La Exposición Arquitectura Radical, concebida por el Instituto de Arte Contemporáneo de Lyon, y en cuya presentación en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo colaboraron conjuntamente la Consejería de Cultura y la Consejería de Obras Públicas y Transportes, abordaba una reflexión en profundidad sobre el movimiento de los años sesenta que se conoció como Arquitectura radical. Un movimiento de casi una década de historia que agrupó a arquitectos italianos, austríacos, británicos, americanos, franceses y algún que otro español, en la investigación y búsqueda de las verdaderas raíces de la profesión arquitectónica: la invención de la ciudad, la pasión de lo cívico. En definitiva, se trataba de la última tentativa histórica de un arte total, como subrayaron algunos teóricos.
La muestra reunía por primera vez dibujos, acuarelas, planos, calcos, maquetas y objetos originales de arquitectos y estudios profesionales que trabajaron desde mediados de los sesenta hasta mediados de los setenta. Con este material el visitante podía hacerse una composición global de las diversas etapas temáticas por las que discurrió este movimiento lleno de imaginación y compromiso por una sociedad mejor y una arquitectura libre de las ataduras propias de la construcción industrializada, así como de las presiones ejercidas sobre ella por la producción y el comercio.