la Plaza de las Monjas (Huelva)

Situada en pleno centro, la Plaza más popular de Huelva es un lugar obligado de paso de la ciudad, ya que conecta sus espacios sociales, administrativos y comerciales. Además de ser un punto de encuentro, reunión, esparcimiento y reivindicación.

Flanqueada por  el Convento de las Agustinas y las actuales calle Tres de Agosto, la avenida Martín Alonso Pinzón, calle Vázquez López, calle Espronceda y la calle Méndez Núñez, antiguamente estaba perimetrada por casas solariegas de poca altura, incluso se instaló el Teatro Hércules, que fueron sustituidas por muchos de los edificios más emblemáticos  de la ciudad: edificio del antiguo Hotel París (1907) con su cúpula conocida como La Bola, el edificio del Banco de España, etc.

De planta rectangular, de unos 5.000 m², con un inicial pavimento de tierra, posteriormente de cemento, a lo largo del tiempo ha ido peatonalizando sus laterales hasta ser en la actualidad un espacio cerrado. Las sucesivas reformas que la llevan a su fisonomía actual la han dotado de elementos que le proporcionan su singular personalidad: en cada esquina de la plaza, quioscos de prensa, de comida y bebidas, mantenimiento, el Quiosco de música, o templete musical, con urinarios públicos, farolas de forja, zonas ajardinadas con barandillas de hierro, palmeras, los bancos de hierro fundido, antes combinados con mármol, destacando la entrada desde la “Gran Vía”, donde a lo largo del tiempo ha habido distintos tipos de fuentes, siendo la más recordada la Fuente Magna (1942). En la actualidad a la fuente existente, recientemente inaugurada, se le ha integrado la estatua de Cristóbal Colón, que se levanta en la plaza desde 2011.

A lo largo del tiempo ha recibido distintas denominaciones: la más antigua como Plaza de Abajo, Plaza Nueva (siglo XV y XVI), Plaza de San Juan (siglo XVII),  Plaza del Rey, Plaza de Isabel II, Plaza de la Constitución, Plaza de la República Federal (1872), Plaza de Jose Antonio. Es conocida como Plaza de las Monjas desde 1805 y, oficialmente, en distintos periodos, gracias al Convento de las Agustinas, ya que se encontraba al lado de las caballerizas del Palacio de los Duques de Medina Sidonia, inicio de este espacio público desde el Siglo XVIII.

No sería hasta 1907, cuando se declare la plaza de utilidad pública, se realizó el proyecto urbanístico de D. Francisco Monís, que le dotó de muchas de sus características. Aunque posteriores remodelaciones (Alejandro Herrero en 1967, Alfonso Martínez Chacón en 1987, etc), la última este mismo año, le retiraron y le devolvieron, remodelados, sus elementos más significativos, aunque nunca ha perdido su lugar estratégico en el desarrollo  de la vida de la ciudad.