Andalucía celebra el encuentro anual de centros participantes en el Programa de Aulas Confucio

Cuando hablamos de enseñanza de lenguas extranjeras en nuestro sistema educativo lo primero que se nos viene a la mente son idiomas como el inglés o el francés, sin embargo en los últimos años el chino empieza a abrirse paso, sobre todo gracias al Programa de Aulas Confucio. Fue en 2011 cuando se firmó el acuerdo marco de colaboración entre la entonces Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía y la Oficina Nacional de Promoción Internacional de la Lengua China, Hanban. El curso 2014-2015 se redactó un nuevo convenio encaminado a ampliar y reforzar la implantación del programa. Del mismo modo, se acordó la creación de ocho aulas Confucio en nuestra comunidad.

Para hacernos una idea, la labor que realiza la oficina Hanban, sede del Instituto Confucio, es similar a la del Instituto Cervantes en nuestra lengua, esto es, la promoción de la enseñanza del idioma chino, así como la difusión de su cultura. Por tanto, es la institución encargada de ofrecer al alumnado de chino en el exterior los recursos didácticos y, a su vez, son también los responsables de la formación del profesorado chino, de la dotación del material didáctico y de los diversos programas orientados a la difusión de la cultura y el arte del país oriental. 

La estructura del programa establece un centro titular en cada provincia de nuestra comunidad. A su vez, cada centro de Aula Confucio coordina a otros de su misma provincia que imparten tanto el chino integrado en el currículo como chino dentro de las actividades ofrecidas en horario extraescolar. En la actualidad Andalucía cuenta ya con 35 centros adscritos al programa, en los que se imparte chino con carácter curricular o como extraescolar, y atiende a más de 3600 alumnos.

Con este motivo, la Consejería de Educación y Deporte, a través de la Dirección General de Evaluación y Ordenación Educativa, organiza un encuentro anual en el que se analiza la marcha del programa y su proyección futura. A este encuentro, además del profesorado chino, acuden representantes de los centros docentes, responsables de Plurilingüismo en la Delegaciones Territoriales y representantes de la administración educativa y de Hanban. Bajo este prisma se desarrolló la jornada de este curso, celebrada el pasado lunes 18 de noviembre en los salones del Edificio Torretriana, sede de la Consejería.  

Tras el saludo de Dª Aurora Morales Martín, Directora General de Ordenación y Evaluación Educativa, la primera intervención corrió a cargo de Ana Mª Castaño Gómez, Directora del CEIP Ortiz de Zúñiga, centro titular del aula Confucio de la provincia de Sevilla, cuya ponencia versó en torno a la atención a la diversidad en el aula de chino. Posteriormente, los asistentes se dividieron en dos grupos: por un lado, el profesorado chino recibió una sesión formativa mientras que el resto de asistentes continuaron con las actividades del programa. 

A lo largo de la mañana se sucedieron una serie de intervenciones en las que, tras una presentación interactiva sobre la situación de las aulas Confucio en Andalucía, se abordaron temas como las perspectivas de empleo para los estudiantes de chino, las actividades culturales, los exámenes oficiales, las oportunidades y desafíos para las segundas lenguas extranjeras, los programas de campamentos de verano y de visitas de directores y directoras a China. La sesión se cerró con la intervención de una representante de la comisión elaboradora del currículo de chino mandarín para educación secundaria, cuya publicación marcará un hito en la integración de la enseñanza de la lengua y la cultura chinas en el sistema educativo español.

Mención especial merece la sesión formativa del profesorado chino que, al igual que ocurriera en el encuentro del curso pasado, corrió a cargo de Modesto Corderi, profesor de chino en la EOI de Orense, quien siguió un enfoque metodológico basado en técnicas dramáticas o performativas. Según nos cuenta el propio Modesto Corderi, “el taller de formación fue eminentemente práctico. Comenzamos realizando calentamiento con juegos de concentración, en el que destacaba un juego colaborativo para aprender y practicar los tonos del chino mandarín usando el cuerpo y la voz. A continuación, tomando como partida escenas de películas o anuncios de televisión chinos, invité a los profesores a crear escenas utilizando el lenguaje en un contexto más parecido a la vida real en un entorno lúdico, relajado y motivador. Usé también una técnica de simulación teatral en la que los profesores estaban en un aeropuerto y tenían que ir de viaje y embarcar por una puerta. Otra escena empleada de la película china Hasta siempre, hijo mío y un ejercicio de process drama en el que los profesores actuaban y contaban la historia real de amor entre la escritora Echo 'San Mao' y el español José María 'Hexi' a través de textos de novelas, fotografías y grabaciones reales”.

Según Modesto, “lo que llamamos técnicas dramáticas o performativas son estrategias y dinámicas en las que el objetivo no es representar una obra en un escenario frente a un público, se trata de que los alumnos y el profesor sean a la vez actores y espectadores dentro del aula. El objetivo no es el producto final, sino el proceso. El camino es más importante que la meta. Los alumnos crean entre todos y junto con el profesor una historia, muchas veces tomando como partida un texto, fotografías, vídeos, noticias, pasajes de novelas, etc., de forma que a través del proceso se sientan protagonistas activos y aprendan mejor la materia. Como decía Augusto Boal, el gran dramaturgo brasileño, ‘todos debemos hacer teatro para averiguar quiénes somos y descubrir quiénes podemos llegar a ser’ ".

El profesorado chino disfruta de forma especial esta clase de encuentros, ya que establece contacto entre profesionales de la misma nacionalidad que desempeñan su labor en nuestro país. “La sesión de Modi me ha abierto una puerta nueva en el mundo de enseñanza de chino”, comenta Lin Tang, profesora que trabaja en centros de la provincia de Sevilla. “Me ha inspirado mucho en cómo provocar el interés de los niños y aumentar la diversidad de clase de chino usando el sentido de humor y las formas variadas de dar clases” continúa Lin Tang. “Él no solo habla perfectamente el chino, sino que también es experto en enseñarlo. Nos ha presentado una pedagogía dramática, que consiste en guiar a los alumnos a realizar breves actuaciones con el vocabulario y gramática nuevos, así los niños pueden aprovechar al máximo su imaginación y los conocimientos chinos para enriquecer las actuaciones”. 

Un aperitivo servido a la finalización de las sesiones sirvió para que los asistentes tuvieran la oportunidad de charlar de forma distendida e intercambiar experiencias, con esto concluyó este encuentro anual que, sin duda, contribuye de forma efectiva a una mejor integración del idioma y la cultura china en las aulas andaluzas.