Presentación del poemario 'Los días hábiles' de Carlos Catena Cózar, premio Hiperión 2019, en Granada y Jaén

El joven poeta ha sido antiguo alumno de la Escuela de verano de Escritores Noveles que organiza el Centro Andaluz de la Letras

 

La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, a través del Centro Andaluz de las Letras, organiza la presentación del XXXIV Premio de Poesía Hiperión `Los días hábiles´ (Editorial Hiperión), de Carlos Catena Cózar en Granada y Jaén. Ambas citas literarias, enmarcadas dentro del ciclo Letras Capitales, tendrán lugar el martes 11 a las 20.00 horas en la Biblioteca de Andalucía con la participación de Andrés Neuman, y el jueves 13 a las 19:00 en la Biblioteca Provincial de Jáen junto a Juan Domingo Aguilar.

Carlos Catena Cózar (1995) nació en Torres de Albánchez y pasó su adolescencia en Jaén. Es estudiante del máster en Interpretación de Conferencias en la Universidad de Granada y es graduado en Traducción e Interpretación por las Universidades de Granada, Ottawa y Münster. Desde sus comienzos en la escritura ha sido reconocido, ganando premios como el Certamen Andaluz de Escritores Noveles, organizado por el Centro Andaluz de las Letras, Ucopoética (2015) o el Málaga Crea (2017). Ha aparecido en antologías como 'Donde veas' (La Bella Varsovia, 2015), 'Después de veintitantos casi treinta' (Ediciones en Huida, 2015) o 'Algo se ha movido' (Esdrújula ediciones, 2017). Coordinó y tradujo 'Las bestias del corazón', una muestra de poesía joven alemana para el blog La Tribu de Frida.

Carlos Catena Cózar, con "Los días hábiles", y Maribel Andrés Llamero, autora de "Autobús de Fermoselle", han resultado ganadores ex aequo del Premio de Poesía Hiperión 2019.

'Los días hábiles' son frustración y la temida explicación al padre de que ese trabajo en Londres no es lo que le habían prometido. "En el momento en el que yo lo escribí acababa de terminar la universidad y me había incorporado al mercado laboral", explica Carlos. "Yo tenía constantemente la sensación de que ésta no es la vida que me habían contado y que yo quería. Sentí un fracaso. A la hora de la escritura, lo exterioricé usando a la familia como un constructor social que te impone lo que tienes que hacer y que espera algo de ti. Algo que genera mayor ansiedad porque no puedes cumplirlo".

Con la repetición de una serie de imágenes -la abuela y sus tierras o el aceite de oliva, el padre y su salario- el poemario ofrece un retrato generacional; que más que un desahogo legítimo a su edad, es un grito político: un rendir cuentas con él mismo y con sus padres.

 

Actividades de la noticia

Etiquetas