La orientación educativa
en su relación con la atención a la diversidad,
se concibe como un proceso que intenta concretar, reconducir
y adecuar las propuestas curriculares y los recursos
necesarios para mejorar y atender las necesidades educativas
y las dificultades de aprendizaje. Como hemos dicho
es un proceso, sobre todo bidireccional (maestro-alumno-maestro),
donde existen interacciones en las intervenciones y
actuaciones formativas, con la intención clara
de desarrollar los conocimientos y las habilidades propias
para conseguir la madurez y capacitación necesaria
para tomar decisiones, tanto las que afectan al alumno
o alumna en su proceso formativo como al propio profesor
con la intención de mejorar y favorecer más
acertadamente el desarrollo integral de sus alumnos.
La orientación educativa
pues, conlleva a desarrollar varias parcelas formativas
en relación con el proceso educativo: la acción
tutorial, la orientación académica y profesional
y la respuesta educativa a alumnos con necesidades y
dificultades en el aprendizaje.
Nuestro módulo se centra,
sobre todo, en el tercer ámbito, en dar respuestas
a las necesidades educativas y a las dificultades en
el aprendizaje dentro del marco de la diversidad que
inevitablemente se manifiesta en nuestras escuelas;
más concretamente en aquellas necesidades motivadas
por las condiciones o características sociocontextuales
y culturales.
Así pues, comenzaremos realizando
algunas reflexiones atendiendo a los siguientes interrogantes
que van a suponer las líneas básicas en
nuestro planteamiento:
- ¿Podemos evitar la diversidad?
- ¿Algunos de nosotros no es "diverso"
a los demás?, ... o ¿Solo son diversos
los "otros?"
- ¿Existe la diversidad buena y la diversidad
mala?, ¿Identificamos diversidad como marginación,
como problema,...?
- ¿Es la diversidad un obstáculo para
educar? o ¿Supone la diversidad un valor como
riqueza colectiva?
- ¿Por qué la diversidad se manifiesta
con mayor intensidad en el ámbito educativo?
- ¿Son compatibles la diversidad y la educación?,
¿Supone la diversidad en el aula un handicap
para los docentes?
- En definitiva, ¿Estamos preparados para atender
a la diversidad?
Para delimitar el término
conviene conceptualizar la diversidad a la hora de distinguirlas
de otras acepciones con connotaciones similares. Siguiendo
a López Melero (1997c) siempre que hablamos de
"lo diverso" parece identificarse a
su vez con "lo diferente", denominación
que pudiera conllevar un cierto juicio o valoración
de connotaciones positivas o negativas o de aceptación
o de rechazo según la/s persona/s que la manifiesten.
También "lo diferente" puede conducirnos
a identificarlo con "lo desigual",
acepción que sí establece ya una clara
jerarquía en la valoración de las personas
que aplican estos criterios.
Cuadro 1: Términos afines a la
diversidad
Del mismo modo creo que en la rutina
diaria, en la escuela, en los medios de comunicación,
en la sociedad en general, tenemos la mala costumbre
de intentar clasificar o etiquetar a ciertos individuos
con el objeto de sentirlos diversos, diferentes o desiguales
a nosotros. Esto se hace patente cuando
aplicamos el término colectivo,
esta denominación no conlleva matices diferenciadores
hacia las personas que quedan identificadas más
por su peculiaridad o circunstancia ocasional o fortuita
que las asemeja, en la mayoría de las ocasiones,
como iguales entre ellas pero diferentes o desiguales
ante los demás y no como personas con características,
atributos y necesidades propias, cuya identidad supera
cualquier aproximación o similitud temporal o
permanente con otras personas. Por lo que creo que debemos
evitar el designar y atribuir como colectivos (diferenciados)
a los alumnos que fracasan, a los alumnos sordos o ciegos,
a los hijos de temporeros agrícolas, a los alumnos
con necesidades educativas especiales, etc. El evitar
estas cuestiones parece ayudar a concebir mejor la realidad
en el ámbito educativo, a asumir menos riesgos
a equivocarnos y ser consecuentes con la propia manifestación
amplia de la diversidad en cada uno de los individuos
como persona.
Como consecuencia de lo anterior,
en educación es inevitable hablar de la diversidad
y de los procesos de orientación educativa, dado
que son términos afines que coexisten permanentemente
en la dinámica escolar. Todos los procesos de
orientación conllevan argumentos basados y justificados
en la diversidad de los destinatarios, sus relaciones
y de sus circunstancias; y todas aquellas actuaciones
o intervenciones educativas con la diversidad han sido
previamente canalizadas o tramitadas a través
de decisiones tomadas en procesos relacionados con la
orientación educativa.
Por otra parte, la diversidad es
un fenómeno que se manifiesta natural y latente
en cualquier contexto humano, causado por las diferencias
existentes en torno a los diversos aspectos y variables
que pueda admitir la condición humana. Dichas
variables obedecen a condicionantes biológicas,
de sexo, cultura, raza, etnia, religión, económicas,
laborales, familiares, personales, etc., sin olvidar
los propiamente individuales que afectarían a
variables como las intelectuales, físicas, motivacionales,
aptitudinales y actitudinales, etc. Nuestra sociedad
se hace cada vez más plural y diversa en tanto
y en cuanto las relaciones entre las personas se multiplican
y se incrementan tanto cuantitativamente como cualitativamente.
Asimismo, la sociedad está en continuo movimiento
y expansión, influenciada por ciertos factores
que potencian este dinamismo:
Las distintas situaciones políticas
que permiten el asentamiento de democracias valedoras
de los principios democráticos y defensoras
de los derechos humanos.
La interacción continúa
entre culturas, países, pueblos, razas y personas
de diversas condiciones y procedencias.
Los medios de comunicación
que permiten cada vez con mayor rapidez y profundidad
conocer otras realidades y contextos.
Las propias necesidades de compensación
con relación a los movimientos migratorios
de personas y familias procedentes de países
menos desarrollados.
La propia condición humana
permite una diversidad en todas sus facetas.
La diversidad es una de las características
más peculiares de la condición humana.
Las distintas formas de ser y sentir de las personas
constituyen problemas cuando esas diferencias, manifiestas
o no, son consideradas por la sociedad, de modo desigual,
con categoría de valor. La igualdad y la diversidad
son los principios fundamentales que nuestro sistema
educativo debe garantizar; así, desde ese ámbito
educativo se debe responder a los interrogantes que
planteábamos en la presentación del módulo
con el compromiso social y democrático que la
escuela pública debe asumir.
En el siguiente gráfico reflejamos
aquellos ámbitos y variables sociales, personales
y culturales con trascendencia en la concepción
y manifestación de la diversidad en nuestra sociedad
y en nuestras escuelas.
Cuadro nº 2 : Ámbitos y
variables con incidencias en relación a la diversidad
y educación
Por otro lado y como ámbito
de la educación, la orientación educativa,
como término general que conlleva distintas parcelas
de intervención y de acción, debe asumir
el reto y el papel prioritario que se estima ha de tener
con relación a la diversidad. La orientación
y la diversidad son dos términos que no tendrían
sentido uno sin el otro; su complementariedad y complicidad
se hace patente en todos los ámbitos educativos
y escolares, sobre todo en los siguientes:
La orientación educativa
es entendida como proceso que conoce y atiende las
singularidades de los alumnos como personas.
La orientación educativa
también es utilizada como instrumento al servicio
de la heterogeneidad en el centro y en el aula.
A su vez, los procesos de orientación
deben valorar como aspecto positivo la diversidad
humana y personal.
Del mismo modo, la orientación
educativa debe estar al servicio de la diversidad
cultural y de sus manifestaciones.
La orientación educativa
debe tomar partido en las decisiones que el centro
tiene que tomar para comprometerse y salvaguardar
aquellos valores o principios educativos y sociales
que crea convenientes priorizar.
Y por último, la orientación
educativa, dentro de sus finalidades, debe entenderse
como proceso y estrategia para posibilitar la igualdad
de oportunidades en todos los alumnos.
En los mismos términos se
expresa Fernández Batanero (2003, 18) cuando
define Educar en la diversidad supone partir de
dos ideas básicas: creer que todas las personas
pueden aprender y que todas las personas poseen la sabiduría
necesaria para desarrollarse. Así la diversidad
no hay que vivirla como un problema, sino como una oportunidad
para alcanzar los objetivos educativos.
1.2. LA ESCUELA
Y LA DIVERSIDAD. PROCEDIMIENTOS Y ESTRATEGIAS.
Para llevar a cabo las distintas
estrategias de atención a la diversidad debemos
previamente reflexionar a cerca de las posibles trabas
o procesos excluyentes que pudieran albergar las aulas
y nuestros centros. Debemos, por una parte, superar
algunas cuestiones claves que condicionan de manera
directa las posibilidades de cambio y mejora en nuestro
contexto docente, y por otra, crear las condiciones
más idóneas para producir dichos cambios.
En esta línea, en el Documento-Memoria del XVIII
encuentro estatal de Movimiento de Renovación
Pedagógica de Gandía 1999 se detallaron
algunos enfoques que hay que superar:
a) Evitar:
1) Las prácticas homogeneizadoras
en el aprendizaje y la uniformización académica.
2) La segregación como
el hecho de separar por razones didácticas
(supone un empobrecimiento del aprendizaje), de
desarrollo personal (autoimagen negativa) y sociales
(favorece un sistema social jerarquizado y excluyente).
3) La adaptación empobrecedora.
Se trata de adaptarse al alumno/a, pero
en un sentido limitativo: no puede hacer más
que lo elemental y se confunde lo elemental
con lo mecánico y no significativo. Incluso,
se puede hacer esta adaptación empobrecedora
a grupos o centros enteros.
4) Otras formas de actuación
cuestionables son las que se basan en:
a) cierta forma de pseudotolerancia,
con un discurso equivocado sobre diversidad (cada
cual es como es, un grupo puede escoger no integrarse
en el sistema educativo...)
b) el psicologismo y el didactismo
(todo es cuestión de técnicas psicológicas
o didácticas muy concretas y aplicadas individualmente)
c) la idea de déficit cultural
(unos grupos culturales tienen de entrada un déficit
que, en todo caso, hay que compensar; incluso, se
está dando la circunstancia de que se considera
alumnado de compensatoria a alguien por el hecho
de ser gitano, sin más)
d) la igualdad de oportunidades (sustituyendo
a lo realmente deseable: mejora en los resultados
efectivos y realizar los cambios contextuales necesarios).
b) Procurar:
Siguiendo a Pilar Arnaiz (1996)
y con un sentido más constructivo y favorecedor
de mejorar las prácticas educativas a favor
de la heterogeneidad, podemos aplicar los principios
de la educación inclusiva a las distintas premisas
que acompañarían, de forma general y
necesaria, a un currículum y una organización
que apueste por la diversidad y sus implicaciones
formativas, personales y sociales:
* Clases que acogen la diversidad
(más como realidad que como principio)
La inclusión
implica establecer y mantener comunidades escolares
que den la bienvenida a la diversidad y que honren
las diferencias. Los profesores que se preocupan
de crear aulas en las que todos los estudiantes
se encuentren totalmente incluidos, tienden a enfatizar
la atmósfera social en el aula, sirviendo
como ejemplo y enseñando a respetar las diferencias.
Los mismos estudiantes que aprenden que "un
niño usa un tablero para comunicarse porque
es incapaz de hablar", pueden aprender rápidamente
que en el aula se pueden leen libros de diferentes
niveles sobre el mismo tema. La inclusión
y el respeto por la diversidad no son principios
limitados a los estudiantes con discapacidades o
a los estudiantes con talento; las diferencias de
raza, religión, etnia, entorno familiar,
nivel económico y capacidad están
presentes en todas las clases. En las aulas inclusivas,
los compañeros pueden aprender y ayudarse
entre sí en todas estas dimensiones con una
instrucción eficaz y un apoyo fuerte.
* Un Curriculum más
Amplio (con cabida para todos en su justa
medida)
La inclusión
significa implementar una modalidad de curriculum
multinivel. Enseñar a una clase resueltamente
heterogénea implica cambios profundos en
la naturaleza del curriculum (Stainback y Stainback
1992). Los profesores de clases inclusivas se están
alejando consistentemente del rígido método
de enseñanza frontal basado en un libro de
texto, y se están moviendo hacia el método
de aprendizaje cooperativo, la instrucción
temática, el pensamiento crítico,
la resolución de problemas y la valoración
auténtica. Dentro de un curriculum amplio
tal como éste, es más fácil
incluir a alumnos con necesidades educativas variadas
* Enseñanza y Aprendizaje
Interactivo (tanto para el maestro como para
los alumnos)
La inclusión
implica preparar y apoyar a los profesores para
que enseñen interactivamente. Los cambios
en el curriculum están estrechamente ligados
a los cambios en su pedagogía. El modelo
de aula de un profesor que trata de satisfacer las
necesidades de una clase entera de niños
por sí solo, está siendo reemplazado
por estructuras en las que los estudiantes trabajan
juntos, se enseñan mutuamente y participan
activamente en su propia educación y en la
de sus compañeros. El modelo pasa de ser:
"Yo soy el profesor y no quiero ver a nadie
aprendiendo nada si yo no estoy al mando",
a ser: "Soy un profesor, mi tarea es facilitar
vuestro aprendizaje, y hay otras treinta fuentes
de conocimiento, apoyo y enseñanza. Ningún
niño debería tener que soportar la
inflexibilidad, los curriculums aburridos, la falta
de creatividad, la reglamentación excesiva,
el exceso de estandarización y las concepciones
limitadas de la enseñanza y el aprendizaje.
La mejora en estas áreas dentro de un contexto
de reforma estructural y coherente dará como
resultado una mayor aceptación y aprendizaje
de todos los alumnos.
* El Apoyo para los Profesores (aprendizaje
cooperativo para los profesores)
La inclusión
implica proporcionar un apoyo continuo a los profesores
en sus aulas y romper las barreras del aislamiento
profesional. Aunque los profesores están
rodeados de gente, enseñar puede ser un trabajo
increíblemente solitario. Una de las señas
que define la inclusión es la enseñanza
en equipo, la colaboración y la consulta,
así como otras formas de acceder a las habilidades,
el conocimiento y el apoyo de muchas personas encargadas
de educar a un grupo de niños.
* Participación Paterna (los padres
como referentes necesarios) La inclusión implica la participación
paterna de forma significativa en el proceso de
planificación. Los programas de educación
inclusiva han confiado mucho en la información
obtenida de los padres sobre la educación
de sus hijos.
Pasamos a continuación a
determinar más concretamente las estrategias
curriculares, que deben obedecer, como ya hemos comentado,
a los principios básicos desde una escuela comprensiva
y abierta a la diversidad; con el objetivo básico
de poder dar respuestas adecuadas a las demandas y necesidades
educativas que manifieste cada alumno en su aula, en
su centro y en su barrio.
Es evidente que al realizarse una sola propuesta curricular,
esto es, un único currículum común
para todos los alumnos son necesarios una serie de procedimientos
pedagógicos-didácticos y organizativos-curriculares,
que permitan una flexibilización de las actuaciones
e intervenciones, que supongan modalidades o estrategias
educativas diferenciadas y graduadas destinadas a dar
respuestas más afines a las distintas demandas
detectadas, y, a la vez, permitan reconducir y orientar
las necesidades educativas a espacios curriculares más
adecuados en relación con las características
y peculiaridades que presentan los alumnos.
Podemos asegurar, pues, que corresponde
a la planificación educativa elaborar y diseñar
los distintos procedimientos y estrategias para atender
la diversidad educativa y necesidades planteadas desde
el ámbito escolar.
Desde la planificación educativa
podremos concretar la acción o la intervención,
la generalización o la concreción, la
individualización o la socialización,
la adecuación o la adaptación,... etc.,
en definitiva se trata de concretar la propuesta educativa
y las distintas situaciones de aprendizaje en función
de las características que presenta el alumno,
el aula o el centro.
LA
PLANIFICACIÓN EDUCATIVA COMO RESPUESTA
A LA DIVERSIDAD
ESTRATEGIAS
CURRICULARES
ESTRATEGIAS
ESPECÍFICAS
(Según NEE)
Generales
Internas
a los Centros
Déficits
físico. Psíquico o sensorial
Problemática
Sociocultural
Niveles
de concreción curricular
Finalidades
Proyecto
Curricular
Plan
de acción Tutorial
Programación
de aula
Reglamento
de organización y funcionamiento.
Refuerzo
educativo
Optatividad
Adaptaciones
curriculares
Diversificaciones
curriculares
Programas
de Garantía Social
Programas
específicos según el déficit
que presente el alumno
Medios
y recursos adecuados.
Modalidades
de escolarización
Intervención
con recursos para compensar las desigualdades
Actuación
con programas para compensación de las
dificultades
Cuadro nº 3: Estrategias de atención
a la diversidad.
Podemos encontrar dos grandes bloques
de estrategias para atender a la diversidad (Cuadro
nº 3); por un lado, las que se desarrollan, principalmente,
a través del currículum, esto es, las
que utilizan el curriculum como el instrumento principal
para dar respuesta a la diversidad; y por otro lado,
las que se aplican y desarrollan de forma específica
en función del déficits o necesidad que
manifieste el alumno, centrándose en programas,
recursos y medios especiales y extraordinarios.
Dentro de las estrategias curriculares
podemos diferenciar dos tipos de estrategias curriculares,
las generales y las internas a los centros.
Las estrategias generales responden
a las posibilidades que nos ofrecen los elementos curriculares
para adecuarlos y adaptarlos a las necesidades educativas
que nos plantean nuestros alumnos desde los distintos
procesos de planificación y programación
educativa; esto es, contextualizando las propuestas
curriculares a través de los distintos niveles
de concreción y siempre acatando los principios
de comprensividad y flexibilidad. Por otro lado, las
estrategias internas a los centros se corresponden con
aquellas otras actuaciones, intervenciones o programas
destinados a dar respuestas de forma individual o grupal
a los alumnos que siguen presentando dificultades de
aprendizaje, una vez aplicadas las estrategias de carácter
general; suponiendo una organización y adaptación
más o menos significativa del curriculum ordinario.
Del mismo, modo las estrategias
específicas de atención a la diversidad
vienen determinadas en función de las necesidades
que manifiesten los alumnos y de las posibilidades de
atención a través de programas, recursos
o medios que favorezcan el acceso al currículum
y la igualdad de oportunidades en relación con
el resto de la población escolar.
Por otro lado, si hablamos de planificación,
seria necesario comentar todos aquellos elementos curriculares
que tienen una relación directa con la planificación
y la diversidad; estamos hablando de los Objetivos (selección,
priorización, secuenciación,...), los
contenidos (selección secuenciación, graduación,...),
metodología (diseño de situaciones de
aprendizaje, recursos...), etc. Aunque no creo que el
presente módulo pueda abordar estos aspectos
tan importantes en la planificación por lo amplio
y extenso que resultaría, si querría destacar
las aportaciones de algunos autores en relación
con los aspectos metodológicos y organizativos
en relación con la diversidad.
Sevillano, (1995, 275) destaca las
siguientes variables a la hora de planificar y decidir
que estrategias vamos a aplicar:
"- Para qué.
- Quiénes la van a poner en práctica.
- Dónde se implementan.
- Con qué medios se cuenta.
- Pertenencia, es decir, la relación entre
la acción y las finalidades.
- Facilidad en su aplicación.
- La rentabilidad instructiva, lo que significa medios,
fines, costes y resultados.
- La adecuación a los discentes".
En esta línea, la misma autora
realiza una clasificación de posibles estrategias
metodológicas que pueden ser interesantes a la
hora de plantear situaciones de aprendizaje teniendo
en cuenta la diversidad del alumnado y el objetivo o
fin que pretendamos cubrir:
Estrategias socializadoras:
aquellas que se basan en el grupo como medio y como
fin, utilizan todas aquellas posibilidades que puede
ofrecer la dinámica de grupo a la hora de realizar
una actividad.
Estrategias individualizadoras:
aquellas dirigidas a cada individuo que permiten concretar
la acción y las condiciones de aplicación.
Estrategias personalizadoras:
aquellas que permiten adaptarse a cada persona desde
una perspectiva socializadora. Contempla con profundidad
las opciones anteriores.
Estrategias por descubrimiento:
aquellas donde el descubrimiento organiza el aprendizaje
de modo efectivo, desarrollando capacidades como la
de resolver problemas, buscar alternativas creativas,
aplicar procesos reflexivos y demás habilidades
y destrezas generadoras de motivación y curiosidad
hacia el entorno y los conocimientos.
Estrategias creativas: aquellas
que desarrollan en el alumno habilidades creativas
como la de generar ideas, dar soluciones a conflictos
y situaciones problemáticas, buscar asociaciones
y pensamientos divergentes, desarrollar ideas en imágenes,
y demás habilidades mentales propias del pensamiento
creativo.
Estrategias de tratamiento de
información de actualidad: aquellas que ponen
al alumno como agente que recibe y da información,
aspecto que cada vez se hace más evidente
y relevante debido a la importancia que tiene en
sí la información en el ámbito
educativo y en los medios de comunicación,
en general. En este sentido, se exigen varias fases
para desarrollar dicha estrategia, sensibilización
hacia la información, de generalización
de la prensa como medio de información, de
participación, de profundización y,
por último, el utilizar la prensa como soporte
auxiliar en diversas áreas de conocimiento
y como medio sistematizado en los procesos de aprendizajes.
El conocimiento de diferentes estrategias
metodológicas debe propiciar en los docentes
el diseño de actividades diferenciadas en función
de los intereses y necesidades del alumnado, apropiadas
a los distintos estilos de aprendizaje, niveles de autonomía
y, sobre todo, a la propia realidad del aula.
"La escuela transformadora,
comprensiva e integradora (...) es la que ofrece amplia
variedad de actividades y experiencias educativas
y para las cuales haya posibilidad de materiales e
instrumentos. La escuela y los medios de intervención
han de procurar desarrollar las destrezas y habilidades
cognitivas y metacognitivas tales como: enseñarle
a preguntar, enseñarle a pensar, enseñarle
a discutir, enseñarle a resolver problemas
y a buscar las respuestas por ellos mismos, etc."
(López Melero 1996, 21).
Asimismo, la variabilidad y la cantidad
de actividades y sus consecuentes situaciones de aprendizaje
deben responder a exigencias organizativas, flexibles
y acondicionadas a las variables de espacio y tiempo
que se dan a cada momento en el aula. En este sentido,
los diferentes agrupamientos, la utilización
de materiales y recursos, los tiempos utilizados, las
relaciones de comunicación que se desarrollen,
así como el tipo de interacción que se
exija entre el docente y los alumnos, deben permitir
adecuar y tratar con mayor exactitud, tolerancia y calidad
las dificultades en los aprendizajes que se presenten.
En relación con los aspectos
organizativos y como complemento a lo anterior, Zabalza,
(1998), por su parte, realiza una aportación
crítica de cómo deben entenderse los esquemas
organizativos de los centros para facilitar la respuesta
a la diversidad, entre otras, destacamos las siguientes:
Romper con el "destinatario
imaginario" que prevalece en todas las planificaciones,
y adecuar las propuestas educativas y organizativas
a las realidades y singularidades más cercanas
de los alumnos; porque habrá que evitar la
estandarización de las previsiones y las generalidades
no contrastadas, haciendo una llamada de atención
a los docentes como responsables de tal cuestión.
Exigir calidad en lo referente
a los dispositivos, estrategias y procedimientos organizativos
relacionados con la formación del profesorado.
Organización adecuada
de los sistemas de apoyo, tanto internos como externos,
evitando interferencias y abusos que obstaculicen
las acciones o intervenciones en pro de posibilitar
cambios hacia la mejora.
Capacidad propia para la estructuración
curricular y permitir la diversificación y adecuación
a las distintas necesidades y demandas del alumnado;
desarrollando una respuesta a la diversidad desde un
planteamiento generalizado con trasfondo institucional
y no desde un punto de vista individual concreto.
1.2.1. ESTRATEGIAS
INTERNAS A LOS CENTROS EN EDUCACIÓN PRIMARIA.
Abordaremos a continuación
las estrategias de atención a la diversidad que
dentro de la Educación Primaria están
establecidas para atender las necesidades educativas
del alumnado. En el siguiente cuadro (cuadro nº
4) se realiza una síntesis de aquellas estrategias
curriculares para atender a la diversidad establecidos
por las diferentes etapas educativas.
Como podemos observar, dicha la
distribución obedece sobre todo a criterios consensuados
teniendo en cuenta las competencias curriculares de
los alumnos y alumnas y con la cautela de no sobrepasar
ni infringir posibles abusos en relación a la
toma de decisiones para pasar de una estrategia a otra
más restrictiva.
ESTRATEGIAS
CURRICULARES
GENERALES
ESTRATEGIAS
CURRICULARES ESPECÍFICAS INTERNAS A LOS
CENTROS
EDUCACIÓN
INFANTIL
-
Preventivas
- Compensadoras (*)
- Potenciadoras de habilidades y destrezas
- El Apoyo (como estrategia del centro
Generalmente
No recomendadas
EDUCACIÓN
PRIMARIA
-
Preventivas.
- Compensadoras.
- Adecuaciones Curriculares (Flexible y abierto)
- Refuerzo
- El Apoyo (como estrategia del centro como institución)
Adaptaciones
Curriculares
(- significatividad +)
y según los elementos curriculares a adaptar.
EDUCACIÓNSECUNDARIA
OBLIGATORIA
-
Preventivas
- Refuerzo.
- Compensadoras (*)
- Adecuaciones Curriculares que nos permiten la
flexibilidad y apertura del currículum.
- El Apoyo (como estrategia del centro como institución)
1º
Optatividad
2º Adaptaciones Curriculares
(- significatividad +)
y según los elementos curriculares a adaptar
3º Diversificación Curricular
4º Programas de Garantía Social (*)
Cuadro
4: Concreción de las estrategias curriculares
generales y específicas por etapa educativa
Como no podría ser de otra
forma, el elemento preventivo está presente en
todas las posibles estrategias, no sólo por evitar
las futuras dificultades en los aprendizajes de los
alumnos en las distintas áreas de desarrollo,
sino, entre otras cosas, para garantizar que todos los
alumnos están atendidos en relación con
los objetivos que debemos intentar cumplir, sean sobre
los conceptos, sobre los procedimientos o sobre las
actitudes, e independientemente de las competencias
y capacidades de cada alumno.
En mi opinión, la clave para
incluir procesos preventivos en la planificación
curricular estriba en:
Reconocer la prevención,
no como una estrategia curricular más, sino
como una premisa a tener en cuenta en todos los
procesos educativos que impliquen compromiso personal
y social como educadores, siendo un elemento permanentemente
necesario para perfilar y adecuar la propuesta curricular
a la realidad de nuestros alumnos y nuestros centros.
Conocer a los alumnos y sus condicionantes
más cercanos, sean personales o sociofamiliares,
Implicación en los procesos
de acompañamiento y tutoría.
Seguimiento de los aprendizajes y de las competencias
socio-personales.
La continua observación
de los fenómenos del aula y de las interacciones
entre los alumnos.
Elaboración y aplicación
de variables e instrumentos adecuados en los procesos
de observación, valoración y evaluación
que detecten o insinúen cualquier elemento
distorsionante en los procesos de aprendizaje.
1.2.1.2. LAS
ACTUACIONES E INTERVENCIONES COMPENSADORAS.
Por otro lado las actuaciones e
intervenciones compensadoras responden a aquellas necesidades
de acceso al currículum o de recursos específicos
para garantizar la normalización escolar de aquellos
alumnos que por circunstancias personales o contextuales
tienen verdaderas dificultades a la hora de garantizar
su escolarización y normalizar su proceso educativo.
Las medidas compensadoras no sólo
se centran en recursos o servicios, pueden establecerse
y configurarse como programas de intervención/actuación
como complemento y mejora del currículum que
se le ofrece al alumnado. Podemos atender a la diversidad
desde dos grandes parcelas, por un lado la intervención
solidaria que se corresponde con la aplicación
de los recursos y medios necesarios en la lucha contra
la desigualdad de oportunidades de la población
escolar y no escolar (becas, ayudas, comedor escolar,
transportes, residencia, materiales y recursos específicos
de acceso al currículum, eliminación de
barreras arquitectónicas, sistemas de comunicación
alternativos, etc.), y por otro, las acciones consecuentes
relativas a programas educativos con carácter
curricular, específico, multidisciplinar y/o
multiprofesional que conlleven a normalizar el progreso
escolar del alumnado que ha sufrido, sufre o va a sufrir
influencias que obstaculicen su promoción escolar.
En este sentido, siempre podremos hablar de otra serie
de actuaciones educativas más relacionadas con
las estrategias propias de atención la diversidad
y en donde podemos englobar la Educación Compensatoria,
relacionadas con los programas preventivos y correctores
en la medida en que se intervenga o actúe antes,
durante o después que la influencia de las condiciones
o variables contextuales lo hagan sobre el individuo,
entre los cuales podemos citar los siguientes:
Programas de Diagnóstico
Pedagógico.
Programas de Enriquecimiento
del Lenguaje.
Programas de Habilidades del
Aprendizaje.
Programas de Habilidades Sociales
y aprendizaje cooperativo.
Programas de Procesos, Operaciones
y Habilidades Cognitivas.
Programas de Educación
Psicomotriz y de Educación Física.
Programas de Educación
para la Salud.
Programas de Estimulación
Precoz.
Programas Centrados en el Sistema
Educativo.
Podremos pues completar aun más
los ámbitos de atención a la diversidad
en nuestro contexto educativo:
Cuadro
nº 5: Configuración del Area de Solidaridad
y Compensación Educativa.
Este esquema no tiene por qué
darse en todos los contextos y situaciones, aunque sí
se corresponden siempre con intervenciones y actuaciones
de mayor o menor intensidad y con cierta trascendencia
en los procesos educativos que tienen como finalidad
el alcanzar objetivos mínimos exigibles en la
enseñanza obligatoria.
El refuerzo educativo es la estrategia
más común utilizada de forma habitual
para atender las primeras dificultades en el aprendizaje;
sobre todo, se centra en atender aquellas demandas del
alumnado que necesitan un apoyo en determinados conceptos
o conocimientos, normalmente responde a contenidos instrumentales.
Se caracteriza por lo siguientes
aspectos:
Son temporales y obedecen a
momentos concretos de la escolarización y del
día a día en el aula, siendo su duración
mínima.
La tarea del apoyo debe recaer
en el propio tutor, aunque en ocasiones pueda intervenir
algún especialista, en este sentido muchos
programas específicos (educación compensatoria)
se identifican como refuerzo en una o varias áreas
y/o habilidades a desarrollar por el alumno.
En la mayoría de los casos
responden a la utilización de nuevas metodologías
y recursos, o a una nueva mejor secuenciación
de contenidos más acorde con el estilo y/o
ritmo de aprendizaje del alumno o alumnos.
Muchas veces son acciones asistemáticas
(aunque intencionadas) no son registradas en la programación.
Responden a muy diversas necesidades
o dificultades curriculares, en su gran mayoría
son salvables, y con el objetivo de recuperar y afianzar
contenidos concretos.
Tienen un carácter y efecto
motivante para cierto alumnado.
Se diferencia de las adaptaciones
curriculares por su escasa profundidad o intensidad.
No podemos identificarlo de forma general con las
adecuaciones curriculares ya que estas requieren,
como veremos posteriormente, una mayor sistematización
y planificación en relación a los destinatarios
con dificultades en el aprendizaje.
Se puede llevar a cabo en cualquier
etapa educativa.
Los refuerzos pueden desarrollarse
dentro y fuera del aula y pueden ir dirigidos a
un solo alumno (apoyo individualizado), de forma
grupal o, en caso necesario, a toda el aula.
Es evidente que el refuerzo educativo
supone, o debe suponer, el primer paso para atender
las dificultades de aprendizaje, siendo a partir de
este proceso cuando podemos "calibrar" si
las necesidades que plantea el alumno son superficiales
o responden, por el contrario, a un planteamiento más
profundo, requiriendo otro tipo de atención educativa
más adecuada y eficaz.
En definitiva las cuatro características
que definen el refuerzo educativo son las que se reflejan
en el cuadro 6.
Cuadro
6: Características principales del refuerzo educativo
Como podemos observar las cuatro características
del refuerzo están estrechamente relacionadas
con la alternancia en los procesos metodológicos
e individualización de los aprendizajes siendo
consecuentes a la vez con las dificultades que presenta
cada alumno en relación a los contenidos a asimilar.
A mi modo de ver, la metodología es el elemento
curricular más importante y decisivo a la hora
de hablar de currículum y diversidad, ya que
es el que permite mayor margen de maniobra y posibilidades
de adecuación y adaptación al alumnado
en lo general y en lo particular. Ello exige reconocer
que la diversidad del aula debe propiciar diversidad
en la metodología y huir de planteamientos estandarizados,
estereotipados y, por consiguiente, homogeneizadores.
Esta afirmación puede basarse en muy distintas
argumentaciones, sobre todo si nos estamos refiriendo
a planteamientos y procesos educativos destinados a
la compensación de dificultades en el aprendizaje
de alumnos y alumnas destinatarios de una atención
especial y consecuente con sus necesidades; por ello,
nos atrevemos a relacionar aquellos argumentos que justifican
mayor protagonismo y dedicación a los procedimientos
metodológicos:
A mayor diversidad, mayor debe
ser el número de respuestas de tipo metodológico,
ya que la propia diversidad así lo va a exigir.
Los aspectos metodológicos
y didácticos están poco investigados
por los docentes con relación a la diversidad.
Las distintas actividades que
se desarrollan en el aula responden a metodologías
muy rutinarias y con marcado carácter expositivo,
sin tener en cuenta la heterogeneidad de los sujetos
a quienes van dirigidas.
En muchas ocasiones, es el propio
libro de texto el que marca o determina la metodología
a emplear, descontextulizando cualquier aspecto de
singularidad en el aula y en los alumnos.
Existe demasiada preocupación
en los docentes por tener una copiosa cantidad de
actividades a desarrollar en el aula, pero pocos se
preocupan de diseñar verdaderas situaciones
de aprendizaje que se adecuen a las circunstancias
educativas y características del alumnado.
Las actividades y las distintas
situaciones de aprendizaje deberían desarrollar
la autonomía y la interacción entre
iguales como factores enriquecedores del curriculum.
Los intereses y motivaciones
de los alumnos deben marcar las iniciativas en relación
al diseño de actividades.
Existe escasa preocupación
para presentar recursos y materiales ricos, novedosos
y variados que motiven hacia la participación
e implicación.
La utilización del centro
y su entorno como medio y recurso educativo debe ser
algo cotidiano y no excepcional.
1.2.1.4. ADECUACIONES
Y ADAPTACIONES CURRICULARES.
Aunque las adaptaciones curriculares,
como estrategia de atención a la diversidad,
se abordan en el módulo sobre los Programas
Educativos asociados a necesidades educativas especiales
en Primaria y sus procesos de diagnóstico y tratamiento,
creo conveniente hacer unas matizaciones en relación
a las consideradas adecuaciones curriculares.
Dentro de las acciones concebidas
para dar respuestas a las necesidades educativas especiales
debemos hacer una distinción conceptual entre
lo que consideramos una adecuación curricular
y una adaptación curricular. Cuando hablamos
de atender a la diversidad, es cierto que nos movemos
en un continuo de posibilidades didácticas destinadas
a alumnos que plantean problemas en el aprendizaje;
en este sentido, hemos comentado en apartados anteriores
(refuerzo educativo) las posibilidades que nos brindan
el currículum y sus elementos para realizar maniobras
didácticas ajustando la oferta curricular educativa
a los alumnos o grupos de alumnos desde los distintos
ámbitos de la planificación educativa.
En todos los casos debemos ir realizando unos procesos
de adecuación a las circunstancias, condiciones
y características que son demandadas, evitando
el recurso fácil de eliminar o desechar posibilidades
de aprendizaje en situaciones donde observamos que no
existe progreso en el alumnado; esto es, no debemos
proceder a alterar el currículum de forma significativa
sin antes tener la seguridad de que no existe posibilidad
de adecuarlo a esas circunstancias o necesidades. Por
ello, creemos pues, que la esencia de lo que supone
una "adecuación" está en:
a) El nulo "sacrificio"
del currículum ordinario a favor de aquellos
alumnos que plantean dificultades que pueden ser atendidas
mediante procesos de ajustes y mejoras en dicho currículum
ordinario,
b) A la obligación de diversificar la oferta
curricular general a las distintas necesidades individuales
sin necesidad de recortes,
c) Al esfuerzo de diseñar verdaderas situaciones
de aprendizajes que den posibilidad de ajustar al
máximo la coincidencia entre lo planificado
y desarrollado por el maestro y lo aprendido por el/los
alumnos/as,
d) Poner al servicio de la adecuación curricular
todas las estrategias de apoyo y refuerzo educativo
para intensificar de manera más eficaz la apuesta
por atender las necesidades y las demandas desde el
currículum ordinario, y
e) La más importante, intentar prevenir futuras
dificultades y problemáticas en los alumnos
como alumnos y como personas.
En los procesos de adecuación
para atender la diversidad son muchas las posibilidades
de aproximación a las necesidades educativas,
todas ellas pasan por un replanteamiento hacia los elementos
curriculares y organizativos en relación con
las situaciones de aprendizajes que viven los alumnos
y alumnas. Entre otros destacaremos:
- Conocimiento real de las necesidades
y/o dificultades de los alumnos:
Ritmos y estilos de aprendizajes.
Procesos cognitivos que utiliza
el alumno para aprender
Tipo de relaciones de comunicación
que se utilizan y que les pueden ser más o
menos favorables para su aprendizaje.
Prever el nivel de autonomía
que puede desarrollar el alumno en relación
con la complejidad de las distintas actividades a
realizar por este.
Apoyo de los recursos necesarios
para complementar y mejorar los aprendizajes.
- Adecuación Curricular y
Metodológica:
Selección y secuenciación
de los objetivos y contenidos acordes con las los
ritmos y estilos de aprendizajes.
Organización consecuente
de espacios, agrupamientos y tiempos de los en las
situaciones de aprendizaje.
Buscar la funcionalidad de los
contenidos trabajando la interacción con el
medio.
En relación con las actividades,
debemos evitar las estandarizaciones que realizan
los libros de textos y posibilitar, mediante un proceso
de adecuación, mejores y más diversificadas
las vivencias educativas de los alumnos.
Los valores y las actitudes no
se aprenden, se viven y se comparten.
Con respecto a las Adaptaciones
Curriculares las definiríamos como las acciones
ordenadas a resolver las dificultades de aprendizaje
de algunos alumnos y que se abordan a través
de un proceso de diagnóstico y resolución
de los problemas de aprendizaje que se dan en el aula
suponiendo una programación que contiene modificaciones
de menor o mayor entidad con relación a la programación
general.
A continuación presentamos
el cuadro general donde se resumen todas las posibles
adaptaciones curriculares en función de las variables,
modos y orígenes de las necesidades educativas.
1.2.1.5. LOS
APOYOS COMO ELEMENTO CONDICIONANTE EN LAS ESTRATEGIAS
DE ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD. SU ORGANIZACIÓN
Y SU EFECTIVIDAD.
Me perece necesario, como mecanismo
que condiciona las estrategias de atención a
la diversidad, el resaltar la importancia que tiene
la organización y estructuración de los
apoyos en los centros y de las posibilidades que nos
puede brinda dicha organización en función
de las distintas perspectivas con las que podemos abordar
este elemento, tan común en nuestras escuelas
y, a la vez, tan discutido y criticado en el ámbito
educativo.
Como expresa Zabalza (1996), el
apoyo, como organización a muy distintos niveles,
se encuentra justificado debido a relación entre
a) los aspectos organizativos que tiene que proponer
el centro dentro de los esquemas de funcionamiento que
se plantean en el Reglamento de Organización
y Funcionamiento (ROF), b) la diversidad a la que tiene
que dar respuestas y que se manifiesta en toda su plenitud
dentro y fuera del centro escolar, y c) la propuesta
curricular a desarrollar con sus alumnos y alumnas.
Estas tres variables o parámetros son los ejes
determinantes que deben condicionar todas aquellas decisiones
y trámites de procedimiento para atender a la
diversidad, a las necesidades educativas, a las dificultades
de aprendizaje y todas aquellas mejoras y procesos de
cambio que se entiendan como necesarias por la comunidad
escolar para mejorar la calidad de la enseñanza
y la educación.
Son pues las siguientes prioridades
las que tenemos que resolver con relación al
diseño, estructura y compromiso ante los apoyos:
Condiciones organizativas
para atender la diversidad.
Modelos de organización.
Cultura Institucional y expectativas.
Respuestas curriculares a
la diversidad.
En este sentido, debemos decir que
el apoyo no es exclusivo a los apoyos individualizados
de los alumnos con necesidades educativas, puede servir
para reconducir a otros tipos de necesidades:
Apoyos a situaciones y procesos
concretos (trabajo de asesoramiento a lo largo de
una actuación general o global del centro:
Proyecto de centro, Proyecto curricular, etc.).
Apoyo a procesos sectoriales
(trabajos más concretos y específicos:
áreas curriculares, orientación y tutorías,
etc.)
Apoyos a instituciones en su
conjunto (objetivo general como mejora de la propia
Institución: potenciar el cambio)
Concretamente y en relación
con las modalidades de apoyos, Parrilla (1996) realiza,
en mi opinión, una propuesta bastante acertada
de la posible configuración que puede tener un
apoyo determinado en relación de las distintas
variables, participantes y destinatarios que influyen
en estos procesos. Los posibles modelos a tener en cuenta
en lo que llamamos apoyo interno a la institución
en todos su niveles y ámbitos de intervención
y actuación, lo determinan cuatro grandes variables:
el individuo, la escuela, el experto y la colaboración.
Según la misma autora, las
combinaciones entre estas variables pueden concretar
el modelo de apoyo identificado por características
propias que los definen:
Apoyo terapéutico,
relacionando al individuo, como sujeto que recibe
el apoyo, y el experto como especialista (externo)
que diagnostica y dictamina sobre la intervención.
Apoyo como consulta y
recurso, relaciona al experto con la escuela como
institución que interviene en el proceso y
destinataria del apoyo.
Apoyo individual colaborativo,
relaciona al individuo con la colaboración
entre profesionales.
Apoyo curricular, relaciona
a la escuela con los procesos de colaboración
entre sus miembros.
Cuadro
nº 8: Modelos de apoyo interno (Parrilla, 1996)
Debemos comentar, antes que nada
(ya que la experiencia así lo demuestra), que
no existen recetas claras y contundentes que evidencien
y garanticen la efectividad de los apoyos y concrete
los procedimientos y nuevas fórmulas organizativas
a poner en práctica, sobre todo porque las distintas
variables contextuales, humanas, profesionales, etc.,
conllevan una gran carga de interferencias debido a
la cantidad de elementos que condicionan la pureza del
modelo previsto, tanto en su planificación como
en su desarrollo y resultado. De hecho cada escuela,
cada claustro, cada aula, cada alumno reaccionaría
de distinta forma a unos estímulos sobre intervención
concreta (aunque estuviéramos en las mismas condiciones
de partida y utilizáramos idénticos procedimientos).
Todo ello nos conduce a tener presente
que cada posibilidad de intervención o acción
es única e irrepetible y que siempre correremos
el riesgo de que lo que se pretende planificar u organizar
quizás no concuerde con lo que realmente ejecutamos
ni, evidentemente, con los resultados obtenidos.
En el siguiente cuadro se detallan
superficialmente las principales características
y valoraciones de cada uno de los modelos mencionados.
MODALIDAD
CARACTERÍSTICAS
VALORACIÓN
Modelo
de apoyo terapéutico (Individuo/Experto)
*
Su espacio de intervención sería el
aula de apoyo (abierta o cerrada) o el apoyo en
el aula de tutoría.
* Estaría centrado en el déficit o
dificultades del alumno o alumna como característica
inherente a estos. *Identificado claramente con
un modelo clínico de intervención
ya que la escuela no esta preparada para dar respuesta.
*La orientación estaría centrada en
las estrategias enseñanza particularizada
en el individuo como receptor de las acciones.
*Ante cualquier duda o conflicto prevalece el papel
del experto o especialista ya que se supone con
autoridad técnica para tomar las decisiones
de cómo realizar los procesos.
*
Supone un apoyo deficitario ya que las acciones
a realizar se producen una vez confirmado del déficit.
* El diagnóstico solo tiene utilidad como
confirmación del déficit.
* La escuela no interviene como institución
en el proceso que da ajena a las iniciativas.
* Se mantiene la visión individualizada del
apoyo, pero existe planificación y colaboración
entre los profesionales.
* Las tomas de decisiones son conjuntas por lo que
existe responsabilización en la planificación
y desarrollo de las medidas
* Se acepta la opinión del otro y su aportación
como profesional.
*Puede
presentarse problemas en las relaciones personales
y profesionales.
*Puede conllevar a enfrentamientos por planteamientos
ideológicos.
*Posibilidad de redefinición de roles
Apoyo
como consulta y recurso
(Experto/Escuela)
*Tiene
la concepción de que la institución
escolar tiene relación con las necesidades
planteadas por el alumnado
* Se estudian las variables escolares de incidencia,
sean organizativa, estructurales o curriculares.
*Se analizan los problemas desde una perspectiva
técnica (experto), ya que se confía
en los expertos para llegar a la solución.
*La
escuela es pasiva y se limita a recibir el apoyo.
*Los protagonistas no son los docentes.
* Son los expertos en la materia (internos o externos
al centro) los que determinan las acciones e intervenciones.
* El proceso para determinar el apoyo es unidireccional:
de los expertos a la escuela. Proceso intervencionista
exclusivo de los expertos.
Apoyo
curricular
(Colaboración/Escuela)
*
Dimensión colaborativa y la institución
escolar asumen la preocupación para resolver
los problemas.
* La escuela es considerada como una institución
que aprende
* La reflexión e indagación de los
profesionales internos son las principales estrategias
docentes
* Existen distintos niveles de actuación:
a la Comunidad, a la familia, a los profesores,....
*
Existen procesos interactivos, colaborativos y participativos
conducentes a una corresponsabilidad de todos los
docentes
* Actuación interna sustituye a la intervención
externa.
* La propuesta de cambio se produce desde las iniciativas
internas al centro.
* Las acciones se corresponde con actuaciones globales
más que individuales
Gráfico
nº 9: Características y valoración
de los modelos de apoyo interno (Parrilla, 1996).
Se hace evidente que la valoración
positiva de los modelos de apoyo en relación
con la atención a la diversidad se relaciona
claramente con los siguientes aspectos:
La institución escolar
es la primera que debe asumir la responsabilidad de
dar respuestas a la diversidad y a las necesidades
de los alumnos y alumnas. Por ello son los docentes
los principales accionistas de esta empresa, debiéndose
crear unos procesos compartidos y de colaboración
en los distintos cauces, estrategias, procesos y acciones
para posibilitar la mejora y el cambio.
Los problemas individuales de
los alumnos deben ser asumidos como problemas a resolver
por la institución escolar.
Las intervenciones externas como
expertos deber ir acompañadas por las acciones
colaborativas de los profesionales que comparten y
participan en los procesos de apoyo.
La intervención clínica
especializada que se corresponde con la atención
a la diversidad, debe ser sustituida por la acción
curricular consensuada y asumida por responsables
directos que comparten la problemática.
Por último, los procesos
de cambio y la apuesta clara para atender la diversidad
casi siempre están producidos por el afán
de mejorar el día a día de forma intencionada
y compartida por la comunidad educativa.
1.3. ALGUNOS
PROGRAMAS Y ACTUACIONES RELACIONADOS CON LA ATENCIÓN
A LA DIVERSIDAD Y LA COMPENSACIÓN DE LAS DIFICULTADES
Y DESIGUALDADES EN LA EDUCACIÓN PRIMARIA.
Las distintas realidades sociales
y educativas que se nos muestra en nuestro entorno hace
que en muchos casos se proceda con la previsión
y cautela necesaria que permita un análisis lo
más certero y cercano de las distintas problemáticas
en las cuales queremos incidir.
Hay que partir pues de la premisa
de que el abordar los problemas socioeducativos siempre
debe estar condicionado por las variables y cuestiones
"locales"; por ello los proyectos y programas
que vamos a describir deben ser entendidos como referentes
o marco general de actuación, y con la conveniencia
oportuna que exija cada caso, proceder a la contextualización
del mismo y concretar las cuestiones elementales y básicas
que permitan las circunstancias.
Veremos a continuación aquellos
programas que desde el ámbito institucional se
llevan a cabo en nuestros institutos. Todos ellos obedecen
a un esquema general avalado por unas instrucciones,
orientaciones o sugerencias más o menos definidas
que deberán ser tenidas en cuenta por los centros
y organismos colaboradores.
El enfoque que la Administración
educativa ha dado a la atención al alumnado inmigrante
es un enfoque intercultural, esto es, una educación
intercultural, donde el aspecto más importante
es el de considerar la igualdad de oportunidades para
todos los miembros de las culturas minoritarias, dentro
de unas condiciones de aceptación, tolerancia
y solidaridad que se exigen para poner en práctica
la empatía y comprensión en el proceso
de integración de la población inmigrante
en la sociedad que los acoge. Se pretende pues dar un
paso más a la constatación y aceptación
de la diversidad y multiculturalidad consistente en
hacer que las relaciones entre las culturas sea de calidad,
en concebir dicho proceso desde un punto de vista educativo
e intencionado en un marco de consideración de
igualdad de derechos y de oportunidades.
Los condicionantes o necesidades
que presenta el alumnado inmigrante podemos concretarlas
en las siguientes:
Poseen un patrón cultural
diferente a la cultura de acogida que en nuestro caso
es la andaluza. Así, por ejemplo, el aspecto
religioso es un tema que requiere una atención
especial y debe ser consecuente con los ritos y tradiciones
que la familia quiere trasmitir a sus hijos.
La lengua materna es normalmente
muy distinta a la española.
Las condiciones socioculturales
y económicas a las que han estado o están
sometidos derivan en necesidades educativas que se
manifiestan en medio escolar.
Las condiciones de vida y subsistencia
que la familia posee, ya que en muchos casos es
itinerante o poco estable en un lugar determinado
aspecto que condiciona también los procesos
educativos de los menores.
Aparte de las condiciones ya mencionadas,
pueden existir otras de mayor o menor importancia propias
de las condiciones familiares y personales que, tanto
las familias como los alumnos puedan sufrir (marginación,
ilegalidad,... etc.).
A continuación relataremos
los objetivos y medidas que se pretenden con la población
inmigrante según se recoge en el Plan Andaluz
de Educación de Inmigrantes de la Consejería
de Educación y Ciencia publicado en el 2001.
OBJETIVOS
MEDIDAS
Y ACTUACIONES
Facilitar
la escolarización de todas las niñas
y niños pertenecientes a familias inmigrantes,
en las mismas condiciones que el alumnado andaluz.
1.1
Divulgación, entre las familias y colectivos
de inmigrantes, de los aspectos básicos del
proceso de escolarización y organización
del sistema educativo en Andalucía y de las
convocatorias de becas y ayudas al estudio.1.2 Campañas
de sensibilización entre la población
inmigrante para la escolarización de las
niñas y niños en la Etapa de Educación
Infantil.1.3 Dotación de recursos humanos
y materiales extraordinarios a los centros que escolaricen
un número significativo de alumnado inmigrante.
1.4 Acceso a los servicios complementarios.
1.5. Acceso a plazas en las Residencias Escolares
para que el alumnado inmigrante pueda continuar
sus estudios después de cursar las enseñanzas
obligatorias.
1.6. Fomento de la participación del alumnado
inmigrante en las actividades extraescolares del
centro.
1.7. Formalización de convenios con entidades
sin ánimo de lucro para establecer la figura
mediadora intercultural.
Favorecer
que los centros elaboren Proyectos de Centro interculturales
que faciliten y promuevan procesos de intercambio,
interacción y cooperación entre las
culturas.
2.1
Formación y asesoramiento específico
al profesorado de los centros que atienden al alumnado
perteneciente a familias inmigrantes.
2.2. Publicación de materiales de apoyo y
asesoramiento para los centros y el profesorado.
Potenciar programas de apoyo para el aprendizaje
de la lengua española.3.1 Creación
de aulas temporales de adaptación lingüística.
3.2 Formalización de convenios con entidades
sin ánimo de lucro para apoyar el aprendizaje
de la lengua de acogida, con personal cualificado
que conozca la lengua propia del alumnado.
Facilitar
el aprendizaje de la lengua materna para que el
alumnado no pierda su cultura de origen.
4.1
Apoyo a programas para el aprendizaje y desarrollo
de la lengua y cultura maternas.
4.2. Elaboración de materiales didácticos
para la enseñanza de la lengua materna del
alumnado inmigrante.
4.3 Gestión ante los países de origen
para que faciliten profesorado para que las alumnas
y los alumnos inmigrantes tengan un buen dominio
de su lengua materna y para que el resto del alumnado
del centro tenga opción de aprenderlas.
Favorecer
un clima social de convivencia, respeto y tolerancia,
en especial en las zonas que acogen inmigrantes,
fomentando que los centros educativos sean un núcleo
de encuentro y difusión de los valores democráticos
no sólo de la comunidad educativa sino del
propio barrio y zona
5.1.Apoyo
a los centros para que pongan en marcha procesos
de reflexión y contraste sobre la perspectiva
intercultural que impliquen a todos los sectores
del barrio en el que se encuentra el centro.
5.2 Impulso de la participación de Madres
y Padres del alumnado inmigrante en los centros
docentes.
5.3 Fomento de la participación del alumnado
inmigrante en las Asociaciones de Alumnos y Alumnas.
Potenciar
el desarrollo de acciones de formación integral
de los alumnos y alumnas Inmigrantes adultos, interviniendo
de forma especial sobre los padres y madres cuyas
hijas e hijos estén escolarizados en la educación
básica
6.1
Integración de la población inmigrante
en la formación básica de Adultos.
6.2. Desarrollo de planes educativos en los Centros
de Adultos dirigidos a la población inmigrante.
6.3. Formación específica del profesorado
de Educación de las Personas Adultas que
trabaje con población inmigrante.
6.4 Establecimientos de convenios con asociaciones,
organizaciones o instituciones que trabajen con
población inmigrante.
6.5 Promoción de la participación
de las personas inmigrantes adultas en asociaciones
de alumnos y alumnas, de vecinos, culturales etc.6.6
Impulsar Planes de Acción Comunitaria que
permitan el desarrollo de acciones de integración
social.
Impulsar
Planes de Integración Social de la población
inmigrante más desfavorecida con la participación
de las distintas administraciones y organizaciones
sin ánimo de lucro.
La
propuesta de la interculturalidad representa un
reto para todas las instituciones sociales y para
todas las administraciones públicas. Por
tanto, la labor del centro educativo tiene que verse
reforzada por actuaciones en el ámbito sociocomunitario
de otras instituciones, administraciones y asociaciones
sin ánimo de lucro.
Cuadro
nº10 : Síntesis del Plan Andaluz de Educación
de Inmigrantes de la Consejería de Educación
y Ciencia.
Gráfico
nº11: Atención al alumnado extranjero
De otra parte, las actuaciones que
se realizan y desarrollan en el marco de la atención
al alumnado inmigrante en Andalucía son las siguientes:
Elaboración y actualización
de un censo que permita conocer en cualquier momento
la distribución y movimientos de la población
inmigrante en relación con las previsiones
para establecer los recursos.
Establecimiento de las aulas
temporales de adaptación lingüística
(ATAL) en los centros que así lo requieran
por el elevado número de alumnos con necesidades
educativas centradas en el aprendizaje de la lengua
española.
Elaboración de materiales
curriculares adecuados y adaptados a las necesidades
educativas que presenten los alumnos y alumnas, centrados,
sobre todo, en dos líneas principalmente: salvar
las dificultades en el aprendizaje del lenguaje, y
en orientar al profesorado para el desarrollo de actividades
concretas para facilitar la adaptación e integración
de los alumnos extranjeros en el medio escolar y social
donde se desenvuelven, incluida la educación
intercultural como materia transversal del currículum.
Propiciar la colaboración
de instituciones y organismos no gubernamentales.
Con respecto a la colaboración entre instituciones,
se requiere la no siempre conseguida coordinación
en los distintos planos que demanda la situación
sociolaboral y cultural de las familias inmigrantes.
Con respecto a la colaboración de las ONGs
sí parece haber cierta necesidad a concretar
y practicar la colaboración en nuestra Comunidad,
entre otras cosas porque cubren parcelas muy necesarias
en la mediación, información y actuación
con los colectivos de inmigrantes, respondiendo a
su vez con mayor inmediatez al estar más cercanos
y ser conocedores de la problemática cotidiana;
manifestándose mayor confianza y entendimiento
entre ambas partes. En concreto, dentro del ámbito
escolar, la colaboración de las ONGs se culmina
con la firma de convenios/acuerdos de colaboración
con la Administración Educativa en los cuales
existe el compromiso y responsabilidad de desarrollar
las acciones que se establezcan de mutuo acuerdo;
estas acciones, normalmente responde a las siguientes:
a) Mediación intercultural
b) Seguimiento y apoyo escolar en colaboración
con los centros educativos.
c) Formación del personal docente y del profesorado
en general.
d) Colaboración en los procesos de escolarización
de los alumnos.
e) Colaboración en desarrollar actuaciones
conjuntas para evitar el absentismo escolar que
pudiera afectar a los alumnos ya escolarizados.
Como vemos, las pretensiones de
la Administración Educativa son ambiciosas y
con la intención de responder a una gran variedad
de situaciones socioeducativas que pudieran darse en
las distintas realidades de nuestra geografía,
aunque creo que, a parte de los recursos, que a todas
luces son necesarios, el énfasis o el protagonismo
hay que depositarlo en los propios centros educativos
y en los tutores que son en definitiva los que van a
posibilitar el proceso de aprendizaje, de adaptación
e integración de todos los escolares. Por ello,
quisiera realizar algunas reflexiones sobre qué
sería conveniente tener en cuenta a la hora de
concretar las acciones educativas:
Es necesario entender que la
Educación Intercultural se establece dentro
del marco de la propuesta docente que se realiza
en el Proyecto de Centro, que es a través
de éste y de las posibilidades que nos ofrece
la autonomía en el diseño y realización
de los programas adaptados y adecuados a las necesidades
del centro y de los alumnos lo que permite de forma
intencionada y eficaz la atención a la diversidad
en relación a la educación intercultural.
Es necesario entender que, en
la mayoría de los casos, las necesidades que
plantea el alumnado inmigrante, en mayor o en menor
grado, no dista mucho de las necesidades que plantean
el resto de los alumnos, ya que en los procesos de
integración e inclusión el trabajo se
realiza con la totalidad de los alumnos; del mismo
modo, se plantean las dificultades en el aprendizaje
que manifiesta el alumnado inmigrante en relación
a las materias curriculares, aspecto que debemos abordar
desde la individualidad y personalización de
los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Necesidad de desespecializar
los procesos de integración para las minorías
étnicas en el sentido de que los centros deben
ser autosuficientes en atender las demandas surgidas
en este sentido, por lo tanto debemos pensar en evitar
las "intervenciones" salvadoras que provienen
desde el exterior y que en la mayoría de los
casos obedecen a procesos más "clínicos"
que humanistas y/o curriculares siendo poco entendidas
o irrealizables.
Por último, creo que
la mejor aportación que los docentes podemos,
hacer a la Educación Intercultural es la
de entenderla dentro de los parámetros curriculares
que son necesarios abordar en el día a día
de forma intencionada y organizada, con una clara
visión que debe responder a las necesidades
personales, sociales, culturales y, evidentemente,
educativas que demandan no sólo el colectivo
minoritario sino la totalidad de individuos que
forman parte de los procesos de comunicación
y de interacción en el medio escolar y social.
El derecho a la educación
y a una escolaridad normalizada de todos los niños
y niñas en las etapas obligatorias de la enseñanza
es un factor esencial de progreso y desarrollo de los
ciudadanos y de la sociedad en general. Tanto la Constitución
Española como la Ley Orgánica, l/1990,
de Ordenación General del Sistema Educativo,
de 3 de octubre, establecen que la educación
primaria y la educación secundaria obligatoria
constituyen la enseñanza básica, que comprenderá
diez años de escolaridad y que será obligatoria
y gratuita. Del mismo modo, la Ley 1/1998, de 20 de
abril, de los derechos y atención al menor, en
su artículo 11.4, así lo recoge en términos
de protección del menor.
Recientemente se ha publicado el
Acuerdo de 25 de noviembre de 2003, del Consejo de Gobierno,
por el que se aprueba el Plan Integral para la Prevención,
Seguimiento y Control del Absentismo Escolar (BOJA nº
235 de 5 de diciembre de 2003). Dicho acuerdo mantiene
unos principios básicos:
Integralidad en las actuaciones
desde los distintos ámbitos relacionados con
la mejora de las condiciones de vida del alumno/a.
Coordinación interadministrativa
con implicación expresa de todas las administraciones
públicas.
Focalización para concretar
las actuaciones, recursos y esfuerzos en las zonas
con mayor incidencia.
Prevención como la condición
principal para evitar los posibles casos de absentismo
o abandonos.
Implicación de las familias
en todos los procesos entendiéndola como
unidad base para la intervención socioeducativa.
Las áreas de actuación
y los objetivos de cada una de ellas se detallan a continuación:
- Prevención e Intervención en el ámbito
educativo:
1 Prevenir los posibles
casos de absentismo escolar, facilitando que los centros
docentes y los equipos educativos desarrollen medidas
que potencien la integración y la adaptación
de la enseñanza a las necesidades y características
del alumnado en situación de riesgo social.
2 Desarrollar en el ámbito del centro docente
las medidas de seguimiento individualizado que se
requieran, con la participación de tutores,
departamento de orientación y departamentos
didácticos, así como de los órganos
de dirección del centro, para implicar a los
alumnos absentistas y a sus familias en la asistencia
regular a los centros.
3. Prevenir y controlar el absentismo escolar vinculado
a la pertenencia del alumnado a familias dedicadas
a tareas laborales de temporada o a profesionales
itinerantes.
- Intervención en el ámbito
social y familiar.
1 Apoyar, implicar y
concienciar a las familias de los menores absentistas
en el proceso educativo, modificando sus actitudes
hacia la institución escolar y comprometiéndoles
en la asistencia regular de sus hijos a los centros
docentes.
2. Aplicar las medidas de intervención en el
ámbito socio-familiar que se requieran en los
casos de absentismo escolar manifiesto, a fin de prevenir
el abandono prematuro del sistema educativo de alumnos
y alumnas que podrían encontrarse en situación
de riesgo de exclusión social.
3. Diseñar y aplicar, en colaboración
con los centros docentes, planes de intervención
psicosocial con los menores absentistas y sus familias,
mediante la colaboración de entidades o asociaciones
con experiencia y formación en el campo de
la intervención social y comunitaria.
4. Establecer los cauces de comunicación y
colaboración entre los Servicios Sociales Municipales
y los Centros Docentes que permitan un seguimiento
individualizado de aquellos casos que lo requieran.
- Formación e Integración
laboral:
1 Facilitar el tránsito
desde el sistema educativo a la formación ocupacional
de los jóvenes y su participación en
acciones formativas adaptadas a sus necesidades e
intereses, con objeto de favorecer su integración
social y laboral.
2. Potenciar la oferta de formación profesional
en las localidades o zonas con alta incidencia de
situaciones de absentismo escolar y la incorporación
a las citadas modalidades formativas de los alumnos
y alumnas que hayan finalizado la edad de escolaridad
obligatoria.
- Formación y Coordinación:
1 Potenciar la coordinación
entre las administraciones y de éstas con otras
entidades públicas y privadas, integrando las
aportaciones de los servicios educativos, sociales,
sanitarios, de vivienda y demás recursos comunitarios,
con el fin de adoptar las medidas necesarias para
la asistencia y participación activa de todos
los alumnos y alumnas en su propio proceso educativo
y optimizar los recursos de que se dispone.
2. Favorecer el encuentro, la formación y coordinación
entre los profesionales dependientes de las diferentes
administraciones para el desarrollo de cuantas actuaciones
permitan la prevención y tratamiento de las
situaciones de absentismo escolar, con objeto de favorecer
el establecimiento de estrategias coordinadas de actuación.
Históricamente en nuestra
comunidad se distinguen dos grandes problemáticas
con respecto al absentismo que pudieran presentan los
alumnos y alumnas, uno es el producido por los alumnos
cuyos padres se desplazan a otras localidades para desarrollar
su tarea agrícola en distintas épocas
del año llevándose consigo a los menores
suponiendo esto un grave problema para el proceso de
formación estos alumnos; y el otro caso es el
denominado absentismo de origen social que obedece a
múltiples causas sociofamiliares, económicas,
culturales, etc.
Hasta ahora, ya que el Acuerdo de
25/11/2003 establece unos nuevos procedimientos y medidas
que tendrán que llevarse a la práctica,
se han llevado a cabo distintas líneas de intervención
/actuación en relación con el absentismo
escolar, pasaremos a continuación a explicar
los procedimientos y actuaciones que se han desarrollado
en las dos situaciones descritas con la problemática.
El desplazamiento de los escolares,
hijos de los trabajadores, a los lugares de destino
donde tienen lugar las campañas agrícolas,
conlleva a una ruptura, no deseable, en el proceso de
escolarización de estos alumnos y alumnas, con
repercusiones evidentes que afectan al menos en los
siguientes aspectos:
El proceso de enseñanza-aprendizaje
de este alumnado se ve interrumpido por largos periodos
de tiempo. En el mejor de los casos se matriculan
en los centros escolares de las localidades de destino.
Normalmente este trasiego deriva
en absentismo escolar.
En caso de escolarización
en los centros de destino, la exigencia de adaptación
que se le exige al alumnado a los nuevos centros con
nuevos compañeros, profesores, materiales,...etc.
es bastante alta.
Del mismo modo, el desarraigo
afecta a los aspectos sociales debido a su nuevo hábitat.
Otro efecto negativo es el que
puede derivar en condicionar claramente a estos alumnos
a ser futuros temporeros ya que viven año tras
año los modelos de vida de sus progenitores
y de manera intencionada pueden empezar a trabajar
tempranamente en las mismas labores con el objeto
de ganar otro jornal con el consecuente abandono de
los estudios.
El mismo efecto negativo, o aun
mayor, podemos identificarlo en las familias itinerantes
(feriantes, vendedores ambulantes, etc.).
En todos estos casos es importante
minimizar el efecto del desplazamiento del alumnado
a otros lugares, o, en el mejor de los casos, evitar
a través de distintos medios que el alumno se
desplace con sus padres. Para ello, la Administración
Educativa establece distintos recursos institucionales
(Orden de 15 de mayo de 1998, BOJA nº 67 de 18/5/98):
I) Alumnado desplazado:
Seguimiento de los alumnos que
se desplazan con sus padres a otras localidades a
través del "Informe individual de desplazamiento
de alumnos afectados por campañas temporeras".
Dicho informe es de gran provecho si se utiliza con
los fines que persigue, esto es, que sea cumplimentado
por los tutores de los centros de origen (información
sobre los niveles de competencia curricular conseguida
por el/a alumno/a en las materias básicas del
nivel y ciclo donde esté escolarizado) con
el objeto de que cuando el alumno llega al centro
de destino se tenga la suficiente información
y, en consecuencia, se proceda en su educación.
Del mismo modo, y en sentido inverso, el centro de
destino cumplimenta el informe de desplazamiento del/a
alumno/a una vez finalizada la campaña y tenga
que volver a su localidad de origen, para que el centro
de origen tenga la información suficiente a
la hora de evaluar al/a alumno/a.
Control en los desplazamientos
de las familias cuando llegan las campañas
temporeras, tanto en los periodos que los alumnos
y alumnas producen baja en el centro de origen como
cuando se dan de alta (matriculación) en el
centro de la localidad de destino. En este proceso
nos encontramos con el principal problema que plantean
las familias temporeras, ya que muchas de ellas no
avisan en sus centros de los desplazamientos, lo que
impide que el alumno o alumna lleve su informe de
desplazamiento, aspecto que no supone problema siempre
que se matricule en los centros de destino y se proceda
después a pedir la documentación necesaria
de centro a centro. En muchos casos los padres no
van con el contrato firmado o no saben con exactitud
dónde van a trabajar, lo que supone retrasar
la matriculación de sus hijos, amen de las
condiciones en las que trabajan y dificultades que
pudieran plantearse a la hora de facilitar la asistencia
de los alumnos a los centros de destino (traslado
a las rutas de transportes, transporte escolar, comedores,
etc,). En los último años hay que reconocer
que ha habido un avance en materia de coordinación
institucional (Delegaciones Provinciales de Educación,
Asuntos Sociales, Diputaciones, Ayuntamientos y ONGs)
y creación de servicios de atención
para solventar las dificultades propias de las familias
temporeras, pero aún se constata la existencia
de muchos alumnos que no se escolarizan en las localidades
de destino.
No debemos olvidarnos del incremento
de familias inmigrantes que llegan a nuestra Comunidad
cada año para trabajar en las campañas
temporeras; esta circunstancia conlleva otra problemática
distinta a la hora de atender las demandas educativas
de los hijos de esos inmigrantes, ya que en su mayoría
no utilizan los servicios dispuestos o existen dificultades
de distinta índole para escolarizar y normalizar
la situación de los menores (desconfianza,
choque cultural, escasez de recursos, idioma, etc.).
II) Atención al alumnado
en su localidad de origen:
En este caso los padres se han
desplazado a las localidades donde realizan sus tareas
agrícolas y sus hijos siguen escolarizados
en sus centros, siendo atendidos por los servicios
educativos y sociales que para tal caso se ponen en
marcha por las distintas Administraciones. En muchas
ocasiones y en función de las distancias existentes
entre las localidades de origen y la localidad donde
se desarrolle la campaña, los padres pueden
volver a media tarde una vez concluida la jornada
laboral; en estos casos los servicios que se disponen
atienden a los alumnos por el periodo de tiempo coincidente
con la vuelta de los padres. Si los desplazamientos
entre las localidades no permite la ida y venida de
los padres en el mismo día, se ponen en funcionamiento
todos los recursos posibles para la atención
a los menores; a tal efecto la Administración
Educativa procura atender las demandas y necesidades
de todos los alumnos afectados por los servicios propios
como son los comedores escolares, transportes y residencias.
En aquellos lugares dónde no es posible tal
desarrollo de servicios existe la posibilidad de contratación
de los mismos, o, en último lugar, utilizar
la vía de convenios con otras Administraciones
Locales (Ayuntamientos, Mancomunidades y Diputaciones)
para establecer y garantizar los servicios necesarios
que cubran las necesidades de la población
escolar afectada por las campañas. Esta última
vía es la más utilizada cuando la Administración
Educativa no tiene los recursos necesarios en una
zona o localidad determinada; así, las actuaciones
más comunes llevadas a cabo por los Ayuntamientos
recogida en sus convenios con la Administración
Educativa se determinan:
En relación a los servicios
a prestar: comedor (desayunos, almuerzos, meriendas
y cenas), bolsas de comidas, complemento del comedor
escolar,...etc.
En relación al seguimiento
escolar: actividades lúdicas, de apoyo escolar,
talleres, actividades extraescolares, ,...etc.
En relación a la atención
personal: Residencias que desarrollan distintas
modalidades (de acogida, como centro de día,
con nocturnidad, sólo para manutención,...etc),
familias acogedoras (familiares directos e indirectos,
vecinos, compañeros de los hijos,...etc),
distintas modalidades de transportes,...etc.
El fenómeno absentista, si
bien no todos los centros escolares están gravemente
afectados por este problema, si, en aquellos que se
manifiesta, se constata un elevado número de
alumnos absentistas, correspondiéndose con zonas
o barrios determinados de las capitales o grandes poblaciones.
La problemática, como de todos es sabido, no
obedece sólo a requerimientos educativos, sino
que, en general, inciden otras demandas y necesidades
sociofamiliares y culturales que determinan con mayor
exactitud la causa o el motivo de la problemática
absentista. A modo de comparación podríamos
ver el absentismo escolar como la "punta de iceberg"
que es lo que se manifiesta, a nivel escolar y social.
Si analizásemos las causas o lo que hay debajo
de la punta del iceberg podríamos encontrar lo
que lo sustenta: sus orígenes y la trama de condicionantes
que mantienen y propician dicha situación. Creemos
pues, que en el planteamiento de propuestas y vías
de solución no sólo afecta al ámbito
educativo, se deben sugerir nuevas fórmulas de
tratamiento en donde factores como la familia, el trabajo,
los valores, factores culturales, condiciones de vida,
etc., toman una mayor relevancia e importancia a la
hora de entender el fenómeno que nos ocupa.
Las causas o motivos que dan lugar
o fomentan, en cierta forma, el absentismo escolar se
priorizan en los siguientes motivos:
Dejadez familiar (motivada por:
factor cultural -la educación no es un valor
principal / inclinación por lo material e instantáneo
/ analfabetismo de los padres / escasez de recursos
/ desestructuración familiar-...).
Cuidado de hermanos menores.
Ayuda en las tareas de la casa
(alumnas).
Ayuda en el trabajo (vendedores
itinerantes/temporeros)
Escolarización tardía.
Protección excesiva de
los menores (Educación Infantil: 3-6 años)
Por la falta de medios o recursos
más necesarios (libros, ropa, alimentación,
higiene,...).
Con respecto a la localización
y distribución del absentismo, y reconociendo
que el absentismo escolar puede incidir en cualquier
centro escolar, existen en nuestras ciudades varios
núcleos y/o barriadas donde se constata un mayor
índice de absentismo. Coincide en estas zonas
una problemática emergente que está generada
por algunas variables conocidas por todos: alto índice
de paro, economías muy precarias, alto índice
de analfabetismo, desestructuración familiar,
delincuencia, escaso interés por la institución
escolar, abandono de los estudios ...; todo ello coincidente
con las escasas posibilidades de promoción y
desarrollo personal, social y laboral aprovechables
por los habitantes de estas barriadas (escasa participación
en la vida social y mínima utilización
de los recursos comunitarios).
Con respecto a las distintas alternativas
y vías de solución, siempre pasan por
una actuación globalizadora cuando estamos hablando
de contextos muy degenerados; esto es, las acciones
deben contemplarse desde todos los planos posibles de
intervención: educativa, social, laboral, salud,
vivienda,...etc.
Los planes de actuaciones que hasta
ahora se han aplicado parecen tener una valoración
negativa; no han cumplido con los objetivos que se perseguían,
puesto que no es significativo la respuesta de las familias
y alumnos, tampoco se puede achacar el posible fracaso
a la falta de recursos empleados, ya que se han invertido
grandes cantidades económicas y de recursos.
Entonces ¿qué es lo que ocurre? Se me
ocurre una serie de factores que quizás no se
hayan tenido en cuenta a la hora de planificar las distintas
intervenciones:
Aunque existe una coordinación
a la hora de manifestar las intenciones de intervenir
de forma global en zonas determinadas de los distintos
organismos competentes para ello, esta coordinación
ha carecido en la realidad y en la práctica
de unidad, continuidad y seguimiento concreto, particular
y permanente, debido a que, generalmente, cada organismo
o representante responde por la institución
a la que representa, determinándose, en muchas
ocasiones barreras infranqueables debido a las escasas
posibilidades de agilizar o proceder de la forma más
idónea, de poder conjugar, aunque sea de forma
excepcional, acciones directas sobre la población
y/o su entorno inmediato y no aplicar acciones parciales,
en otras ocasiones inoportunas, descontextualizadas,
o atemporales.
Planteamiento correctivo y no
preventivo de la actuación. Asi, el absentismo
escolar debe entenderse desde un plano preventivo,
tanto en la acción social como en los procedimientos
por toda la comunidad educativa.
Propiciar más la intervención
que la actuación, entendiendo por actuación
la implicación directa y responsable de los
destinatarios; esto es, que tanto en el estudio de
las necesidades, como en la planificación,
desarrollo, seguimiento y valoración sean partícipes
y protagonistas las personas a las que van dirigidas
las acciones. Que las soluciones o alternativas se
planteen desde dentro.
No comprender la situación
de precariedad a la que está sujeta un menor,
una persona o una familia en las condiciones de marginación
social. Y aunque el absentismo no es justificable,
si podremos entender, desde la comprensión
y empatía, las verdaderas dificultades e incapacidades
a las que se está sometido.
No entender las actuaciones,
programas y proyectos dentro de un proceso intencionado,
consensuado, organizado y sistemático y practicar
intervenciones aisladas, parciales que parecen responder
más a las iniciativas puntuales o parciales.
Centrándonos en el absentismo
escolar y sus posibles procedimientos de intervención,
es conveniente atender a tres ámbitos de
actuación:
I) Ámbito Escolar:
Los centros docentes y el profesorado
en su conjunto son los que tienen que actuar para prevenir
la aparición del absentismo escolar, efectuar
los controles y seguimiento de los casos que puedan
producirse y mantener contactos con las familias en
orden a su erradicación.
Debemos resaltar en este ámbito
el carácter preventivo que adquiere cualquier
medida que se estime oportuna cuando hablamos de absentismo
escolar; así, debemos intensificar las acciones
en la Educación Infantil propiciando la escolarización
temprana y el seguimiento constante y permanente de
los alumnos en los que podamos observar algún
tipo de riesgo en relación a la no asistencia
del menor al centro escolar.
Propiciar la participación
de las familias en la vida del centro, aprovechando
los procesos tutoriales y relaciones entre la comunidad
escolar con otros tipos de actividades motivadoras e
interesantes para los padres.
Las acciones curriculares que desarrolla
el centro deben estar en consonancia con las necesidades
educativas que manifiestan los alumnos absentistas;
esto es que el Proyecto de Centro y sus elementos puedan
tenerse en cuenta para atender y facilitar la integración
de los alumnos en su aula, ya que debemos de motivar
la asistencia voluntaria con acciones que favorezcan
la integración en el grupo clase y alejarnos
de actitudes de rechazo o de recriminaciones gratuitas,
por lo que deben establecerse estrategias organizativas,
pedagógicas que la comunidad educativa considere
adecuadas para la prevención y acción
en situaciones de absentismo (actuación de tutores,
orientadores, EOEs, Jefes de Estudios, adecuaciones
y adaptaciones curriculares, refuerzo y apoyo, talleres
interdisciplinados, servicios complementarios de comedor,
transportes o residencias escolares.
Del mismo modo, con la mayor prontitud,
se debe establecer el procedimiento que ponga en funcionamiento
el mecanismo en los casos que se detecten y manifiesten
a través de las acciones propias de tutores (control
de faltas, tutorías con los padres,..), Jefes
de Estudios, Orientadores, Equipos de Orientación
Educativa, AMPAs, Voluntariado, etc., determinando el
papel a desarrollar por cada uno de ellos y el nivel
de coordinación exigible en cada caso. Es necesario
resaltar en este apartado la colaboración siempre
estimable de las Organizaciones no Gubernamentales y
el voluntariado que realizan un trabajo de mediación
muy positivo y que, en la mayoría de las veces,
no le es reconocido.
II) Actuaciones en el ámbito
sociofamiliar:
En aquellos casos en que las actuaciones
en el ámbito escolar no hayan tenido repercusión,
se debería proceder a solicitar la colaboración
de los servicios comunitarios, ya sea porque tienen
información de la familia en cuestión
o porque se vea conveniente la intervención a
nivel de, primero esclarecer las causas que motivan
el absentismo escolar y, segundo, proceder, en caso
necesario, a tratar de intervenir con programas o estrategias
de atención familiar. En la mayoría de
los casos, si se tiene información, es en esta
fase donde se conocen los motivos reales de la problemática
familiar que motiva el absentismo escolar. También
hay que decir que no en todos los casos se puede contar
con los recursos suficientes para proceder a diagnosticar
la situación y a intervenir con la familia.
III) Fase institucional:
Una vez agotadas todas las posibilidades
anteriores, procedería la intervención
de las instituciones con competencia para garantizar
los derechos del menor y exigir responsabilidades a
los tutores legales (Delegación de Asuntos Sociales,
Servicios de Atención al Menor, Fiscal de Menores,...).
Aunque no creo que sea recomendable intervenir de oficio
con todos los padres o tutores legales que no colaboran
en la educación formal de sus hijos, debiéndose
estudiar cada caso en particular, sí debemos
estar a la expectativa para detectar la gravedad de
algunos casos de absentismo escolar que se manifiestan
junto con otras "anomalías" en el trato
de los menores en el seno familiar, y que en caso de
existir maltrato debe ser incuestionable la intervención
de las instituciones.
Debemos entender que los procedimientos
comentados en las tres fases anteriores no deben entenderse
de forma exclusiva y lineal, es más, todo lo
contrario, como ya dejamos claro, el absentismo escolar
es un fenómeno socioeducativo global por lo que
debemos propiciar, cuando el caso lo requiera, la intervención
de otros profesionales o instituciones en el momento
que sea más adecuado con vista a prevenir futuras
"anomalías", por lo que tenemos que
propiciar y conseguir, en estos casos, el trabajo conjunto
de docentes, orientadores, educadores, trabajadores
sociales y voluntariado. Las ventajas son evidentes:
Conocimiento de la realidad
del/a alumno/a de forma global (personal, familiar,
social,...) por todos los que intervienen en el mismo
caso.
Se evita la intervención
parcial, consecutiva y dispersa que en la mayoría
de los casos no responde a las necesidades planteadas.
Se consigue un traspaso de información
inmediata entre profesionales con las indicaciones
que al respecto estimen oportunas en cada parcela,
lo que agiliza la intervención y las posibles
alternativas de solución.
Se garantiza una intervención
o actuación consensuada por los profesionales
que mejor conocen la realidad del alumno.
Se rentabilizan los recursos
existentes y se operativizan y agilizan las gestiones
burocráticas (notificaciones, derivación
del caso, informes, ... etc.).
En caso de derivación
a otras instancias superiores, se tiene constancia
de las acciones realizadas de forma conjunta y de
las posibilidades reales de soluciones, por lo que
las decisiones a tomar siempre estarán contrastadas
por los conocedores de la realidad.
Cuadro
12: Procedimientos y actuaciones para la atención
al alumnado absentista
1.3.3. ATENCIÓN
AL ALUMNADO CON PROBLEMAS DE SALUD.
En ciertos casos la demanda educativa
puede deberse a la situación de enfermedad transitoria
o permanente que presente un alumno determinado; en
estos casos, aparte de las necesidades educativas que
el alumno pudiera presentar, existen varias cuestiones
que hay que tener en cuenta: a) la situación
regresiva que sufre el alumnado al estar afectado su
proceso educativo (faltas continuadas, periodos largos
de tiempo en hospital o en casa, etc.), b) la situación
personal, anímica y síquica, por la que
pasa el alumno o alumna enfermo/a y su relación
con su ambiente más próximo (familia,
amigos, compañeros,...etc) y c) los condicionantes
y características que la propia enfermedad pueda
afectar al alumnado en relación a las limitaciones
y privaciones en las que se ve inmerso.
En todos los casos de alumnado enfermo
hay que distinguir tres situaciones claramente diferenciadas:
Los alumnos y alumnas ingresados
en centros hospitalarios, en los que habría
que distinguir los de corta, media y larga estancia.
Los alumnos y alumnas que ya
han pasado por los centros hospitalarios y por prescripción
médica o por imposibilidad no pueden asistir
a los centros educativos y son o están convalecientes
de la enfermedad en su domicilio, normalmente, por
un periodo largo de tiempo.
Los alumnos y alumnas que se
encuentran, por cuestiones de enfermedad, en continuo
o frecuente absentismo, con periodos intermitentes
de asistencia a la escuela, ya sea por la obligación
de mantenerse en domicilio o por los ingresos reiterados
en centros hospitalarios.
Como podemos ver, las distintas
situaciones exigen distintos procedimientos de atención
educativa en relación a las características
que presenta el alumno o la alumna con la enfermedad
que padece.
En el primer caso procede una atención
educativa dentro de las dependencias hospitalarias,
las llamadas "Aulas Hospitalarias". Estas
aulas tienen unas características propias, tanto
por las incidencias singulares que desde un contexto
tan inhabitual para la educación como es el hospitalario,
como por las condiciones y características que
los destinatarios, esto es, los alumnos enfermos manifiestan.
Por esta razón creo que no existen dos aulas
hospitalarias iguales, es más, la diversidad
que se manifiesta en estos casos se incrementa cuando
detectamos necesidades educativas muy especiales, no
tanto por las razones puramente educativas, pedagógicas
y sociológicas, sino por las necesidades afectivas,
psicológicas a las que se tiene que enfrentar
el alumnado y su familia, al impacto que supone la enfermedad
y su proceso.
En estos casos el papel de los maestros
en las aulas hospitalarias se centra prioritariamente
en las siguientes actuaciones:
Atención directa en el
aula habilitada para desarrollar su labor docente,
la cual deberá ser adecuada para adaptarse
a las características propias de los alumnos:
espacios amplios (algunos alumnos se desplazan con
sillas de rueda, botes de suero, etc.), adecuación
del propio material mobiliario a las necesidades de
los alumnos, accesos sin barreras arquitectónicas,
posibilidad de organizar rincones en función
de las distintas actividades que se organicen y/o
para distribuir al alumnado en función de niveles
educativos (Infantil, Primaria y Secundaria) y todos
aquellos recursos, materiales o adaptaciones que exija
la adecuada atención educativa de los alumnos
y alumnas. En caso de no existir un espacio en el
hospital destinado como aula, el maestro realiza su
labor en otras dependencias o en la propia habitación
del alumno.
Atención a alumnos "encamados".
Son aquellos alumnos que la incidencia de la enfermedad
no les permite desplazarse. En este grupo incluimos
alumnos que están en aislamiento o que sufren
procesos infecciosos.
Recopilar la información
pertinente de los alumnos de media y larga hospitalización
a través de los centros educativos donde se
encuentran matriculados, de tal forma que se disponga
de un dossier lo más exhaustivo posible a la
hora de conocer las circunstancias y necesidades curriculares
que demandan.
Elaboración y aplicación
de los programas adecuados a las necesidades de cada
alumno. En este sentido, podremos encontrar programas
destinados a desarrollar actividades colectivas, grupales
e individuales; del mismo modo, dentro de las actuaciones
curriculares, se podrán desarrollar programas
más o menos generales que respondan a las expectativas
de cada alumno hospitalizado, entre los que podemos
citar los programas de refuerzo, apoyo, adaptaciones
curriculares en los distintos grados de significatividad
que se exija por parte del destinatario, de ampliación
de conocimientos, talleres lúdicos y expresivos,
etc.
Elaboración de materiales
de apoyo a la labor docente (materiales complementarios
al curriculum, lúdicos, informativos, didácticos,
etc.).
Trabajo con las familias de los
alumnos, desarrollando labores claramente centradas
en la información, orientación y asesoría.
Dentro de esta función se encuadra la labor
de los maestros hacia las familias centradas en informales
de la posibilidad y proceso a seguir para tener una
atención educativa domiciliaria una vez que
su hijo o hija tengan el alta medica y continúe
convaleciente en su hogar.
En el segundo caso enunciado anteriormente,
el que hace alusión al alumnado enfermo en domicilio,
los procedimientos son distintos:
Los padres o tutores legales
del alumno o alumna solicitan la atención educativa
a la Delegación Provincial de Educación
(Responsable del Área de Solidaridad y Compensación
Educativa) acompañada por un certificado médico
donde se haga constar la enfermedad que padece el
alumno o alumna y el tiempo previsible de convalecencia
en su domicilio sin poder asistir al centro educativo,
y por un informe del Equipo de Orientación
Educativa de la Zona en el caso que el alumno/a esté
en Educación Primaria y por el/la Orientador/a
del IES en caso de que el alumnos esté en un
Instituto de Educación Secundaria. Para tal
cuestión se han elaborado distintos protocolos
donde se recoja la información necesaria para
que la asociación y el maestro voluntario que
atienda al alumnado sepa los datos y la situación
escolar básica de éste.
Una vez realizada la constancia
de la demanda, se procede por parte de la Asociación
a buscar el personal necesario para atenderla; para
ello habrá que tener en cuenta varios aspectos:
a) el nivel educativo del alumno o alumna (en caso
de Educación Primaria y 1ª Ciclo de Educación
Secundaria se puede atender a través de un
maestro generalista o especializado en pedagogía
terapéutica, en el caso de que el alumno o
alumna esté en el 2º Ciclo de Educación
Secundaria o Bachillerato se intenta atenderle con
dos profesores, uno especializado en el ámbito
sociolingüístico y otro en el ámbito
científico tecnológico); b) localidad
desde donde se hace la demanda (en las localidades
con muchos habitantes es más fácil encontrar
voluntarios; del mimo modo, en localidades pequeñas
y apartadas de la capital o de poblaciones grandes
es más difícil encontrar personal voluntario
disponible, por lo que la labor de captación
de la Asociación en estos casos es muy laboriosa
y compleja) y, sobre todo, c) la tipología
de enfermedad que padece el alumno (ya que según
sea esta la intervención al alumnado va a estar
mediatizada por la respuesta que pueda dar a los estímulos
del maestro o profesor que le atiende; no olvidemos
que los alumnos normalmente están sometidos
a largos procesos médicos, tratamientos, hospitalizaciones,
curas, sesiones de radioterapia o quimioterapia,...
Por lo general, una vez que
el alumno o alumna puede asistir al centro educativo
se deja de atenderle.
En el tercer caso, cuando el alumno,
por la incidencia o características de su enfermedad
está obligado a estar periodos cortos de hospitalización
alternando con periodos de asistencia al centro educativo
y convalecencia en domicilio, la atención educativa
fuera del centro hospitalario se ve abocada a concretar
distintas posibilidades de atención, según
el caso de que se trate, teniendo en cuenta las tres
circunstancias comentadas en el apartado anterior (nivel
educativo, localidad o zona desde donde se realiza la
demanda y tipología de la enfermedad que sufre
el alumno o alumna).
En todos los casos anteriores se
exige un cierto nivel de coordinación permanente
entre los centros educativos, la Administración
Educativa, a través de los servicios implicados,
y la Asociaciones encargadas de la labor de atención
realizada por los voluntarios.
Cuadro
nº 13: Programas de atención al alumnado
enfermo
1. Ahora estás en mejores
condiciones para responder a algunos de los interrogantes
expresados en la presentación del módulo:
¿Es la diversidad un obstáculo
para educar? o ¿Supone la diversidad un valor
como riqueza colectiva?
¿Por qué la diversidad
se manifiesta con mayor intensidad en el ámbito
educativo?
¿Son compatibles la diversidad
y la educación?, ¿Supone la diversidad
en el aula un handicap para los docentes?
Intenta responder a cada uno
de los interrogantes
2. Explica las diferencias más
notables entre el refuerzo educativo y las adecuaciones
curriculares.
3. Enumera y comenta las diferencias
principales entre la atención a la diversidad
con relación a las desigualdades y la atención
a las dificultades de aprendizaje.
4. Comenta las diferencias más
notables entre los modelos apoyo terapéutico
y apoyo curricular.
5. ¿Se corresponden los programas
y actuaciones presentadas (apartado 3) con la intervención
/acción para atender a la diversidad en sus necesidades/dificultades?
Razona tu respuesta.
Responda Verdadero o Falso a
las siguientes cuestiones:
1. La diversidad se corresponde
con la suma de las individualidades.
2. Puede decirse que la orientación
educativa es consecuencia de la manifestación
de la diversidad en el contexto educativo en todas sus
facetas.
3. La contextualización (adecuación/adaptación)
de los programas y currículum responden a necesidades
derivadas de la propia manifestación de la diversidad
en el ámbito educativo.
4. El principio de igualdad de oportunidades
obedece a la intervención solidaria para atender
las dificultades en el aprendizaje.
5. Las desigualdades sociales se
identifican con las dificultades de aprendizaje.
6. La mejor y más efectiva
propuesta curricular a la diversidad es la que se adecua
a las necesidades de los individuos como alumnos y como
personas.
7. Satisfaciendo las necesidades
del colectivo al que pertenece el alumno satisfacemos
las necesidades educativas del propio alumno.
El refuerzo escolar se identifica con la adecuación
curricular.
9. Las alternativas que los Centros
educativos aplican para atender a la diversidad afecta
exclusivamente a los aspectos curriculares.
10. El modelo de apoyo colaborativo
esta basado en la posibilidad de mejora y cambio institucional
de la escuela para solucionar los problemas.
ACUERDO de 25 de noviembre de 2003,
del Consejo de Gobierno, por el que se aprueba el Plan
Integral para la Prevención, Seguimiento y Control
del Absentismo Escolar (BOJA nº 235 de 5 de diciembre
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Visita las páginas Webs
de las distintas Consejerías de Educación
de Comunidades Autónomas y MEC, existen variedad
de materieles relativos a orientación y diversidad
en Educación Primaria.
Visita las páginas Webs
de Centros Públicos de Educación Primaria
través de un buscador (Yahoo, Google, etc.)
existen muchos proyectos de centro con medidas,
orientaciones y actuaciones hacia la diversidad.
- Materiales y bibliografía
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Sevilla, Consejería de Educación y Ciencia.
Consejería de Educación y Ciencia (1998):
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