
que atrapan el calor causados por actividades humanas su principal
causa.
Si es así, la situación es nefasta. El calentamiento
del planeta que está ocurriendo en la actualidad, no
puede ser invertido. En realidad, los científicos esperan
que el calentamiento mundial continúe durante décadas
o siglos después de que los contaminantes que atrapan
el calor se nivelen.2 ¿Cuántos gases invernadero
más aceptaremos en la atmósfera, considerando
que, si pudiéramos chasquear los dedos y detener las
emisiones ahora mismo, entre un 20 y un 50 por ciento del calentamiento
causado por los seres humanos seguirá ocurriendo?3
Este informe escrito para la comprensión general, resume
las nuevas conclusiones de los científicos, tal como
han sido publicadas en informes científicos y en anuncios
oficiales, que aclaran el tema de si los seres humanos han alterado
los sistemas de tiempo meteorológico globales de nuestro
planeta.
Lo que sabemos con certeza
Dejemos a un lado por un momento el tema del impacto humano
sobre el clima global.
Hay tres hechos científicos sobre los que no cabe duda:
1. Sin la presencia natural de los gases invernadero que atrapan
el calor en la atmósfera, la Tierra sería un planeta
gélido incapaz de sostener la vida tal como la conocemos.
2. Pero los gases invernadero se están acumulando en
la atmósfera más allá de los niveles naturales,
y ciertas actividades humanas, sobre todo la quema de combustibles
fósiles, son la causa.
3. La cantidad de dos de los gases invernadero más importantes
presentes en la atmósfera, dióxido de carbono
y metano, ha aumentado mucho más que en cualquier época
en por lo menos 220.000 años.4
Estos hechos llevan a dos problemas centrales. ¿Cómo
alterará esta notoria acumulación de gases que
atrapan calor al sistema climático de la Tierra con el
pasar del tiempo? Y, la pregunta que presenta este informe es,
¿estamos viendo en la actualidad los primeros efectos
sobre el tiempo y los ecosistemas?
La huella digital de la humanidad sobre el planeta
En 1990, más de 2000 de los principales científicos
climatólogos del mundo, trabajando bajo los auspicios
del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático,
patrocinado por las Naciones Unidas, (PICC), concluyeron que
la superficie de la Tierra se había recalentado en el
siglo pasado. La evidencia no era suficientemente clara, sin
embargo, para concluir que este calentamiento global era causado
por los seres humanos y no de origen natural.
La evidencia de un papel humano, se hizo más fuerte
en los cinco años siguientes, y en 1995 el PICC publicó
su segundo informe sobre la situación científica5,
adoptado por 157 gobiernos nacionales. Concluía que,
"El balance de la evidencia sugiere una discernible influencia
humana sobre el clima global." Es una razón por
la cual la Dr. Jane Lubchenco, ex presidente de la Academia
Estadounidense por el Progreso de la Ciencia, dice, "En
las últimas décadas, los seres humanos se han
convertido en una fuerza de la naturaleza."
El gran adelanto en el consenso científico fue producto
de técnicas científicas mejoradas, especialmente
los estudios "basados en modelos [numéricos]."
Este tipo de investigación busca huellas humanas en el
clima observando las tendencias de las temperaturas por región,
por estación, y a diferentes niveles de la atmósfera.
El modelo, o huella l, del cambio climático causado por
los humanos difiere claramente de un modelo de calentamiento
natural. Por ejemplo, cuando el planeta se calienta naturalmente
por cambios en la intensidad del Sol, toda la atmósfera
se calienta. Pero un aumento en los gases invernadero calentará
la atmósfera inferior, mientras enfría las capas
superiores.
El PICC comparó cuidadosamente las observaciones del
mundo real, con el modelo anticipado de calentamiento global
causado por los humanos. Los científicos hallaron una
concordancia suficientemente cercana como para concluir que
la "probabilidad es muy reducida" de que sea una coincidencia.6
Desde 1995 respetados científicos han anunciado una serie
sorprendente de nuevos resultados que refuerzan dramáticamente
la conclusión del PICC de que los seres humanos estén
probablemente modificando el clima.
Otra evidencia importante se dio a conocer cuando delegados
gubernamentales se reunieron en Ginebra para adoptar oficialmente
el informe de 1995 del PICC. Un estudio basado en modelos fue
publicado por 13 autores, incluyendo varios de los científicos
más respetados en este terreno. Empleando una serie aún
más amplia de observaciones que el PICC, el estudio expuso
argumentos aún más poderosos demostrando que el
calentamiento global debido a la contaminación de efecto
invernadero ya está tomando control del planeta.7 Neville
Nicholls, el autor, convocador y director del informe del PICC
de 1995, dijo que el nuevo estudio "suministra la evidencia
más clara presentada hasta ahora de que los seres humanos
pueden haber afectado el clima global."8 Jerry Mahlman,
director del Laboratorio de Dinámica de Fluidos Geofísicos
de la NOAA [Administración Nacional Oceánica y
Atmosférica del Departamento de Comercio de EE.UU. N.d.T.],
los describió como "lo más cerca (que hayamos
llegado) a un fusil todavía humeante."9
Cálido y calentándose aún más
Ciertamente, algo está calentando el globo. 1998 será
registrado como el año más cálido, hasta
ahora, rompiendo el récord establecido sólo en
1997. Cada uno de los 18 meses hasta octubre de 1998, fue el
más cálido registrado hasta ahora, un hecho tan
poco probable estadísticamente que John Topping, presidente
del Instituto Climatológico, compara las probabilidades
a las de acertar 18 juegos consecutivos perfectos jugando a
los bolos. Cada uno de los últimos 20 años ha
sido más cálido que el promedio global a largo
plazo y, con el récord de 1998, los 10 años más
cálidos del siglo han ocurrido todos desde 1983, siete
de ellos en esta década.10
Las temperaturas han aumentado en 1,25 grados Fahrenheit a
fines del siglo, comparándolas con su comienzo.11 Aunque
este aumento pueda no parecer muy elevado, distribuido por todo
el planeta representa una tremenda cantidad de energía.
También es un pico inmenso en la temperatura. Mientras
las temperaturas varían mucho de sitio a sitio, de día
a día y de hora en hora, la temperatura promedio a través
de toda la superficie del planeta permanece remarcablemente
estable de año en año. Cuando sube sólo
una pequeña fracción de un grado, como lo ha hecho
en muchos años recientes, establece un récord.
Es por eso que la ola de calor medida en 1998 -aproximadamente
todo un grado F por sobre el promedio de 1961 a 1990 - impresiona
y preocupa a los científicos. "Esa cifra es asombrosa,"
dijo el climatólogo Philip Jones de la Universidad de
East Anglia en Inglaterra, uno de los principales centros de
información climatológica del mundo.12
El sorprendente récord de 1998 marca una poderosa tendencia
a largo plazo. "El rápido calentamiento de los últimos
25 años debilita el argumento de los escépticos
sobre el efecto invernadero, que han sostenido que la mayor
parte del calentamiento global ocurrió a principios de
este siglo, cuando los gases invernadero estaban aumentando
más lentamente -en realidad, el calentamiento más
rápido está ocurriendo exactamente cuando se esperaba,"
según el director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales
de la NASA, James E. Hansen.13
A finales de 1998, el científico Thomas Widley del Centro
Nacional de Investigación Atmosférica y dos de
sus colegas, publicaron los resultados de rigurosos ensayos
estadísticos de los últimos 115 años de
datos de temperaturas. Compararon los datos registrados con
modelos del sistema climático hechos por ordenador, para
examinar si un aumento cíclico en la intensidad del sol,
podría haber causado el calentamiento global, en lugar
de los gases invernadero producidos por los seres humanos. Concluyeron
que el clima hubiera debido ser seis veces más sensible
a los cambios solares de lo que se considera realista, para
posibilitar la tendencia de calentamiento. "Estos resultados
suministran otra pieza importante en el rompecabezas de los
cambios climáticos, fortaleciendo aún más
nuestra confianza en que ha habido una discernible influencia
humana en el clima."14
El más cálido en siglos
El uso de termómetros para mediciones en todo el globo
comenzó cerca de 1860. ¿Pero cómo se ubica
el calentamiento de este siglo en un cuadro a más largo
plazo? Un estudio reciente de la Fundación Científica
Nacional (FCN), reconstruye la historia de las temperaturas
durante 600 años, utilizando registros naturales tales
como anillos en los troncos de los árboles, testigos
de hielo y corales. El estudio concluye que 1990, 1995, y 1997
fueron más cálidos que "cualquier otro año
hasta 1400... [con], aproximadamente, un 99,7% de seguridad,"15
Los científicos de la FCN concluyeron que pequeñas
variaciones en las temperaturas en siglos pasados estaban relacionadas
con la brillantez del sol y, en menor grado, con grandes explosiones
volcánicas. Cuando llega a las crecientes temperaturas
en el siglo XX, la correlación entre estos fenómenos
naturales es débil. En cambio, dijeron los científicos,
el calentamiento se corresponde fuertemente con el aumento en
los gases invernadero.
Herman Zimmerman, director de programa de la División
de Ciencias Atmosféricas de la FCN, dice: "El estudio
agrega sólida información a la creciente base
de datos que apunta a un calentamiento de nuestro planeta por
actividades relacionadas con los seres humanos. El balance de
la evidencia confirma ahora firmemente una importante influencia
humana en el sistema climático global. Este es un problema
serio para la gente en todas partes, y debe ser considerado
a todos los niveles de gobierno."16
Un estudio del clima del Hemisferio Norte, se remonta dos veces
más atrás en el tiempo, ha sido reunido por un
equipo dirigido por el jefe de la NOAA, el paleo-climatólogo
Jonathan Overpeck, utilizando una variedad de evidencias naturales
y documentos históricos. Su estudio concluye que el siglo
20 es el más cálido en 12 siglos, y que 1998 es
probablemente el año más cálido en los
últimos 1200.
Significativamente, la investigación de Overpeck muestra
que el "Período Cálido Medieval" que
se extendió hace unos 1000 a 600 años, no fue
un período de calor global como se había pensado
previamente. El calor se limitó a Europa septentrional
y a América del Noreste. "Nuestro estudio del Período
Cálido Medieval apoya la probabilidad de que ningún
fenómeno natural conocido puede explicar el calor récord
del siglo 20," dijo Overpeck. "El calentamiento global
del Siglo Veinte es una realidad y debiera ser tomado en serio."17
Esta conclusión es reforzada por una línea de
evidencia completamente independiente en la que los científicos
consideraron datos de temperaturas recogidos del suelo en 358
sitios en el Este de América del Norte, Europa central,
África meridional y Australia. Los cambios de temperatura
de la superficie de la Tierra migran descendiendo en el suelo,
suministrando una evidencia de tendencias de temperatura a largo
plazo que los científicos recuperan y analizan. La evidencia
del suelo en esos cuatro continentes muestra que las temperaturas
han aumentado cerca de 1,8 grados F en los últimos 500
años - y cerca de 1 grado F de esa diferencia en más
sólo en el siglo 20. La tasa de calentamiento está
"bastante por encima de las tendencias de la temperatura
en los siglos anteriores," según los científicos.18
Los satélites muestran ahora un calentamiento significativo
Uno de los argumentos principales de los escépticos
respecto a que exista un calentamiento global ha sido que, aunque
los instrumentos instalados en la superficie terrestre y aquellos
portados por globos muestran claras tendencias al calentamiento,
los datos de satélites artificiales con una mejor cobertura
global contradicen dichas tendencias, mostrando en su lugar
un ligero enfriamiento entre 1979 y 1995, a unas 5,5 millas
de altitud. Los expertos en satélites, sin embargo, corrigieron
una discrepancia crítica, en 1998. Descubrieron que una
resistencia al avance causada por la atmósfera había
causado que los satélites descendieran a órbitas
más bajas desde que fueran lanzados en 1979, alterando
sus resultados. Después de ser corregidos, los datos
de los satélites muestran en realidad una tendencia al
calentamiento de 0,13 grados F por década, lo que concuerda
con las mediciones realizadas en la superficie.19
"El supuesto enfriamiento de la troposfera derivado de
los satélites era el argumento más fuerte de los
escépticos sobre el efecto invernadero," dijo el
principal autor del estudio, Frank Wents de Remote Sensing Systems
en Santa Rosa, California. "Ahora que comprendemos la corrección
de la declinación de la órbita, hay un consenso
aún más firme de que el calentamiento global es,
de hecho, una realidad.20
Investigando las capas
Los gases invernadero elevan la temperatura en la superficie
y en la atmósfera inferior del planeta atrapando parte
del calor recibido y re-emitido por la Tierra hacia el espacio.
Por contraste, en sus niveles superiores se espera que la atmósfera
se enfríe ya que los gases invernadero demoran el flujo
del calor remitido hacia el exterior.
De nuevo, las observaciones realizadas están reforzando
los pronósticos de calentamiento global. El PICC informó
en 1995 que la estratosfera se enfrió rápidamente
en los 15 años previos, en aproximadamente 1,5 grados
F.21 Más arriba, en la estratosfera superior y en la
mesosfera (18-37 millas más arriba), un nuevo estudio
encontró un "enfriamiento significativo" de
3 grados F por década entre 1962 y 1991.22 Más
aún, los investigadores recientemente descubrieron un
enfriamiento en todas las regiones de la mesosfera y de la termosfera
(30-280 millas más arriba), aún más elevado
que lo predicho por la modelización.23
En el fondo del océano, también existen evidencias
ominosas que sugieren que un exceso de calor puede estar llenando
las profundidades de los océanos, que continuará
calentando la atmósfera durante décadas o siglos
después de que los niveles de gases invernadero se estabilicen.
Mediciones tomadas en 1957, 1981, y 1992, en viajes transatlánticos
a lo largo de la latitud de 24 grados Norte, muestran que "aguas
entre 800 y 2500 metros de profundidad se han calentado coherentemente
durante los últimos 35 años y... (el calentamiento)
es notablemente uniforme en toda la dimensión Este-Oeste
del Atlántico del Norte."24
El planeta se calienta, los glaciares retroceden
En 1992, el PICC ya informaba sobre un retroceso de los glaciares
en las montañas de todo el mundo que "(...) está
entra las más claras y mejores evidencias de un cambio
en el equilibrio energético en la superficie de la Tierra
desde el fin del siglo pasado. Provee suficiente apoyo(...)
para mostrar que no cabe duda de que ha ocurrido un calentamiento
global durante el siglo pasado."25
En 1998, glaciólogos de la Universidad de Colorado en
Boulder, informaron que los glaciares de las montañas
del mundo han perdido en promedio por lo menos 20 metros desde
1961, y que la velocidad a la que se están deshelando
está aumentando. "En el último siglo, ha
habido una disminución significativa en el área
y volumen de los glaciares, especialmente en las latitudes medias
y bajas," dijo el profesor emérito Mark Meier del
departamento de ciencias geológicas. "La desaparición
del hielo de los glaciares es más pronunciada de lo que
habíamos pensado previamente."26
El estudio de la Universidad de Colorado muestra que los glaciares
más pequeños, de latitudes más bajas, parecen
ser los más afectados. El mayor glaciar del Monte Kenia
en África perdió un 92 por ciento de su masa en
el siglo pasado y los glaciares del Monte Kilimanjaro han disminuido
un 73 por ciento en ese período. España tenía
27 glaciares en 1980. Su número ha caído a 13.
El retroceso del hielo de las montañas en las latitudes
tropicales y subtropicales está ocurriendo a "una
velocidad fenomenal," confirman los científicos
del Centro Byrd de Investigación Polar de la Universidad
del Estado de Ohio, presentando "parte de la evidencia
más convincente hasta la fecha sobre el reciente calentamiento
global." Por ejemplo el glaciar Qori Kalis en los Andes
peruanos, retrocedió unos 4 metros por año entre
1963 y 1978. En 1995, el ritmo anual de retroceso fue de unos
33 metros.27 Desde 1970 el nivel de congelación de la
atmósfera de la Tierra ha estado subiendo aproximadamente
5 metros por año.28
Una de los científicos, Ellen Mosley Thompson, informó
en la reunión anual de 1997 de la Asociación de
Geógrafos Estadounidenses, que los cambios de los glaciares
tropicales y subtropicales "están teniendo lugar
en áreas con problemas de agua que ya tienen problemas
para alimentar a su gente, y donde se esperan grandes crecimientos
de la población."29
Los glaciares a latitudes medianas también están
mostrando una reducción significativa. Tanto los Alpes
europeos como las montañas del Cáucaso han perdido
la mitad de su hielo en el siglo pasado. Los glaciares de Nueva
Zelanda han disminuido en un 26 por ciento desde 1890. En la
cadena de montañas Tien Shan en la frontera entre China
y Rusia, un 22 por ciento del volumen de hielo de los miles
de glaciares ha desaparecido en los últimos 40 años.30
"La rapidez del calentamiento no tiene precedentes en
los últimos 600 años y el retroceso de los glaciares
probablemente tampoco, aunque no tengamos cifras para demostrarlo,"
dijo Mark Meier. "Pero estoy convencido de que hay una
influencia humana perceptible en el modelo del cambio climático
que estamos presenciando."31
El mar crece, los bancos de hielo se funden
El calentamiento global lleva al aumento del nivel del océano
de dos maneras: liberando vastas cantidades de agua de los glaciares
que se deshielan en todo el mundo, y porque el agua se expande
al calentarse. Las cifras acerca del nivel del mar registradas
en todo el mundo muestran que el mar se ha elevado entre 10
y 25 centímetros en el siglo pasado, según el
PICC, y "que es probable que gran parte del aumento del
nivel de los mares se haya relacionado con el aumento simultáneo
de la temperatura global."32
Los científicos también predicen que el calentamiento
global será mayor en las regiones polares. Un estudio
del Ártico muestra que las temperaturas en el extremo
Norte han aumentado 2,7 grados F en el siglo XX, mucho más
que en el planeta en su conjunto, a niveles más elevados
que en cualquier otra época, por lo menos en los últimos
400 años. Los efectos están siendo vistos en "el
retroceso generalizado de los glaciares en todo el Ártico
en el siglo pasado," la fusión del permafrost y
del hielo marítimo, y la alteración de los ecosistemas,
según el informe elaborado por un equipo de 18 científicos.33
En el otro extremo del mundo, el calentamiento alrededor de
la Antártica se está manifestando en la disminución
de la cantidad de hielo marítimo - Es el hielo de formación
periódica en el océano abierto cerca del continente.
A mediados del siglo, grandes extensiones de hielo se formaron
alrededor de la Península Antártica en cuatro
de cada cinco inviernos. Desde la década de los 70, éstas
se forman sólo en 1 o 2 inviernos de cada 5.34 Los científicos
del Estudio Antártico de Gran Bretaña han descubierto
otra evidencia. Encontraron que con el aumento de temperaturas
de hasta 4,5 grados F desde 1945, varios de los bancos de hielo
de la Península, gigantescas lenguas de hielo fijadas
al continente todo el año. Pero que se extienden hacia
el mar, han retrocedido dramáticamente.35
Lo que sucede en esta Península es particularmente significativo
- como la parte más septentrional del continente Polar
del Sur, es la más vulnerable a toda tendencia de calentamiento.
Con el calentamiento que está teniendo lugar en la actualidad,
sus bloques de hielo tienden crecientemente a una desintegración
repentina. El banco de hielo Larsen A, después de años
de fundirse lentamente, se escindió súbitamente
durante una tormenta en enero de 1995. "La velocidad de
la escisión final fue sin precedentes, y ocurrió
después de varios de los veranos más cálidos
registrados para esa porción de la Antártica,"
dijo Ted Scambos del Instituto Cooperativo de Investigación
en Ciencias Ecológicas, un instituto conjunto de la NOAA
y de la Universidad de Colorado.
Un trozo de hielo tres veces más grande que la isla
de Manhattan se separó del banco de hielo Larsen B en
febrero de 1998. Dos tercios de Larsen B amenazan ahora con
disolverse. Scambos señala que, "El tamaño
total del banco de hielo Larsen B es más que todo el
hielo perdido previamente por las capas de hielo antártico
en las dos décadas anteriores."36 Un nuevo estudio
de la estabilidad del banco de hielo concluyó que en
lo que respecta a Larsen B, "a menos que la situación
cambie dramáticamente y el retroceso del frente de hielo
cese de inmediato, parece bastante seguro que otro banco de
hielo desaparecerá, tal vez incluso en este siglo."37
El permafrost se disuelve
Alaska, que está casi totalmente cubierta por permafrost
-suelo permanentemente helado-está viendo como carreteras
y otras estructuras humanas se desmoronan al fundirse el permafrost.
Estudios del Sitio de Investigación Ecológica
a Largo Plazo de Bonanza, muestran que la capa de suelo que
se deshiela en cada estación calurosa está penetrando
más profundamente en los últimos años.
El permafrost que queda se está calentando hasta menos
de unas décimas de grado del punto de fusión.38
La fusión del permafrost también causa preocupación
sobre la liberación de gases invernadero que habían
estado atrapados a salvo en suelo permanentemente helado. Mediciones
en Alaska del norte a principios de los años 70 mostraron
que los suelos de la tundra absorbían más CO2
que el que liberaban. Veinte años más tarde, mediciones
en la misma región mostraban que los suelos de la tundra
liberaban más CO2 del que absorbían.39
Este es un aspecto vital: el carbono que contiene el permafrost
de la tundra septentrional corresponde a un tercio de todo el
carbono que flota en la atmósfera, según el biólogo
de la Universidad de Michigan, George W. Kling, que trabaja
en un estudio de la Fundación Nacional para las Ciencias
sobre una extensión de tundra de 8.100 kilómetros
cuadrados en la Ladera Norte de Alaska. "Nuestros últimos
datos muestran que el Ártico ya no es un nicho seguro
para el carbono. En algunos años, la tundra agrega tanto
o más carbono a la atmósfera que el que quita.
Lo que preocupa es lo que pasará en el futuro a medida
que aumente el calentamiento global, y la fusión del
permafrost exponga más de este carbono enterrado a que
sea liberado a la atmósfera."40 La perspectiva alarmante
es que la acumulación de gases que atrapan el calor pudiera
acelerarse aunque las emisiones se estabilizan.
"Intensificación" del ciclo hidrológico
El PICC indica que el calentamiento global "llevará
a una intensificación del ciclo hidrológico global."41
Esto significa que una atmósfera más cálida
causará más evaporación en el globo (más
de 2/3 de la superficie de la Tierra está formada por
océanos.) Más agua y energía en el aire
podría resultar en más torrentes e inundaciones,
mientras que los interiores continentales más secos sufrirían
una intensificación de la evaporación del suelo
en verano, empeorando las sequías.
Más agua en el aire también significaría
un aumento generalizado en la nubosidad del mundo. El cómo
el calentamiento global afectará la nubosidad y cómo
la nubosidad, por su parte, afectará el calentamiento
global, sigue siendo una de las áreas clave de la inseguridad
en la ciencia climatológica. Un estudio de 1997, sin
embargo, señala que existe considerable evidencia de
que los cumulonimbos, nimboestratos y cirros aumentaron significativamente
sobre Australia, Europa y Estados Unidos entre 1951 y 1981.
Los investigadores concluyeron que el aumento en nubes gruesas,
propensas a precipitaciones "se relaciona probablemente"
con el aumento en gases invernadero causado por humanos.42
Si el mundo se está calentando y nublándose más,
las temperaturas nocturnas debieran aumentar más rápido
que las diurnas. Esto es porque la cobertura de nubes conserva
calor después de que el sol se ha puesto. El calor que
normalmente escapa al espacio durante la noche es contenido,
elevando las temperaturas nocturnas. El calentamiento nocturno,
por lo tanto, es un indicador significativo del calentamiento
global.
Las temperaturas nocturnas están, en realidad, aumentando
más de dos veces más rápido que las de
día, según el mayor estudio jamás realizado
de las temperaturas de la superficie. En este estudio, un equipo
de investigadores dirigido por David Easterling del Centro Nacional
de Datos Climáticos de la NOAA, estudió 5400 estaciones
que supervisan un 54 por ciento de la superficie terrestre del
planeta. Entre 1950 y 1993, las temperaturas diurnas aumentaron
a una velocidad de aproximadamente 1,5 grados F por siglo, mientras
que las nocturnas se calentaron a unos 3,2 grados F por siglo.43
Otro estudio reciente estableció que las olas de calor
extremo en verano han aumentado bruscamente en Estados Unidos,
siendo la mayor causa las mayores temperaturas nocturnas. Y
la humedad, aumentando en varios puntos porcentuales por década,
está haciendo una creciente contribución. Los
científicos de la NOAA, Dian Gaffen y Rebecca Ross, utilizaron
el umbral de calor en el que, según estudios anteriores,
aumentan bruscamente las muertes. Los dos científicos
examinaron registros de las temperaturas y la humedad de 113
estaciones meteorológicas estadounidenses y descubrieron
que períodos de tres días o más de semejante
calor asesino aumentaron un 88 por ciento en EE.UU. entre 1949
y 1995. "Los extremos de calor veraniego tienen un mayor
impacto en la salud humana que cualquier otro severo elemento
en Estados Unidos," señalaron.44
Más extremos
En 1996, el Centro Nacional de Datos Climáticos, una
división de la NOAA, publicó datos de una nueva
técnica analítica que mostraba que el tiempo meteorológico
en EE.UU. se ha estado haciendo más extremo.45 Examinaron
registros de los últimos 80 años para identificar
sequías veraniegas, temporales de lluvias torrenciales,
inviernos húmedos y otro tipo de eventos de tiempo violento
que se suponía que aumentarían en un mundo calentado
por el efecto invernadero. Descubrieron que desde el fin de
los años 70 el clima ha estado instalado en un modo invernadero,
con más extremos metereológicos. El análisis
estadístico mostró sólo una probabilidad
de un 5%, en otras palabras, de 20 contra 1, de que el aumento
en extremos metereológicos sea una fluctuación
natural dentro de un clima estable. El investigador del NCDC,
Tom Karl, declaró a New York Times: "Yo diría
que el clima está reaccionando ante los gases invernadero."
Un nuevo estudio46 considera el porcentaje del globo que ha
experimentado severas sequías o lluvias extremas de 1900
a 1995. Los números varían bastante con el paso
del tiempo, pero los investigadores identificaron "un cambio
particular en el carácter" que comenzó alrededor
de 1980. Las sequías se están haciendo más
frecuentes en sectores de Estados Unidos, Europa, África
y Asia, mientras que partes de EE.UU. y de Europa se han hecho
mucho más húmedas.
Particularmente implicado en secar o en anegar una mayor parte
del planeta está El Niño. El calentamiento del
Océano Pacífico cambia el modelo de la corriente
de chorro mientras se retuerce alrededor de la Tierra. Esto
da una nueva forma al flujo de las nubes y de la humedad. Durante
los últimos 20 años El Niño ha ocurrido
más a menudo, y con un récord de intensidad. Un
análisis estadístico de los datos por Kevin Trenberth
y Timothy Hear, veteranos investigadores de El Niño en
el Centro Nacional de Investigación Atmosférica,
concluyeron que las probabilidades de que esto suceda sólo
debido a causas naturales son de 2000 contra una.47 Lo principal
que podemos identificar es el calentamiento global," dice
Trenberth. "Pienso que los El Niño están
siendo cambiados por el calentamiento global."48
Un estudio computerizado de modelos por el Laboratorio de Dinámica
de Fluidos Geofísicos de la NOAA, también suma
peso a esa conclusión. Los científicos determinaron
que es improbable que el calentamiento en el Océano Pacífico
tropical sea únicamente el producto de ciclos naturales.
"En cambio, es probable que una fuerza térmica continua,
tal como el aumento en los gases invernadero en la atmósfera,
haya sido responsable, por lo menos parcialmente del calentamiento
observado."49
Plantas y animales bajo presión
El clima es uno de los factores básicos que determinan
la capacidad de plantas y animales de sobrevivir en emplazamientos
particulares. Los científicos están comenzando
a documentar algunos profundos efectos que el cambiante clima
está causando a las poblaciones de plantas y animales.
Las plantas afectadas en una "inmensa escala espacial"
Un estudio del ciclo anual del carbono de la Tierra puede ser
la primera evidencia de que el cambio del clima está
afectando "el crecimiento de las plantas en una inmensa
escala espacial," dijo Pieter Tans de la NOAA. "Esto
es bastante significativo."
Cada primavera las plantas en el hemisferio septentrional absorben
CO2 de la atmósfera mientras crecen, suficientemente
para causar que los niveles de CO2 desciendan de manera perceptible.
En el invierno, las plantas y suelos en descomposición
liberan CO2 a la atmósfera, de manera que el sube-y-baja
de los niveles de CO2 vuelve a oscilar hacia arriba.
Charles D. Keeling de la Institución Scripps de Oceanografía
y conservador de los registros más importantes del mundo
de los niveles de dióxido de carbono atmosférico,
encontró que desde 1964 el sube-y-baja ha estado oscilando
más desenfrenadamente en cada dirección - un 20
por ciento más sobre Hawai y un 40 por ciento más
sobre el Ártico. Y la primavera está comenzando
antes. La caída anual del nivel de CO2 al comenzar las
plantas su crecimiento primaveral sucede ahora una semana antes
de lo que lo hacía hace 30 años.50
Los datos de Keeling muestran que la Tierra está, en
cierto sentido, respirando más fuerte, como una persona
que se encuentra bajo presión física. "Pienso
que debiéramos concentrarnos en el hecho de que las plantas
están siendo influenciadas por el clima en una forma
que podría no tener precedentes," declaró
Keeling al San Francisco Chronicle.51
Especies de plantas escalan los Alpes recalentados
Especies de plantas están migrando a elevaciones más
altas en los Alpes suizos y austriacos, en los que las temperaturas
han aumentado 1,25 grados F en este siglo. Científicos
de la Universidad de Viena recolectaron datos sobre especies
de plantas vasculares a elevaciones altas en los Alpes medios
y compararon los datos modernos con registros históricos
detallados de comienzos de siglo. Concluyeron que "no hay
duda de que incluso un calentamiento moderado induce procesos
de migración, y que este proceso está ocurriendo...
el calentamiento global ya está teniendo un impacto significativo
sobre la ecología de las plantas."52
Los bosques moribundos de Alaska
En los bosques de la costa meridional central de Alaska, los
veranos frescos y los inviernos fríos normalmente mantienen
al escarabajo de la corteza de la pícea bajo control.
Pero las temperaturas locales han aumentado tres grados F en
este siglo. Y los escarabajos de la corteza de la pícea
están desenfrenados, destruyendo casi todos los árboles
en un área de tres millones de acres. Es una de las muertes
de bosques causadas por insectos más grande en la historia
de América del Norte. En los bosques del sudeste de Alaska,
también se están sufriendo infestaciones de insectos,
y están amenazados de derrumbe por haberse doblado la
cantidad de días con vientos con intensidad de tormenta
desde 1950.53
Cambio del ámbito migratorio para especies completas
Camille Parmesan, científico de la Universidad de California
en Santa Bárbara, examinó el ámbito migratorio
de la mariposa Euphydrias editha y descubrió, "la
indicación más clara hasta la fecha de que el
calentamiento climático global ya está influenciando
la distribución de las especies." La mariposa, que
habita la Costa Oeste de América del Norte, se ha movido
perceptiblemente hacia el norte en respuesta a temperaturas
más elevadas. El estudio de Parmesan fue un gran adelanto
porque fue el primero que consideró toda la zona migratoria
de una especie. Estudios previos, como los de poblaciones de
peces, han documentado movimientos de especies, pero han sido
demasiado localizados para sacar conclusiones para poblaciones
completas.54
Especies devastadas por el calentamiento de las costas
Utilizando registros de temperaturas guardados desde 1916,
científicos de la Institución Scripps de Oceanografía,
detectaron un cambio dramático en 1977 hacia aguas más
cálidas, de bajas sustancias nutritivas a lo largo de
la costa occidental de América del Norte. Este calentamiento
ha continuado hasta el presente. Simultáneamente, poblaciones
de zooplancton, los comedores de plantas microscópicos
que forman la base de la cadena alimenticia marina, bajaron
un 70 por ciento porque las aguas más cálidas
eliminaron el movimiento ascendiente de aguas más frías,
ricas en sustancias nutritivas. El efecto sobre los animales
superiores ha sido catastrófico. Aves marinas oceánicas
en la ensenada de California del Sur han declinado un 90% desde
que los censos comenzaron en 1987. La declinación a largo
plazo en la pesca comercial de peces oceánicos se aceleró
después del cambio en las condiciones del océano.
Tres especies de abulones han virtualmente desaparecido, y la
pesca permisible de especies que eran abundantes antes del cambio
de temperatura ha sido rebajada un 60%. La salud de los bosques
de Kelp, un hábitat vital en los ecosistemas costeros,
ha sido fuertemente afectada: ahora "son sistemáticamente
más pequeños y pauperizados," biológicamente
empobrecidos en otras palabras, según los científicos.55
"Profundos cambios" en la Bahía de Monterrey
A mediados de la década del 90, científicos del
Instituto de Investigación Acuática de la Bahía
de Monterrey volvieron a un trecho de la playa rocosa entre-mareas
que fue estudiada en los años 30. Querían ver
qué había sucedido con las poblaciones de 45 especies
de lapas, percebes, anémonas, quitones y estrellas de
mar. Encontraron un "cambio profundo en la estructura de
las comunidades." En los últimos 60 años
el agua costera había aumentado su temperatura, en promedio
1 grado F, con máximos en verano de hasta 4 grados F.
Ocho de nueve especies que prefieren las aguas más cálidas
del sur, aumentaron en el lugar. Cinco de ocho que prefieren
un hábitat más frío al Norte, declinaron.
En total el hábitat de 32 especies ha sido alterado.56
Conclusión
Una evaluación sobria y desapasionada de la evidencia
resultante de una amplia gama de disciplinas científicas,
lleva a una conclusión convincente: El calentamiento
global está aquí y la humanidad lo está
impulsando.
La realidad del calentamiento global es un peligro claro y
presente para la seguridad global y el bienestar de miles de
millones de personas en todo el planeta. La extinción
acelerada de especies y la obliteración por la subida
del mar de naciones enteras situadas a baja altura, así
como la inmensa disrupción política y económica
de las vidas de casi todas las naciones, es la perspectiva.
La crisis del clima global es una amenaza tan grave como cualquier
amenaza militar que jamás hayamos enfrentado, y debemos
reaccionar de la misma manera. Como hacemos típicamente
cuando nos fuerzan a una batalla militar, debemos movilizar
una inmensa aplicación de recursos contra el calentamiento
global -dinero, tecnología y energía humana-y
desplegarlos estratégicamente para obtener el máximo
efecto. Sólo a través de una transición
rápida de los combustibles fósiles a fuentes de
energía limpia, y de la preservación y restauración
de los bosques del globo, podemos detener la acumulación
de gases invernadero que nos pone a todos en peligro.
Escribiendo recientemente en la apreciada revista científica
Nature57, 11 científicos examinaron la velocidad a la
que hay que disponer de fuentes de energías libres de
carbono, para estabilizar la atmósfera en el siglo 21
a diversas concentraciones de dióxido de carbono (CO2).
Para que haya estabilización, señalan, los combustibles
fósiles deben ser reducidos, al mismo tiempo que la energía
mundial se expande rápidamente al crecer las economías
ricas y al industrializar los países en desarrollo. Se
estima que la utilización total de energía primaria
doblará de unos 10 teravatios (TW) en 1990 a 20 TW cerca
de 2020.
Estabilizar el nivel de CO2 en la atmósfera a los niveles
actuales o menos, parece un objetivo prudente, considerando
que los daños económicos del calentamiento global
ya parecen bastante serios, y que el calor seguirá aumentando
después de que los niveles de contaminación por
el efecto invernadero se asienten. Para hacerlo, los científicos
estiman que necesitaremos suministrar cerca de la mitad de nuestra
energía utilizando fuentes libres de carbono dentro de
20 años, el equivalente de todo el uso mundial de energía
en 1990, y virtualmente todo el uso de 30 TW de energía
esperado para el año 2050.
"Este pasado siglo," escriben los científicos,
"el desarrollo acelerado de la tecnología de la
investigación de tiempos de guerra y de la posguerra,
produjeron la aviación comercial, el radar, los chips
de ordenador, el láser e Internet, entre otras cosas.
La investigación, el desarrollo y la comercialización
de tecnologías de energía primaria libres de carbono,
capaces de suministrar de 10 a 30 teravatios para mediados del
siglo 21 debieran requerir esfuerzos, tal vez internacionales,
realizados con la urgencia del Proyecto Manhattan, o del programa
espacial Apolo... el efecto potencialmente adverso de la humanidad
sobre el clima de la Tierra, podría estimular nuevas
industrias en el siglo XXI, como lo hicieron la Segunda Guerra
Mundial y la "guerra fría" en este siglo."
Toda la gente se beneficiaría si ponemos nuestras sociedades
y economías sobre una base ecológicamente sana.
Todos perderán si no los hacemos. Tal vez el mayor desafío
en la historia de la civilización, la crisis del clima
global, nos llama a la acción - decisivamente y sin demora.
Los autores desean agradecer a Tony Haske por su invaluable
ayuda en la investigación y a los científicos
que revisaron la exactitud este trabajo, especialmente al Dr.
Richard Gammon, científico especializado en el estudio
de la atmósfera en la Universidad de Washington, al Dr.
Jim Kerstetter, Científico Jefe en el Programa Energético
de la Universidad del Estado de Washington y al Dr. David Lashof,
científico adjunto en el Consejo de Defensa de los Recursos
Naturales.
13 de agosto del 2001
Patrick Mazza, y Rhys Roth, ZNet
Notas
1 "Record Year for Weather-Related Disasters," Worldwatch
Institute, Vital Signs Brief 98- 5 by Janet N. Abramovitz and
Seth Dunn, November 27 1998.
2 Climate Change 1995 -The Science of Climate Change, Contribution
of Working Group I to the Second Assessment Report of the Intergovernmental
Panel on Climate Change. Cambridge University Press, p325.
3 IPCC First Assessment Report: Overview and Policymaker Summary,
Intergovernmental Panel on Climate Change, August 1990, p30.
4 Nature, v364, July 29 1993. p.407-11.
5 Climate Change 1995 -The Science of Climate Change, Contribution
of Working Group I to the Second Assessment Report of the Intergovernmental
Panel on Climate Change. Cambridge University Press.
6 Climate Change 1995 - The Science of Climate Change, p37.
7 Nature, v382, July 4 1996, p39-46.
8 Nature, v382, July 4 1996, p27.
9 Science, v273, July 5 1996, p34.
10 "1998 Global Surface Temperature - Highest by a Wide
Margin According to WMO Annual Statement on the Global Climate,"
December 17, 1998, World Meteorological Organization webpage
(http://www.wmo.ch/index.html). See also National Climatic Data
Center, "Climate of 1998 through October ... Past 18 Months
have either tied or broken that month's previous record"
(http://www.ncdc.noaa.gov/ol/climate/research/1998/oct/oct98.html#months).
11 "1998 Global Surface Temperature - Highest by a Wide
Margin According to WMO Annual Statement on the Global Climate,"
World Meteorological Organization.
12 "Earth Temperature in 1998 Is Reported at Record High,"
New York Times, Dec. 18 1998.
13 "Global Temperature Trends: 1998 Global Surface Temperature
Smashes Record." NASA Goddard Institute for Space Studies
website (http://www.giss.nasa.gov/research/observe/surftemp).
14 Science, v282, November 27, 1998, p1676-9; and "New
Analysis of Global Temperature: Year-to-Year Correlations Reveal
Human Fingerprint," National Center for Atmospheric Research
release, November 26 1998.
15 Nature, v392, April 23 1998, p779-87.
16 "Scientists Find Further Global Warming Evidence in
Temperature Reconstruction Study," National Science Foundation
Press Release 98-22, April 22 1998.
17 "20th Century Global Warming Unprecedented, NOAA Scientist
Reports," National Oceanic and Atmospheric Administration
press release, December 7 1998; based on findings presented
by Jonathan Overpeck at the fall meeting of the American Geophysical
Union.
18 Science, v282, October 9 1998, p279-81.
19 Nature, v394, August 13 1998, p661-4.
20 New find points to global warming, UPI, Aug. 12 1998
21 Climate Change 1995 -The Science of Climate Change, p29.
22 Geophysical Research Letters, v25, No.17, September 1 1998,
p3371-4.
23 Journal of Geophysical Research, v103, No.A9, September 1
1998, p20775-87.
24 Nature, v 369, May 9 1994, p48-51.
25 Climate Change 1992: The Supplementary Report to the IPCC
Scientific Assessment, Report Prepared for the IPCC by Working
Group I, Cambridge University Press, p158.
26 "World's Glaciers Continue to Shrink, According to New
CU-Boulder Study," University of Colorado, May 26, 1998.
27 Photogrammetric Engineering and Remote Sensing, v56, No.
6, 1993, p1017- 22.
28 Nature, v383, 1996, p152-5.
29 Ellen Mosely Thompson, et al., "Glaciological evidence
of recent environmental changes," presented at annual meeting
of the Association of American Geographers, Fort Worth, Texas.
April 3, 1997.
30 "World's Glaciers Continue to Shrink, According to New
CU-Boulder Study," University of Colorado, May 26, 1998.
31 "World's Glaciers Continue to Shrink, According to New
CU-Boulder Study," University of Colorado, May 26, 1998.
32 Climate Change 1995 -The Science of Climate Change, p29-30.
33 Science, v278, November 14 1997, p1251-6.
34 Nature, v387, June 26 1997, p897-900.
35 Nature, v379, January 25 1996, p328-30.
36 Large Antarctic ice shelf disintegrating, Environmental News
Network, April 17, 1998.
37 Nature, v391, February 19 1998, p778-80.
38 Glenn Juday, "Observed Climate Change in Alaska: The
Early Consequences of Global Warming," US Global Change
Research Program Seminar Series, Dec 8 1997.
39Nature, v361, Feb 11 1993, p520-3.
40 George W. Kling, Carbon Balance in Arctic Regions: The Role
of Lakes and Streams, American Geophysical Union, December 18,
1996 national meeting, pF257.
41 Climate Change 1995 - Impacts, Adaptations and Mitigation
of Climate Change: Scientific-Technical Analyses, Contribution
of Working Group II to the Second Assessment Report of the Intergovernmental
Panel on Climate Change. Cambridge University Press, 1996, p8
42 Nature, v386, April 17 1997, p665-6.
43 Science, v277, July 18 1997, p364-7.
44 Nature, v396, Dec. 10, 1998, p629-30.
45 Bulletin of the American Meteorological Society, v77, February
19 1996, p279- 92.
46 Geophysical Research Letters, v25, no17, September 1 1998,
p3367-70.
47 Geophysical Research Letters, v23, no1, Jan 1 1996, p57-60.
48 Patrick Mazza, El Niño's Growing Ferocity: Ocean in
the Greenhouse?, Atmosphere Alliance Special Report, December
1997.
49 Journal of Climate, v11, September 1998, p2273-94.
50 Nature, v383, July 11 1996, p146-9.
51 Spring Blooms Earlier, Lasts Longer, San Francisco Chronicle,
July 11 1996.
52 Nature, v369, June 9 1994, p448.
53 Glenn Juday, "Observed Climate Change in Alaska: The
Early Consequences of Global Warming," US Global Change
Research Program Seminar Series, Dec 8 1997.
54 Nature, v382, August 28 1996, p765-6.
55 Science, v281, July 10 1998, p210-17.
56 Science, February 3 1995, p672-4.
57 Nature, v395, October 29, 1998, p881-4.
Título original: Global warming is here (The scientific
evidence)
Autores: Patrick Mazza y Rhys Roth
Link: http://climatesolutions.org/global_warming_is_here/exsum.html
Traductor: Germán Leyens
Revisado por: Manuel Valdés