eL aborto

El aborto inducido (del latín abortus o aborsus, de aborior, ‘contrario a orior’, ‘contrario a nacer’), también llamado interrupción voluntaria del embarazo[1] –o IVE– consiste en provocar la finalización prematura del desarrollo vital del embrión o feto
para su posterior eliminación –con o sin asistencia médica, y en
cualquier circunstancia social o legal–, que se realiza antes de que la
gestación haya alcanzado las 20 semanas Posteriormente, la interrupción se denomina parto pretérmino. Es distinto, por tanto, del «aborto espontáneo», que se refiere al hecho que se presenta de manera natural y sin que medie voluntad de eliminar al nasciturus (‘el que ha de nacer’) por parte de la madre o por parte del médico que atiende el trabajo de parto.


A través de la historia, el aborto inducido ha sido frecuente materia de controversia por sus implicaciones éticas, morales y sociales.
Ha sido prohibido o limitado en diversas sociedades y permitido en
otras, aunque los abortos continúan siendo comunes incluso donde la
presión social o la ley se oponen a ellos.

Aspectos generales 


Se estima que en el mundo se realizan entre 42 y 46 millones de
abortos anuales (entre el 20 y el 22% de los 210 millones de embarazos
que se producen en el mundo al año) lo que representa, para quienes consideran al embrión como vida humana, la principal causa de mortandad en la especie. De entre los 42 y 46 millones de abortos practicados anualmente, al menos 19 millones se consideran abortos inseguros, es decir, abortos en los que la vida de la mujer está en peligro. En América Latina y en el Caribe,
en 2000, se realizaron 29 abortos inseguros por cada mil mujeres de
entre 15 y 44 años de edad, más del doble del promedio mundial de 14
abortos por cada mil mujeres y 32 abortos por cada 1000 nacimientos.
Se estima que el aborto inseguro constituye la tercera entre las causas
directas (13%), después de las hemorragias (25%) y las infecciones
(15%) de las 536.000 muertes maternas que se producen cada año en el
mundo,aunque en América Latina la fracción de muertes maternas debidas al aborto inseguro alcanza el 17%.
En América Latina y en el Caribe, de los 18 millones de embarazos que
se producen cada año, 52 por ciento no son planeados y el 21 por ciento
de ellos terminan en un aborto.






Imagen de un embrión extraído durante un aborto practicado como
consecuencia de una operación de extirpación de útero, a una mujer
embarazada de unas 10 semanas, y enferma de cáncer de cérvix.



Procedimientos para la inducción del aborto 


El aborto puede ser inducido de muchas maneras, y la elección depende del tiempo de desarrollo del embrión o feto,
de la salud de la madre, del contexto socioeconómico en el que se tome
la decisión y se realice el acto, especialmente el acceso a los
servicios médicos, y de los límites puestos por la legislación, entre
muchos otros factores.


Procedimientos bajo control sanitario 


Aborto químico


Consiste en la interrupción del desarrollo del embrión y en su
eliminación por el canal del parto, todo ello inducido por lo que suele
ser una combinación de fármacos. Sólo es factible en las primeras
semanas del embarazo y representa el 10 por ciento de los abortos
realizados en los Estados Unidos y en Europa.


Este tipo de procedimiento suele ser el preferido cuando es posible, porque no requiere anestesia ni tampoco una intervención quirúrgica (el uso de instrumentos), siendo los mayores inconvenientes el sangrado y que la mujer puede observar el proceso y el embrión expulsado, lo que es psicológicamente doloroso para aquellas mujeres que dudan de la moralidad o de la conveniencia del acto.


El procedimiento ve reducida su efectividad después de la séptima
semana de desarrollo. A pesar de su relativa sencillez, el proceso
requiere una vigilancia médica continuada para asegurar el éxito, para
prevenir posibles complicaciones, y también a menudo porque la evacuación es incompleta y requiere la intervención final de un médico. Los regímenes más comunes son:


  • Metotrexato más misoprostol.
    El metotrexato se administra con una inyección y afecta a las células
    en proliferación del embrión, provocando la interrupción de su
    desarrollo. Unos días después, la administración de misoprostol, un
    análogo semisintético de la PGE1 prostaglandina que estimula la contracción del útero,
    provoca la expulsión de sus restos. El procedimiento está
    contraindicado en distintas condiciones médicas, como por ejemplo la insuficiencia renal.

  • Mifepristona con o sin misoprostol. La mifepristona (RU-486) es antagonista de la progesterona, hormona necesaria para la continuidad de la gestación, y puede administrarse hasta 49 días después de la última regla (véase menstruación). Si, tras su uso, no se produce la expulsión del producto, ésta se estimula con misoprostol, que cumple la misma función que en el protocolo anterior. Igualmente presenta contraindicaciones diversas, por ejemplo con el uso previo continuado de terapias basadas en esteroides.

  • Misoprostol solo. Raramente usado, requiere una dosificación
    muy precisa y una vigilancia médica especialmente intensiva por riesgo
    de hemorragia grave o rotura uterina, cuando se emplea en la
    interrupción de la gestación a partir de la semana 12 hasta la 20.

Aborto quirúrgico [editar]






Aborto por aspiración, a las ocho semanas de la gestación (seis después de la fertilización).

1: Saco amniótico

2: Embrión

3: Útero

4: Espéculo

5: Jeringa manual

6: Conexión a bomba de aspiración.



Se denomina aborto quirúrgico al conjunto de técnicas quirúrgicas que tienen el fin de provocar el aborto, es decir, terminar voluntariamente el proceso gestacional.


El método quirúrgico más empleado antes de las 7 semanas de embarazo es el aborto por aspiración. Consiste en la remoción del feto o del embrión a través de succión, usando una jeringa manual o una bomba eléctrica de aspiración. La aspiración manual se denomina también minisucción o extracción menstrual. Se aplica sólo durante las primeras semanas y no requiere dilatación cervical (véase también cérvix o cuello uterino). Para estas primeras semanas, se habla de interrupción del embarazo, más que de aborto, aunque en realidad ambos términos son sinónimos. Los antiabortistas dicen que eso es una denominación eufemística.
A partir de la semana decimoquinta y hasta la vigesimosexta, se
requiere dilatación cervical y manipulación quirúrgica, además de succión. Este método fue demostrado en detalle en una ecografía en el documental intitulado The Silent Scream (El grito silencioso),
producido por el doctor Bernard N. Nathanson, quien durante la década
de los 70 fue el propietario de una de las clínicas más grandes de
aborto en los EEUU.


El método de dilatación y raspado (véase legrado)
es un método general que se emplea también durante el examen médico
para tomar muestras o para la detección de ciertos tipos de cáncer. Se
conoce también con el nombre de nacimiento parcial, y suele hacerse entre la sexta y la decimocuarta semanas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que este método no se use salvo cuando la aspiración manual no es factible, y de hecho su uso es poco frecuente. El legrado sirve para limpiar las paredes del útero con una cureta.


En estados avanzados de la gestación,
si se ha de practicar un aborto por razones terapéuticas, se usan otros
procedimientos adecuados para el mayor estado de desarrollo del feto.
Se puede inducir el parto prematuro usando prostaglandinas, a la vez que se inyecta suero salino o urea en el líquido amniótico,
que causa quemaduras fatales en el feto. En los casos más avanzados se
usan técnicas excepcionales, como la llamada "de dilatación y extracción intacta"
o "aborto por nacimiento parcial", que requiere dos o tres días de
preparación, para asegurar la dilatación cervical necesaria, y los
fármacos que induzcan el parto. El médico manipulará al feto, para
hacer salir primero sus piernas, hasta dejar adentro sólo la cabeza, si
así es necesario. Por último, se vacía el encéfalo
por succión después de practicar una incisión en la base del cráneo.
Esta técnica, que es polémica, se aplica en menos de la sexta parte de
los abortos tardíos practicados en los Estados Unidos (por supuesto,
estamos hablando aquí de un feto, que es una etapa mucho más avanzada
del desarrollo del producto, y no de un embrión, que representa
únicamente los primeros tres meses de desarrollo), y fue prohibida por
la administración Bush, pero fue apoyada por Tony Blair en el Reino Unido.






Frecuencia de las diferentes técnicas de aborto ciúrgico según la edad gestacional:
"Práctica de los procedimientos de aborto inducido: 1er trimestre (0-12
semanas del desarrollo embrionario): MVA, Mifepristone, EVA y
dilatación y legrado; 2o. trimestre (12-28 semanas): dilatación y
evacuación, interrupción inducida del embarazo, histerotomía, aborto
espontáneo inducido; 3er. trimestre (28-40 semanas)".



La elección de una u otra técnicas depende de cuán avanzado esté el embarazo y si el dilatación cervical resulta o no necesaria.


Desde la decimoquinta semana hasta la vigésimo sexta semana de embarazo, se usa el método de dilatación y evacuación (D & E), que consiste en la apertura del cuello uterino, vaciándolo mediante el uso de instrumentos quirúrgicos y succión.


Es necesario usar otras técnicas para inducir el aborto a partir del tercer trimestre. El parto prematuro puede ser provocado por la prostaglandina, que puede aplicarse junto con una inyección de líquido amniótico con soluciones causticas (salinas) o urea.


Después de la 16ª semana de gestación, el aborto puede ser provocado
por la compresión craneal intra-uterina, que requiere la descompresión
de la cabeza del feto antes de su evacuación. El aborto por histerotomia es un procedimiento parecido a la cesárea, y se practica bajo anestesia general, por ser considerado una cirugía abdominal de importancia.


Cuando el feto está en una edad gestacional avanzada, de seis a nueve meses, algunos países aplican el método de aborto por nacimiento parcial, procedimiento que ha provocado varias controversias legales.


De las 20 hasta las 23 semanas de embarazo, será necesaria una inyección para detener el corazón del feto.Por supuesto, las técnicas tardías ponen en mucho mayor riesgo la salud de la madre.


Posibles consecuencias médicas adversas


El aborto, además de terminar con el embarazo, y la existencia del
embrión o feto –según el caso–, no es una intervención exenta de
riesgos para la madre. Sin embargo, los riesgos son menores que los de
un parto normal. Los riesgos de métodos abortivos, como todos los procedimientos
mínimamente invasivos, tienen un riesgo mínimo de complicaciones serias. Este riesgo puede aumentar dependiendo cuán avanzado este el embarazo.



Riesgos físicos 


  • El aborto por succión, legrado, o aspiración, puede causar : infección, trauma de cérvix, peritonitis, endometritis, laceración o
    perforación del útero, hemorragia, trauma renal, inflamación de la
    pelvis, embolismo, trombosis, esterilidad, etcétera.
  • El aborto por dilatación y curetaje presenta los mismos riesgos que
    el método anterior, además de perforación uterina, hemorragia,
    infección del tracto genital, laceración intestinal, absceso pélvico y
    tromboembolismo.
  • El aborto por dilatación y evacuación tiene los riesgos descritos
    para todos los sistemas anteriores, además de infección pélvica, renal,
    de la cérvix e infección peritoneal. Además, puede provocar que la
    mujer tenga futuros embarazos ectópicos, o bebés con peso por debajo del normal, o incluso nacidos muertos, o con serias malformaciones .
  • Un aborto por inyección salina tiene por posibles consecuencias, la
    ruptura del útero, embolismo pulmonar o coágulos intravasculares
  • El aborto mediante la suministración de prostaglandinas puede provocarla ruptura del útero, sepsis, hemorragias, paro cardíaco, vómito y aspiración de éste, embolia cerebral y fallo renal agudo.
  • El aborto mediante la erróneamente nombrada extracción menstrual,
    que se practica sólo en las primeras siete semanas del embarazo, es un
    método que no discrimina entre que la paciente esté embarazada o no,
    actuando en ambos casos. Además, puede realizarse sólo una aspiración incompleta, que conllevará una posterior infección.
  • El aborto mediante la suministración de mifeprex o mifepristona
    (RU-486) puede conllevar una grave infección bacteriológica, sepsis
    sanguínea y sangrado prolongado y abundante, lo que podría requerir una
    cirugía y posterior muerte de la madre.

    A su vez, el fármaco que se utiliza junto con la RU-486: misoprostol (Cytotec), puede causar sangrado excesivo, pérdidas de sangre, calambres, etcétera.

    En ocasiones, los bebés han sobrevivido a la ingesta, por parte de la
    madre, de estos fármacos; en estos casos, casi siempre han nacido con
    anormalidades físicas y mentales.
  • El aborto por nacimiento parcial conlleva serios riesgos de ruptura
    o perforación del útero, lo que podría causar una hemorragia y terminar
    en una histerectomía –extracción del útero–.
  • La píldora del día después, –o anticonceptivo de emergencia–, debido al LNG (Levonorgestrel)
    que contiene conlleva alteraciones patológicas vasculares: hemorragias,
    microhemorragias, spotting, etcétera. Diversos estudios, afirman
    también que este fármaco induce cambios funcionales en los vasos
    sanguíneos.

Además se han descrito otras consecuencias:


  • Daños causados a las trompas de falopio si se presenta una infección.
  • Partos complicados y aumento del número de abortos espontáneos .
  • Aumento de la tasa de nacimientos por cesárea, y partos prematuros –anteriores a las 32 semanas de gestación–.
  • Placenta previa, la cual hace necesaria una cesárea para salvar la vida de la madre y su hijo.
  • Isoinmunización –inmunización contra la sangre de otra persona– en pacientes RH negativo.
  • También se ha descrito aparición de cáncer de mama, en mujeres que abortaron de su primer bebé en el primer trimestre de embarazo. Sin embargo, otros estudios no encuentran diferencias significativas entre mujeres que han abortado y mujeres que no Melbye e investigadores realizaron un estudio que incluía a 1 millón y
    medio de mujeres danesas sin encontrar diferencias en el riesgo de
    contraer cáncer de mama.

Riesgos psicológicos 


Para la mayoría de las mujeres, la decisión de tener un aborto es difícil. El Royal College of Psychiatrists, la principal organización profesional de psiquiatras del Reino Unido,
afirma que el asunto de la relación entre aborto provocado y los
efectos sobre la salud mental de la madre no está del todo resuelto.
Existen algunos estudios que no encuentran consecuencias negativas, y
otros que sí. Por tanto, como el aborto voluntario quizás podría suponer un riesgo para la salud mental de las mujeres, recomienda que se asesore convenientemente sobre estos riesgos a quienes deseen abortar


La National Abortion Federation norteamericana sostiene que, científicamente, no existe evidencia de un estrés "post-aborto" a largo plazo, ni de depresión ni ansiedad ni de ninguna otra enfermedad psicológica,
concluyendo que el mayor estrés es previo al proceso, e indicando que
la gran mayoría de las mujeres afirman experimentar una posterior
situación de alivio.


Por el contrario, un estudio publicado en el Journal of Child Psychiatry and Psychology y financiado por el gobierno de Nueva Zelanda determinó que el 42% de las mujeres bajo seguimiento que abortaron antes de los 25 años sufrían de depresión;
esta cifra es el doble de las que nunca estuvieron embarazadas, y 35%
mayor que quienes decidieron seguir con su embarazo. El mismo estudio
estableció que aquellas que abortaron eran dos veces más propensas a
beber alcohol a niveles peligrosos que aquellas que no lo hicieron, y tres veces más propensas a depender de drogas ilícitas



En 2008, el British Journal of Psychiatry publicó un estudio que concluye que el aborto intencionado aumenta la probabilidad de sufrir trastornos psíquicos.

Algunos proponen que los efectos psicológicamente adversos del aborto
deben ser referidos como una condición [especial llamada "síndrome
post-aborto". Sin embargo, la existencia de este "síndrome" no ha sido
reconocida por ninguna organización médica o psicológica, y algunos médicos y partidariospro-elección han argumentado que la idea de popularizar este "síndrome post aborto" es una táctica usada por partidarios pro-vida por razones políticas.


Aspectos legales


La mayor parte de las legislaciones reguladoras, tanto las
permisivas como las restrictivas, distinguen entre aborto terapéutico y
aborto electivo.


Aborto terapéutico 






Embrión humano de seis semanas, extraído tras un aborto.



Es el que es justificado con razones médicas:


  • para salvar la vida de la madre, cuando la continuación del embarazo o el parto significan un riesgo grave para su vida;
  • para salvar la salud física o mental de la madre, cuando éstas están amenazadas por el embarazo o por el parto;
  • para evitar el nacimiento de un niño con una enfermedad congénita o
    genética grave que es fatal o que le condena a padecimientos o
    discapacidades muy graves, o
  • para reducir el número de fetos en embarazos múltiples hasta un número que haga el riesgo aceptable.

Para la Organización Mundial de la Salud,
este tipo de aborto debe estar autorizado por la legislación de cada
país, con el fin de evitar las miles de muertes de personas producidas
anualmente: "Aborto legal para no morir" Los objetores aducen que no es ético sacrificar a unos para salvar a otros.


Aborto electivo 


El realizado por otras razones. Cuando el embarazo es el resultado de un delito de naturaleza sexual (violación) o de la aplicación de una técnica de reproducción asistida no consentida por la madre.


También se incluyen, como razones: la minoría de edad de la madre,
la incapacidad para cuidar a un hijo por razones económicas o sociales
y el deseo de ocultar el estigma que representa en ciertos contextos
sociales un embarazo fuera del matrimonio.


Aborto por indicación médico-legal 


Se entiende por aborto por indicación médico-legal al acto médico o
quirúrgico que consiste en la interrupción voluntaria de la gestación
en los casos en que el derecho interno de cada país prevé la no
imposición de una pena por tal motivo, aunque el aborto en general sea
considerado un delito.


La importancia del aborto por indicación médico-legal está en que
facilita que estas interrupciones se practiquen dentro del ámbito
sanitario institucional, eliminando riesgos innecesarios para las
mujeres.


Aspectos jurídicos 


Artículo principal: Aborto (Derecho)





Situación jurídica del aborto distintos países del mundo.

     No punible si la interrupción del embarazo se realiza antes de un plazo establecido.      No punible en casos de peligro para la salud física o mental, violación, defectos en el feto o factores socioeconómicos.      No punible en casos de peligro para la salud física o mental, violación o defectos en el feto.      No punible en casos de peligro para la salud física o mental o violación.      No punible en casos de peligro para la salud física o mental.      Punible sin excepciones.      Varía por región.      No hay información. Nota: En la mayoría de los países y supuestos citados, la intervención ha de efectuarse antes de plazos establecidos.



El aborto, entendido como la interrupción intencional del embarazo, es, dependiendo del ordenamiento jurídico vigente, una conducta punible o no punible, atendiendo a las circunstancias específicas.


De esta manera, dependiendo del país que lo contemple, es considerado un delito
penalizado en cualquier circunstancia, o un derecho de la gestante. En
otros países, aún siendo también un delito –caso de, por ejemplo,
España– se mantiene despenalizado en ciertos casos siempre que medie el
consentimiento materno.


En la actualidad, la legislación en la mayor parte del mundo
contempla la despenalización del aborto, siguiendo la recomendación de
la OMS para supuestos intermedios, siempre tomando la voluntad de la embarazada como requisito sine qua non para una posible no punición.


Los ordenamientos jurídicos que despenalizan el aborto en alguno o
todos los supuestos, lo hacen desde las siguientes perspectivas:


  • El sistema anglosajón
    desarrolla los derechos fundamentales de la mujer desde la perspectiva
    de su derecho a la intimidad y en relación con la idea de ‘viabilidad’.
  • El modelo europeo-continental,
    a su vez, vincula el aborto con el derecho general a la libertad de la
    mujer, ya sea que se le especifique como libertad reproductiva (véase derechos reproductivos) o como derecho a la autonomía.
  • En sistema islámico En la mayoría de países islámicos, el aborto sólo se consiente por razones médicas en las que la madre corre grave peligro.
  • El sistema internacional de protección de los Derechos Humanos (DD.HH.) –así las organizaciones no gubernamentales (ONG) internacionales como por ejemplo Amnistía Internacional, como los organismos de protección de DD.HH. de carácter universal, como la Comisión y Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas o la Organización Mundial de la Salud
    relaciona el problema de la despenalización del aborto con el derecho
    que tienen las mujeres a no ser sometidas a tratos crueles, inhumanos o
    degradantes; es decir, con la prohibición general de la tortura.

La normativa sobre el aborto es un tema sumamente polémico, puesto
que, tanto los promotores de una posición como sus detractores,
argumentan defender un derecho humano.
Los defensores del aborto esgrimen el derecho a la libertad, autonomía
o intimidad de la gestante, y sus detractores el derecho a la vida que
le conceden al nasciturus.


El aborto en el mundo


Para consultar las tablas con la situación legal del aborto inducido, en cada país del mundo, véase Anexo:Aborto (legislación).

El 25% de la población mundial vive en 54 países que lo prohíben
completamente o lo permiten sólo para salvar la vida de la mujer. Entre
los países que sancionan el aborto de modo total y sin admitir
excepción alguna se encuentran: El Salvador, Honduras, Chile, Filipinas, Somalia, Andorra, Vaticano, Malta, Luxemburgo e Irlanda.
Estos países que han decidido la penalización absoluta son hoy una
minoría en la comunidad internacional. El principal argumento en estos
países es que se considera más importante el derecho a la vida del
no-nato –que debe ser protegido por el Estado–, que el derecho a
abortar de la mujer.


El 62% de la población mundial vive en 55 países donde el aborto
inducido está permitido, ya sea sin restricciones en cuanto a su causa;
ya sea por motivos terapéuticos, quirúrgicos, eugenésicos,
sentimentales, y hasta por razones socioeconómicas. Adicionalmente,
algunas legislaciones
establecen requisitos previos, tales como períodos de espera, la
provisión de información, la opinión de varios médicos, o la
notificación al cónyuge o a los padres de la embarazada o lo admiten
sin restricciones, como Canadá (un cuadro comparativo de las legislaciones nacionales aparece más abajo).


Aspectos religiosos 


Cristianismo 


En el antiguo testamento no se encuentra la prohibición contra un
aborto voluntario, aunque el aborto causado debido a luchas externas sí
que aparece penalizado. La ley Hitita era similar en este punto. Las
leyes asirias sin embargo, penalizaban incluso el inducido, quizás
porque el Estado necesitaba guerreros para su ejército. Bajo la
influencia griega, la versión Septuaginta del Éxodo 21:22 hizo una
distinción entre un feto no formado o formado, estando el último
tratado como una persona independiente.
Esta distinción entre un estado temprano y tardío del feto era bastante
común en el mundo antiguo, y fue defendida por Aristóteles al
distinguir entre almas y sub-almas humanas. Así, el tiempo de la
entrada de un alma humana era comentado por Aristóteles a los 40 días
después de la concepción para un varón y 90 para una hembra. Muchos
teólogos católicos aceptarán luego esa herencia aristotélica de
diferente manera; entre ellos Tertuliano, Orígenes, Agustín y Tomás de
Aquino.


Por su parte, la teoría de que el alma humana no entra en el cuerpo
hasta el nacimiento fue defendida por Platón y fue sido determinante
para la ciencia legal Romana. Sólo raramente el aborto fue tratado como
un homicidio, incluso cuando esto era punible. En el lado opuesto
tenemos sobre todo a los Pitagóricos, quienes pusieron énfasis en el
culto a una noción de medicina-religión para poscribir el aborto, algo
con lo que alineará Hipócrates. En el cristianismo primitivo
encontramos un culto privado de Asia menor, quizás pitagórico, que es
conocido por haberse opuesto al aborto. También algunos pensadores
griegos y romanos se oponián al aborto por otras razones que la de la
humanización sino por suponer una interferencia en el derecho del padre
respecto al niño.[57]


Catolicismo 


Históricamente, no siempre el magisterio de la Iglesia católica
ha condenado el aborto como homicidio o asesinato, aun cuando se hayan
dado discusiones teológicas sobre el momento de la creación del alma (véase, por ejemplo, el artículo traducianismo). Los padres de la Iglesia no han sido unánimes en los criterios de reprobación del aborto.


Pedro Lombardo comenta en el siglo XI la primera referencia al
aborto que existe en marco cristiano: la presente en Éxodo 21:22 en
donde se distinguem dos tipos de aborto: uno que suprime a un ser
humano ya formado y con alma humana - y en cuyo caso es homicidio - y
otro en el que se elimina a un ser "informe" y sin alma propiamente
humana, por lo que se debía pagar una multa. Más tarde, Santo Tomas
se adhiere a esa tesis aristotélica afirmando por tanto una diferencia
en el pecado. Así, en sus Comentarios a las Sentencias de Pedro
Lombardo (III) se suma a la tesis aristotélica de que el alma entra a
los 40 días en el caso de varones y 90 en el de hembras
Santo Tomás asume además un punto de vista un tanto moderno al dejar a
la embriología una mayor precisión del tiempo para corregir éstos
aspectos con más exactitud.



  • Al principio, el embrión tiene un alma sólo sensitiva que es
    sustituida por otra más perfecta, a la vez sensitiva e intelectiva,
    como trataremos exhaustivamente más adelante
    . Summa Theologica I, q. 76
  • En la generación del hombre lo primero es lo vivo, luego lo animal y por último el hombre. Summa Theologica II-II, q. 64
  • Debemos observar una diferencia entre el proceso de generación
    en el hombre y los animales del del aire o el agua. La generación del
    aire es simple ya que sólo dos formas substanciales aparecen; una que
    es desplazada y otra que es inducida. Y todo esto tiene lugar en un
    instante y a la vez, de manera que la forma del agua permanece durante
    todo el periodo precediendo a la inducción de la forma del aire. Por
    otro lado, en la generación de un animal aparecen diversas formas
    substanciales: primero el semen, luego la sangre y así hasta que
    encontramos la forma de un animal o un hombre.
    Sobre el poder de Dios, q. 3, a. 9, ad 9. Cf. Summa Contra Gentiles, II, Ch. 89, 11; Summa Theologiae, Ia, q. 119, a. 2..
  • Como es alma está unida al cuerpo como su forma, está unida al
    cuerpo como su acción propia. El alma es "la acción de un cuerpo
    orgánico"(Aristoteles, II De Anima, 412b, 5-6). Por lo tanto el alma no
    existe en el semen en cuanto acto (como opuesto a en potencia o
    virtualidad) antes de la organización del cuerpo.
    Summa Contra Gentiles, II, ch. 89.


A pesar de que el punto de vista de Santo Tomás conlleva cierta
actualidad por una mayor conciliación con la ciencia moderna, en la
teología neoescolástica tomista del siglo XX se considera que Santo
Tomás no contaba en su momento con los datos científicos que tenemos
ahora, y que incluyen dinámicas propias así como el conocimiento del
ADN. Este argumento es un punto de apoyo para que en el siglo XX la
oficialidad católica defienda la posición de que en el momento de la
fecundación aparece un nuevo ser, con dinámica propia e información
genética completa aunque su estado sea de dependencia con respecto a la
madre.


Las tesis de Santo Tomás explican cuando el alma es insuflada por
Dios en el ser humano. Y si bien esto resulta incompatible con los
argumentos que equiparan aborto a homicidio o asesinato, los defensores
de éste otro punto de vista señalan a menudo que no se puede atribuir a
Santo Tomás una postura favorable al aborto por citas como la siguiente:



  • Servimos a un propósito más grande y significante, la
    manifestación de la bondad de Dios, y en ese gran contexto somos
    s

Patricia Blanco ,Gloria Cantero,Sara Gaztelumendi