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La medida oficial del tiempo. El cambio de hora
A finales de este mes de octubre se retrasarán los relojes una hora para recuperar la hora adelantada en el horario de verano. Este cambio de horarios se viene realizando desde la Primera Guerra Mundial, cuando Alemania y sus aliados aplicaron por primera vez esta medida con la finalidad de ahorrar combustible. El Reino Unido y el resto de los países en guerra les siguieron para evitar que se produjeran desajustes o equívocos.
Desde entonces se han generado muchas controversias sobre el asunto, pero en Europa el sistema se ha seguido utilizando intermitentemente. Se usa en muchos países pero la mayoría de Asia y África no lo aplican. Por otra parte, cuanto más cerca del Ecuador esté un país menos diferencias se producen entre la hora del crepúsculo o del amanecer como para justificar una medida como esta.
La implantación del horario de verano se justifica porque se calcula que supone un ahorro energético importante al aumentar el tiempo de luz solar por las tardes y ajustar la hora del despertar con la hora del amanecer. En España, por ejemplo, un estudio del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía, calculó que en 2011 durante el tiempo de vigencia de este horario se ahorró un 5% en el consumo de energía eléctrica doméstica.
Para saber más:
Ejemplo de la disparidad del horario. La noche ya ha llegado a Praga o Nápoles (situadas en el meridiano 15º) mientras que todavía falta para que alcance España, que, sin embargo, tiene el mismo huso horario.
