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Opinión

El juego y la poesía en la animación a la lectura. Otra mirada sobre gamificación en la biblioteca

Carmen Gil
El juego y la poesía en la animación a la lectura. Otra mirada sobre gamificación en la biblioteca

Carmen Gil Martínez. Asesora de Formación del CEP de Cádiz y escritora de literatura infantil

Web: https://poemitas.org/

Consideraciones previas

Como escritora de literatura infantil y juvenil, voy de aquí para allá, de colegio en colegio y de biblioteca en biblioteca, con mi maleta cargada de sueños. Me encanta jugar con las palabras y hay una que últimamente encuentro siempre flotando en el aire en los lugares que visito: gamificación. Es una palabra grande, redonda, sonora...

Aunque debo confesaros que prefiero ludificación, formada a partir de la raíz latina "ludus", que se traduce como juego, diversión o broma. En la época del Imperio Romano se denominaba "ludi" a las actividades de recreo, pasatiempo o de esparcimiento. Se incluían los festivales romanos, así como otras actividades públicas que generaban diversión generalizada en el pueblo.

Gamificación procede del término inglés "gamification" y se usa para designar el empleo de mecánicas propias de juegos y, sobre todo, de videojuegos, en procesos no lúdicos, para así lograr más rápida y eficazmente los objetivos propuestos. ¡Y de manera divertida! Estas técnicas suelen ser: acumular puntos, que se otorgan por determinadas acciones; escalar niveles, en orden de dificultad, previamente diseñados; conseguir premios, regalos o calificaciones por determinados logros; superar desafíos, compitiendo entre sí; realizar con éxito misiones o retos, individualmente o en equipo…

El juego y la animación a la lectura

Todas las personas que hemos dedicado nuestros esfuerzos a la dinamización de la biblioteca y a la animación a la lectura sabemos la importancia que el juego tiene en nuestra tarea. Mucho antes de que la palabra "gamificación" llegara volando a nuestras aulas, ya la aplicábamos sin ser conscientes de ello.

Recuerdo, por ejemplo, una actividad muy exitosa que llevamos a cabo hace más de veinte años: un juego de mesa gigantesco con preguntas, retos, misiones…, en el que podía participar todo el grupo de manera simultánea. Se basaba en el libro James y el melocotón gigante, de Roald Dahl, del maravilloso Roadh Dahl, con su literatura irreverente y políticamente incorrecta, que resiste el paso del tiempo.

No me queda más remedio que hacer un paréntesis, a modo de pequeño homenaje a este autor que durante décadas viene fascinando a cuantos se acercan a las páginas de sus libros: Matilda, Las brujas, James y el melocotón gigante, James y el gran ascensor de cristal, El gran gigante bonachón, Cuentos en verso para niños perversos… Por cierto, os recomiendo la lectura del fragmento inicial de Las brujas  (Dahl, 2016), “Una nota sobre las brujas”, para comenzar alguna de vuestras sesiones de biblioteca. Sobre todo, a las maestras.

Estrategias sencillas para atraer y fidelizar lectores

A veces, una estrategia sencilla, sin excesivos artificios ni parafernalia, puede resultar productiva y eficaz para atraer y fidelizar lectores en la biblioteca.

Siempre he sido partidaria del uso biblioteca de aula, el cual no está reñido con el de la biblioteca escolar. El hecho de que el alumnado disponga de libros a su alcance, formando parte de su cotidianeidad, me parece beneficioso para el fomento de la lectura. Poder cogerlos, hojearlos, tocarlos, olerlos cuando son nuevos, pasarlos de mano en mano, calcar sus dibujos, copiar sus fragmentos… Teniéndolos tan cerca, el boca a boca se convierte en el mejor método de orientación y recomendación.

Durante los treinta años que he ejercido como maestra he usado, con mucho éxito, el carné de lector en clase. No es más que una cartulina que entrego al alumnado a principios de curso, en la que voy anotando los libros que cada uno va leyendo y premiándolos con pegatinas. Pero, para conseguirlas, debe acercarse y sentarse en una silla que hay junto a mi mesa, a modo de confesonario, y contarme, en voz baja, lo que ha leído, mientras el resto del grupo trabaja. Yo le hago preguntas y mantenemos una charla sobre el libro en cuestión. Es un acto íntimo y cálido, que refuerza los lazos afectivos y crea un clima acogedor.

Y como soy una defensora a ultranza de los versos, con la excusa de que este artículo tiene que ver con el juego, aprovecho para recomendaros una serie de actividades lúdicas que ya propuse en Acercar la poesía a los niños (Gil, 2004) y que concreto en las siguientes propuestas referidas a mi poema “El sapo verde”  (Gil y Laveda, 2004) para realizar con alumnado de Primaria (a partir de 8 años).

Espero que os ayude a llenar de poesía la biblioteca.

El sapo verde: algunas propuestas de actividades lúdicas para alumnado de Primaria

 

Pica en la imagen para acceder al poema:

El sapo verde

Actividades:

A cantar

Ponle música al poema. Puede ser una música conocida, por ejemplo, la de “Tengo una muñeca vestida de azul” o “Bartolo tenía una flauta”. También se puede transformar en rap.

La boca cerrada

Cambia palabras por gestos o movimientos. Por ejemplo, sapo por dar un salto, verde por señalar algo de ese color, esconde por taparse la cara con las manos, besa por dar un beso al aire, princesa por ponerse una corona imaginaria con las manos sobre la cabeza, princeso por una reverencia…

¡Cuánto meneo!

Reparte a cada participante una tarjetita con una palabra del poema (o un dibujo, si aún no sabe leer). La primera vez, recitas tú despacio la poesía y ellos levantan la mano con la tarjeta cada vez que oigan su palabra. La segunda, lo mismo, pero poniéndose de pie y volviéndose a sentar. La última vez, lo recitas lo más deprisa posible.

Con mucho ritmo

Marcando el ritmo del poema (señalado en la estrofa siguiente con las sílabas en negrita) con palmadas, golpes en la cabeza, saltos, agacharse y levantarse, abrir y cerrar las manos, golpes en la mesa, meneos de cadera…

Ese sapo verde
se esconde y se pierde;
así no lo besa
ninguna princesa.

Cada oveja con su pareja

Dale un verso a cada participante.  A uno, “Ese sapo verde”, por ejemplo; a otro, “se esconde y se pierde”… A la señal, cada cual tiene que encontrar su pareja, el verso que rima con él.

Un ataque de amnesia

Después de recitar el poema una vez, te da un ataque de amnesia y olvidas las palabras finales del segundo verso de cada pareado. Pierde, princesa, princesa, sapo, dorado, amarillo, vasallos… Los participantes te ayudarán a recordarlas. 

Pictogramas

Haced un mural con el poema, cambiando algunas palabras por dibujos (sapo, verde, princesa, príncipe, manto, castillo…)

Con la a

Recitad cada estrofa del poema con una vocal. Por ejemplo, la primera con la a:

Asa sapa varda
sa escanda a sa paarda,
asá na la basa
nangana pransasa.

Un juego de palmas

Por parejas, uno frente al otro, haced un juego de palmas con el poema. Por ejemplo, un movimiento en las sílabas en negrita de cada verso:

Ese sapo verde
se esconde y se pierde;
ano lo besa
ninguna princesa.

En la primera, chocan las palmas de las manos abiertas contra los muslos. En la segunda, dan una palmada. En la tercera, chocan la palma de la mano derecha abierta contra la del compañero. En la cuarta, chocan la palma de la mano izquierda abierta contra la del compañero…

¡Menudo teatro!

Recitad el poema de muchas maneras: chillando, bajito, cantando, muertos de risa, llorando, muy despacio, muy deprisa, tristes, enfadados, alegres, nerviosos, tiritando, con mucho calor, como fantasmas, como niños pequeños, con la nariz tapada, con un lápiz entre los dientes, con la lengua pegada al paladar…

Estas diez actividades no son más que una muestra de las muchas que se pueden realizar en clase. Espero que os resulten de utilidad en vuestra tarea diaria.  

Referencias bibliográficas

Dahl, R., Blake, Q. y Juan, M. (2016). Las brujas. Barcelona: Alfaguara. 

Gil, C. (2004). Acercar la poesía a los niños. Barcelona: Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil, 168, 19-27. Recuperado de: http://prensahistorica.mcu.es/es/consulta/registro.cmd?id=1007333

Gil, C. y Laveda, A. (2004). ¡Cuánto cuento!. Alzira, Valencia: Algar Editorial.

Gil, C. y Viu, M. (2004). ¡Cuánto cuento! Propuestas didácticas. Alzira, Valencia: Algar Editorial. Recuperado de: http://www.algareditorial.com/ficha-libros-catalogo/items/cuanto-cuento.html

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