Reseña histórica
Las obras de construcción del teatro Circo comenzaron el día 3 de Septiembre de 1901 según proyecto y dirección del que fuera su primer propietario, D. Rodrigo García Luque, maestro de obras y autor, entre otros, del edificio del actual casino Pontanés, quien pudo estar asesorado a su vez por el ingeniero francés D. Leopoldo Lemoniez y que ya había intervenido en la construcción de otros edificios dedicados a teatro entre los que se encuentra el teatro Garnelo de Montilla.
Así describe el inmueble D. Miguel Romero en su crónica inaugural publicada en El Defensor de Córdoba del 23 de julio de 1902:
"Tanto en el severo y elegante conjunto, como en sus delicados y primorosos detalles, el Sr. García ha puesto de relieve su buen gusto moderno y vastos conocimientos arquitectónicos, resultando ser uno de los mejores teatros de la región; quizá el más bonito y elegante de la provincia. En su gran escenario han hecho gala de primores pictóricos reputados artistas bajo la dirección del gran pintor escenógrafo malagueño D. Eduardo Ruiz Lerdo. Una de sus mejores obras, admirablemente hecha, es el telón de boca, copia exacta de la escalera principal del Banco de España. El alumbrado es eléctrico, con más de 300 luces; hay agua abundante y bombas de servicio de incendios, grandes puertas y muchas ventanas y ventiladores, según reclama la higiene. También anexo al mismo hay un delicioso jardín sombreado con multitud de naranjos."
La inauguración tuvo lugar el 25 de Julio de 1902 con la actuación de la Compañía de Zarzuela de D. Eugenio Pamplona de Madrid, si bien antes se habían producido una serie de acontecimientos culturales y festivos para dar mayor boato e importancia a este hecho, sin precedentes en un pueblo de provincias
En febrero de 1913 el Ayuntamiento, probablemente por motivos de seguridad, dio la orden de aumentar las puertas de salida, dejar de utilizar las galerías laterales del último piso y no sobrepasar las 250 localidades en el anfiteatro.
Más tarde, D. Rodrigo García Luque vendió el Teatro a D. José Galán Benítez, dueño a su vez de la Huerta del Soto, que lindaba con el teatro por el patio lateral de éste. D. José Galán acondicionó como vivienda la planta principal de las dos crujías más próximas a la calle Jesús, para lo cual utilizó la escalera existente en la primera de estas dos crujías y abrió un acceso en el lado izquierdo de la fachada a esa calle.
El Teatro fue utilizado principalmente para representaciones de teatro y zarzuela, aunque parece ser que también albergó espectáculos circenses, lo cual justifica el nombre y la extraordinaria inclinación del anfiteatro y de los asientos de las galerías de la primera y segunda plantas, ya que la pista se ubicaba en el patio de butacas.
El edificio cambió varias veces más de propietario y pasó primero a ser propiedad de la empresa Guerrero, más tarde a la empresa Cabrera, que adaptó el teatro a cinematógrafo situando la cabina de proyección en el centro de la zona posterior al patio de butacas, y por último a la empresa Sanjuán de Écija.
En febrero de 1963, la riada del Genil provocó la pérdida de numerosos decorados y el gran deterioro del telón de boca, lo que llevo al cierre del edificio hasta que el Ayuntamiento lo adquirió para su rehabilitación.
Descripción del edificio
La parcela sobre la que se levanta el teatro Circo tiene una superficie de 1.432 m2 y forma la esquina entre las calles Jesús y La Huerta.
El edificio, tal y como se observa en otros edificios del autor, Rodrigo García Luque, responde a un estilo eclecticista, que se refleja en la fachada de la calle Jesús, donde se realiza una composición central con tres zonas configuradas y delimitadas por pilastras lisas, en las que se abren vanos pareados, adintelados en planta baja y de medio punto en la planta principal. En las otras dos fachadas, las cuales difieren poco entre si, se deja traslucir la configuración interior, tanto a nivel de diferencias de ornamentación como en cuanto a diferencias de altura.
En el trazado de las plantas se dejan ver claramente las dos zonas de que consta el edificio. Por un lado la gran sala de espectadores junto con el escenario, que se integra con ella en la misma trama estructural, y por otro las dos crujías que albergan los vestíbulos de planta y la escalera. Un gran muro de separación articula estas dos zonas y las diferentes alineaciones de las calles Jesús y La Huerta.
La crujía más próxima a la calle Jesús, cuya distribución original se desconoce pero que seguramente se utilizaba como vestíbulo o zonas de público, fue ocupada en dos tercios de la planta baja por una vivienda para los dueños del edificio que también ocupó la totalidad de la planta primera, dejando la última planta para desván. Así, el vestíbulo del teatro quedó reducido solamente a una crujía y un tercio de la otra en la planta baja.
En el eje de la fachada a la calle Jesús se encuentra la entrada al vestíbulo de planta baja, desde donde se accede al patio de butacas. A la planta primera se sube por una escalera en la mencionada fachada y por dos escaleras laterales situadas en las esquinas posteriores de la sala y que continúan hasta la planta segunda.
La sala es un espacio de planta rectangular de 19 x 16 m, con galerías laterales en las tres alturas de que consta. En el fondo, un anfiteatro de inclinación excesiva ocupaba las dos plantas superiores, aunque la existencia de cornisas ocultas por la plataforma de asientos indican que este anfiteatro no existía en el edificio original y fue añadido posteriormente con objeto de aumentar el número de espectadores.
El escenario y la sala constituyen un único espacio que comparte muros estructurales y cubierta y sólo se fragmenta por el muro transversal que constituye el arco de embocadura.
Aunque el escenario tiene unas buenas dimensiones (15 m de ancho y 9 m de fondo), la altura del peine (8 m) y la escasa maquinaria escénica impedían su correcto funcionamiento. También existían fosos de escena y de orquesta.
La estructura principal del edificio está formada por muros de carga perimetrales compuestos por piedra y tierra apisonada y cimentados sobre una zanja corrida. Los apoyos interiores están formados por muros de carga transversales y columnas de fundición en la zona de vestíbulos y por pilares de madera de pino tea en las galerías de sala y escena.
Los muros de carga presentan un buen estado general y únicamente se aprecian algunas fisuras, que ya fueron solucionadas mediante un recalce de la cimentación. Los pilares de madera de pino, de una sola pieza de 20 x 20 cm de sección para toda la altura del edificio, se encuentran bien conservados aunque dos de ellos, que ya fueron saneados en la parte inferior, se encuentran unos 5 cm por debajo de su nivel.
Los forjados de los vestíbulos, que también se encuentran en buen estado, están construidos con viguetas de madera de pino tea y alcatifas de cañas y yeso, sin embargo los de las galerías de la sala son rollizos de madera de chopo y, aparte de que su sección es escasa en algunos puntos, tienen mal resuelto el encuentro de los rollizos de las vigas con el pilar de madera, pues al ser el pilar continuo el apoyo es muy precario.
La cubierta está resuelta con cerchas metálicas, que originalmente eran de madera, correas también metálicas y teja alicantina a dos aguas.
La albañilería interior está ejecutada con ladrillo macizo y los acabados son de mortero de cemento en fachadas, cal sobre yeso en paramentos interiores, solería de baldosa hidráulica en vestíbulos y de ladrillo macizo en la sala.
Salvo los motivos pintados en la boca del escenario y algunas butacas, no existen elementos de decoración ni mobiliario alguno.
Las instalaciones, tras 20 años sin ser utilizadas, no están en condiciones.
Análisis del proyecto de rehabilitación
El proyecto de intervención persigue los siguientes objetivos:
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Liberar las dos crujías más próximas a la calle Jesús y destinarlas íntegramente para uso del público, recuperando la última planta utilizada anteriormente para desván.
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Rediseñar el sistema de circulaciones verticales del edificio.
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Mantenimiento del carácter del edificio y de las preexistencias arquitectónicas y culturales.
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Cumplimiento de las normativas para edificios públicos, Reglamento General de Espectáculos Públicos y normativa contra incendios.
Así, se plantean las siguientes actuaciones en las distintas zonas del edificio:
El vestíbulo de planta baja se articula con una plataforma que permite el acceso a la sala y a las dos escaleras de nueva creación mediante una serie de tres arcos soportados por columnas pareadas.
En planta primera el vestíbulo se libera de toda la tabiquería y acoge el vestíbulo, el taller y la barra del bar. En planta segunda se colocan unos servicios, la cabina de control y proyección, dos despachos y una sala de reuniones. En la fachada principal se han abierto dos huecos triangulares en la parte superior que iluminan los dos despachos de la última planta.
Se disminuye su longitud en la parte posterior de las plantas baja y primera y en planta baja se introducen unos palcos bajo la galería de fondo.
En las fachadas correspondientes al espacio de la sala se han introducido unas pilastras rematadas con un arco bajo las ventanas de la última galería al objeto de crear un ritmo que haga desaparecer la monotonía del inmenso plano existente. También desaparecen las ventanas de las galerías de planta primera al objeto de controlar más fácilmente la luz y el sonido en el interior de la sala.
Se proyecta una estructura de tramoya mediante un falso peine suspendido de la estructura de cubierta reforzada. Este falso peine consta de una galería central visitable y dos plataformas móviles laterales a ella.
Exteriormente se continúa el ritmo de arcos y pilastras introducido en el exterior de la zona de la sala. En la nave lateral se distribuyen los camerinos generales y los servicios.
Se proyectan nuevas todas las instalaciones del edificio.
Aforo: 330 espectadores