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Un edificio a medida (1999-2015)

El edificio que hoy alberga al Archivo ha sido construido en parte del solar del antiguo Convento de la Trinidad, que dio nombre al barrio donde se sitúa.

El primitivo Convento fue donación del capitán de artillería Francisco Ramírez de Madrid, secretario de los reyes y marido de Beatriz Galindo, quien cedió a los Trinitarios Calzados la ermita que había levantado en tierras de sus heredamientos en honor de San Onofre o Nuflo por los beneficios que le había hecho durante la conquista de esta Ciudad. A ella se trasladaron en 1494 los Religiosos desde el primer emplazamiento que les había sido asignado por los Reyes, y sobre un cerro, en la zona donde estuvo instalado el campamento de la Reina Católica durante la conquista de la ciudad, se irá construyendo el Convento.

La finalidad de la orden, al dedicarse a la redención de cautivos, influirá para que a lo largo de los siglos XVI y XVII el Convento vaya enriqueciéndose con propiedades y censos, fundándose Patronatos como el de Redención de Cautivos, el de doña Teresa Ponce de León o el de doña Rosa Jiménez y dependiendo de la situación económica, la comunidad ira ampliando el edificio y engrandeciendo su iglesia.

Están documentados los problemas que para el abastecimiento de aguas tuvieron, no sólo la necesaria para el uso de los frailes, sino también para el riego de las huertas anejas al convento; así como la reconstrucción de la torre tras el terremoto de 1680, y la fortificación de los muros circundantes en el mismo siglo, para contribuir a la defensa de la Ciudad.

El Catastro de Ensenada denotará que a mediados del siglo XVIII el Convento poseía 21 casas, 5 huertas, un total de 10 fincas rústicas y otros bienes; pero desde comienzos del siglo XIX las leyes desamortizado ras irán obligando a la comunidad a desprenderse de sus propiedades y rentas. Así vemos como ya en el año 1800 se van otorgando escrituras de ventas de casas o de redenciones de censos, lo que irá mermando sus recursos. Se harán varios intentos para suprimirlo, hasta que definitivamente en julio de 1821, la Contaduría Provincial se haga cargo de la administración de los bienes, inventariando las fincas, que serán vendidas en gran parte al siguiente año, quedando sólo un cortijo en el Campo de Cámara y continuando con la administración de los censos. Quizás acuciados por la falta de recursos, la comunidad dará poder en 1833 para recaudar las temporalidades del extinguido Convento de la misma Orden en Tarifa.

En 1828 la Junta de Sanidad se propuso trasladar a allí, el Hospital de San Juan de Dios, a lo que se opondrán los Trinitarios, justificando la imposible adaptación del edificio a las funciones que se proponen.

Pero la definitiva supresión de la comunidad, que aún continuaba arrendando alguna tierra en 28 de julio de 1835, lo será como consecuencia del Real Decreto de 25 de julio de 1835, pues a partir de mes de agosto la Administración nuevamente inventaría los bienes que quedaban, continuando con la gestión de sus rentas, y pasando el edificio del Convento a depender de la Administración Militar, primero del Cuerpo de Caballería y más tarde será adscrito al de Artillería, según lo determinado por el Real Decreto de 25 de enero de 1836, que seguirá utilizándolo como Cuartel hasta que, tras su desalojo por la administración militar, sea asignada su titularidad al entonces Ministerio de Cultura en el año 1984.

Un recorrido por el edificio

En el amplio espacio que frente a la entrada principal del Monasterio ocupaban las huertas del Convento, ha sido aprovechado para edificar el nuevo Archivo, permaneciendo el edificio del antiguo Monasterio abandonado y donde se proyecta actualmente construir el nuevo Museo de Málaga.

Del total del solar del conjunto monumental consistente en unos 10.000 m2, al Archivo se han asignado 4.320 m2 de superficie, lo que le permite estar rodeado de zonas ajardinadas y de un amplio espacio dedicado a aparcamientos. El edificio actual es obra del arquitecto D. Pedro Salmerón. Escobar y cuenta con más de 5.100 m2 construidos. Esta compuesto por dos módulos de diferentes alturas, a los que un amplio patio de luces divide longitudinalmente separando la zona pública, de libre acceso, de la zona de acceso restringido.

Sala de consulta y área abierta al público

La zona de libre acceso ocupa en planta baja más de 725 m2, y consta de Sala de Consulta de 221 m2, con 40 puestos de lectura equipados con mesas pre-electrificadas y preparadas para, en su día, poder acceder a la red informática del Centro y tiene además dos lectores reproductores de microfilma. Junto a ella la Sala de Referencias y la de Atención al Investigador, Guardarropa, etc.

Al otro lado del hall de entrada se sitúa la Sala de Conferencias y Usos Múltiples de 146 m2 y capacidad para 80 personas, dotada de vitrinas. Tiene además instalación de rieles para la exposición de cuadros y luz indirecta.

En la primera planta se encuentran el área de Administración, con un total de 280 m2 donde se ubican las oficinas y despachos dedicados a la administración del Centro y una Sala de juntas.

Área de trabajo y tratamiento de la documentación

Separada por el patio, al que se accede desde el núcleo de comunicaciones, la zona de acceso restringido consta en la planta baja del Muelle de descarga que da entrada a un Almacén donde se ha instalado la Cámara de Desinsección, contigua a ella la Sala de Clasificación, un Taller de Restauración de Documentos, equipado con disgregadora automática, reintegradora, dos laminadoras, varias prensas, vitrina extractora de gases, cinco negatoscopios, cizallas, y todo el instrumental necesario para la restauración del papel así como la encuadernación de los tomos; y el Laboratorio de Microfilmación dotado de cámara planetaria¡ procesadora y duplicadora, más otra Sala que se ha utilizado para instalar en ella parte de la Biblioteca Auxiliar.

Más de 18 km. de estanterías en los Depósitos

Sobre el área de trabajo, se alzan los depósitos de documentación. Un total de 2.600 m2 construidos han sido dedicados a este fin, distribuidos en cuatro plantas a las que se accede por pasarelas desde el núcleo de comunicaciones. Cada planta está compartimentada en tres depósitos, equipados todos ellos con estanterías compactas, que tienen capacidad para más de dieciocho mil metros lineales de documentación. Dotados de sistemas de control y rectificación de la temperatura y humedad individualizados, cuentan con sistemas de detección y extinción de incendios, ventilación natural y forzada, etc.

El edificio, perfectamente estudiado para separar los circuitos de la documentación de los del público, está equipado con red de voz y datos, instalación de videos para la vigilancia y detectores volumétricos, control informático del aire acondicionado y del sistema contra incendios etc. haciendo de él un Archivo puntero en cuanto a sus dotaciones y equipamientos.
 

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