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El documento del mes

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Julio-Agosto 2021

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El Desastre de Annual en el Archivo Histórico Provincial de Sevilla.

Coincidiendo con el centenario del denominado Desastre de Annual, el Archivo Histórico Provincial de Sevilla dedica el Documento del mes de julio - agosto a difundir los documentos y libros relacionados con este acontecimiento conservados entre nuestros fondos.

Entre el 21 de julio y el 9 de agosto 1921 el ejército en el Protectorado español de Marruecos sufrió la mayor derrota militar española tras el desastre del 98. En pocos días las tropas de la Comandancia General de Melilla fueron diezmadas, se calcula -siguen sin conocerse las cifras exactas de bajas- que unos 10.000 soldados españoles perecieron en el trayecto que iba desde el campamento de Annual hasta Nador, a las puertas de la ciudad de Melilla.

La presencia de tropas españolas en el Rif estaba motivada por las obligaciones adquiridas en el Convenio franco-español de Madrid de 1912 por el que se creaba el Protectorado español de Marruecos. En virtud de este acuerdo internacional, Francia reconocía a España su influencia en la zona norte del sultanato de Marruecos. A España correspondía velar por la tranquilidad del territorio asignado y prestar asistencia al gobierno del sultán marroquí para la introducción de reformas administrativas, económicas, financieras, judiciales y militares. Los intereses de España en esta zona iban más allá de esta labor “civilizadora”, el territorio sobre el que adquirió influencia tenía un gran valor geoestratégico para el control del paso del estrecho de Gibraltar. Además, desde el punto de vista económico -aunque la zona norte de Marruecos era menos rica que la que correspondió a Francia- en el Rif existían importantes minas de hierro. La máxima autoridad administrativa y militar española en el Protectorado era el Alto Comisario de España en Marruecos, la capital se situó en Tetuán. Militarmente el territorio se dividió en dos Comandancias Generales, la Comandancia General de Melilla y la Comandancia General de Ceuta. 

La resistencia marroquí a la implantación del Protectorado comenzó desde que las tropas españolas pusieron un pie en el territorio a controlar. Tras la inicial campaña del Kert, los primeros enfrentamientos se paralizaron con el inicio de la 1ª Guerra Munidal en 1914 y se retomaron al finalizar ésta. En la zona oriental del Protectorado, hasta ese momento los españoles únicamente habían ocupado el territorio comprendido entre Melilla y el río Kert. A comienzos de 1920 el General Manuel Fernández Silvestre tomó posesión del mando de la Comandancia General de Melilla con el propósito de acabar con la resistencia que presentaban una parte de las cabilas rifeñas. El objetivo final era la ocupación y control de la bahía de Alhucemas, territorio de la cabila de Beni Urriaguel, una de las que mayor oposición mostraba a la ocupación española. Dado que la ocupación de la zona de la Bahía de Alhucemas mediante un desembarco se consideraba inviable, la estrategia del General Silvestre hasta julio de 1921 consistió en la ocupación por tierra desde las zonas “pacificadas” en el entorno de Melilla. En un principio, esta táctica pareció tener gran éxito, en pocos meses, en un avance rápido y continuado, se cruzó el río Kert y se ocuparon Dar Drius, Tafersit, Hamido, Azrú, Ben Tieb y Monte Mauro. Al finalizar 1920 las tropas coloniales habían conquistado -sin encontrar mucha resistencia- un territorio equivalente a la mitad de la zona que ocupaban al inicio de la campaña. El inicio de 1921 comenzó con nuevas conquistas que aumentaron notablemente el territorio controlado. Durante la primera parte del año se ocuparon Afrau, Annual, Yebel Hudia y Sidi Dris. Al finalizar abril de 1921, la penetración militar se paralizó para intentar consolidar lo conquistado antes de dar el gran salto por tierra sobre la Bahía de Alhucemas. La posición de Annual debía ser el campamento base desde el que se iniciara la campaña definitiva.

Pese al aparente éxito de la estrategia de Silvestre, el avance de las tropas españolas se mostró demasiado acelerado, atrevido e inconsistente. De un lado se había conquistado un extenso territorio del que realmente solo se controlaban la línea de avance y algunas posiciones adyacentes. El camino que iba de Melilla a Annual, se sembró de posiciones de defensa mediante la instalación de blocaos; fortines precarios de madera y hojalatas protegidos por un parapeto y alambradas. Estos blocaos se guarnecían con pequeños contingentes de tropa que debían defender y controlar el territorio circundante. Aislados, mal avituallados, mal comunicados, mal armados, los blocaos se convirtieron en auténticas ratoneras cuando estalló la insurrección rifeña. Por otro lado, las conquistas no se vieron acompañadas de una acción política adecuada, al contrario provocaron la alianza de cabilas enemigas para luchar contra los españoles. Tribus normalmente enfrentadas entre sí se aliaron bajo el liderazgo de Mohamed ibn Abd el-Krim, jefe de la cabila de Beni Urriaguel.

El castillo de naipes en que se había convertido el entramado de las posiciones militares españolas comenzó a desmoronarse en junio de 1921 con la derrota de Abarrán. El 1º de junio, en una acción rápida, tropas españolas tomaron el estratégico monte Abarrán, cuando aún no habían terminado de instalarse, la guarnición fue atacada por la harka de Abd el-Krim. En pocas horas los rifeños reconquistaron Abarrán, quedando la guarnición española desbaratada. Esta victoria rifeña sirvió para fortalecer el liderazgo de Abd el-Krim y supuso el primer aviso de lo que estaba por venir. El tropiezo definitivo en los planes del General Silvestre fue la toma de la posición de Igueriben, un emplazamiento elevado clave para la defensa de la carretera de Annual a su paso por el desfiladero de Izumar, única vía de acceso y evacuación del campamento principal. Igueriben fue ocupada el 7 de junio y desde su ocupación fue el objetivo marcado por Abd el-Krim. Situada a pocos kilómetros de Annual, aislada, sin agua y difícil de avituallar, Igueriben fue cercada por la harka rifeña. Tras una defensa numantina por parte de los hombres mandados por el Comandante Julio Benítez y un par de intentos de socorrerla mediante el envío de columnas de suministros desde Annual, Igueriben cayó en manos beréberes el 21 de julio.

La caída de Igueriben fue el detonante final del desastre de Annual. Ante el temor de quedar incomunicados y sitiados, sin posibilidad de recibir suministros con los que resistir a la acometida de los hombres de Abd el-Krim, el General Silvestre ordenó abandonar el campamento. De forma precipitada, sin un plan de evacuación bien definido, con gran parte de la oficialidad ignorante de las órdenes a seguir y una tropa desmoralizada, la retirada de Annual se inició con desorden, se convirtió en desbandada y acabó en caos. La salida de las tropas del campamento, bajo una lluvia de proyectiles rifeños, devino en la anarquía total y terminó con la muerte del General Silvestre. Ya en la ruta de retirada, cada una de las posiciones que jalonaban el camino hasta Melilla fue abandonada sin que se terminara de establecer una línea defensiva frente a la persecución de la harka. Ben Tieb, Dar Drius, El Batel, Tistutin y Monte Arruit fueron las estaciones de la huida de las tropas españolas. Finalmente, el 29 de julio, el General Navarro, 2º Jefe de la Comandancia General de Melilla, consiguió frenar la desbandada e intentó atrincherarse en el campamento de Monte Arruit a la espera de recibir ayuda desde Melilla. En Monte Arruit se resguardaron en torno a 3.000 soldados españoles, desmoralizados, sin apenas víveres, ni municiones, ni agua. Se inició entonces el cerco de Monte Arruit. Tras resistir continuos ataques rifeños y conscientes de que la ayuda de Melilla no llegaría, los sitiados terminaron por capitular el 9 de agosto. Para esa fecha solo quedaban 2.000 soldados en servicio. Pese a haber pactado la rendición a cambio de salvaguardar la vida de todos los soldados coloniales, los rifeños solo respetaron la de un grupo de oficiales. Tras capturar al General Navarro y a los oficiales que le acompañaban, los harkeños asaltaron Monte Arruit y llevaron acabo una matanza con los prisioneros españoles. Cuando meses más tarde, en octubre de 1921, las tropas españolas reconquistaron la posición, se encontraron los cuerpos insepultos de más de 2.500 soldados españoles masacrados en Monte Arruit. Tras la caída de esta posición, el camino de Melilla quedaba libre y expedito para las tropas de Abd el-Krim. Ante el peligro de perder la plaza, Madrid reaccionó y envío refuerzos desde Ceuta y desde la Península que, finalmente, consiguieron evitar el desastre total. Atrás había quedado la mayor parte de las tropas de la Comandancia General de Melilla.

Como no podía ser de otra manera, el desastre de Annual tuvo un eco extraordinario en la opinión pública española e importantes consecuencias políticas. La derrota en el norte de África provocó la publicación de multitud de libros que trataron de explicar el problema del Rif y las causas de la debacle militar. En la biblioteca auxiliar del Archivo Histórico Provincial de Sevilla, dentro del fondo bibliográfico de don Félix Sánchez-Blanco Pardo, se conservan muchos de estas publicaciones. Entre estos libros encontramos testimonios de testigos directos del Desastre, crónicas periodísticas, análisis socio-políticos, etc. Estas publicaciones constituyen un vivo testimonio de la honda impresión que Annual y la perdida de cerca de 10.000 vidas dejó en la sociedad española. Desde el Archivo Histórico Provincial de Sevilla damos a conocer este patrimonio para recordar los acontecimientos de Annual y a las personas que perdieron la vida en las tierras del Rif en el verano de 1921.

Esta actividad, organizada todos los meses por el Archivo Histórico Provincial de Sevilla tiene la finalidad de exponer una selección de documentos de entre los fondos documentales conservados en este centro. Los documentos se escogen por su singularidad, por su temática coincidente con algún hecho histórico, social o cultural que se esté celebrando en dicho mes. También se muestran documentos que destacan por sus peculiares características gráficas, planos, grabados, dibujos, fotografías…etc. Los originales se pueden obtener reproducidos en la web http://www.juntadeandalucia.es/cultura/archivos/ahpsevilla, en la que se encuentra una relación de todos los documentos del mes desde el 2009, fecha de inicio de esta actividad, así como en la página de Facebook del Archivo Histórico Provincial de Sevilla https://www.facebook.com/ahp.sevilla/

Para más información:

- ALBI DE LA CUESTA, Julio : En torno a Annual. Ministerio de Defensa; Madrid, 2016.

- FRANCISCO, Luis Miguel : Morir en África : la epopeya de los soldados españoles en el desastre de Annual. Crítica; Barcelona, 2014.

- LEGUINECHE, Manuel : Annual 1921 : el desastre de España en el Rif. Ediciones Alfaguara; Madrid, 1997.

- MACÍAS FERNÁNDEZ, Eduardo : A cien años de Annual : La guerra de Marruecos. Desperta Ferro Ediciones; Madrid, 2021.

 

- PANDO DESPIERTO, Juan : Historia secreta de Annual. Temas de hoy; Madrid, 1999.

- REVERTE, Jorge M. : El vuelo de los buitres : El desastre de Annual y la guerra del Rif. Galaxia Gutenberg; Barcelona, 2021.

Annual en el cine y en la literatura:

- BAREA, Arturo : La forja de un rebelde : La ruta. Debate; Madrid, 2000. 

- SENDER, Ramón J.: Imán. Destino, 1979. 

 

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