Linares y Santana Motor 1956-2011: evolución de un caso singular de la industria de automoción en Andalucía

Aunque la industria de la automoción no ha tenido en Andalucía implantación exclusivamente en la ciudad de Linares, pues Renault tiene una importante factoría de componentes en San Jerónimo (Sevilla) y Valeo en Martos, Linares ha sido el único lugar donde se ha desarrollado todo el proceso industrial de fabricación de vehículos, además con una marca que ha contribuido de forma decisiva a la motorización del campo español.

La ubicación de esta industria en Linares fue posible gracias a su tradición industrial. A finales del siglo XIX el distrito minero Linares-La Carolina se convirtió en el mayor productor mundial de plomo, gracias a la existencia de importantes reservas y a la instalación de numerosas empresas multinacionales de capital francés e inglés que construyeron no solo lo necesario para explotar los recursos (centros mineros como La Cruz), sino ferrocarriles, centrales eléctricas, embalses y seis fundiciones, algunas de las cuales (como era el caso de La Tortilla) eran de las más avanzadas de Europa.

Esa tradición minera y metalúrgica, junto con la buena accesibilidad de Linares, que llegó a contar con cinco estaciones de ferrocarril, propició el desarrollo de otras industrias, y el rápido crecimiento urbano de la ciudad, que superó los 50.000 habitantes entre los censos de 1940 y 1950, ciudad prospera dotada de equipamientos y servicios propios de una capital de provincia de entonces: escuelas universitarias, teatro, hospital y otros servicios que competían con Jaén.

La historia de Santana Motor estuvo vinculada a esa tradición industrial, y a una economía autárquica como la española que necesitaba dotarse de medios propios y modernizar su parque móvil. Las sucesivas alianzas de la empresa con multinacionales como Land Rover, Suzuki e IVECO permitieron a la empresa ser competitiva, viviendo incertidumbres episódicas por su necesidad de tener un socio industrial, hasta que la profunda crisis del sector de automoción y la falta de alianzas con otros grupos industriales la convirtieron en inviable pese a los intentos públicos de diversificar su actividad, cesando definitivamente su producción en febrero del año 2011.

1956: los inicios de Santana Motor

La ortofoto de 1956 del Vuelo Americano se corresponde con el año en el que se crea la empresa Metalúrgica Santa Ana, que toma el nombre de la finca donde se asienta, empresa que se dedica inicialmente a fabricar maquinaria agrícola y que en 1958 comenzó la fabricación de modelos Land Rover con licencia. La nacionalización de los componentes fue progresando desde un 75% inicial hasta prácticamente el 100% y en la década de los sesenta y setenta la empresa, ya denominada Santana Motor, vivió un periodo de esplendor: siguió fabricando vehículos con licencia de Land Rover y fabricó modelos propios desde 1967, como el Santana 2500, muy populares en el agro español, con versiones militares que se exportaron y tuvieron un gran éxito comercial, creciendo las instalaciones y empleando a miles de trabajadores, por lo que esta empresa fue paliando en la comarca de Linares el declive de las actividades mineras y metalúrgicas.

La ortofotografía comprende el sector noreste de la ciudad de Linares, donde se asienta una ciudad que en el censo de 1960 alcanzará su techo poblacional del siglo XX (60.526 habitantes). Se aprecia de forma destacada el Paseo de Virgen de Linarejos, que se inicia en las proximidades de la plaza de toros y se prolonga con una zona forestal hasta la ermita del mismo nombre. Contiguo al Paseo, en su lado superior se ubican dos de las cinco estaciones de ferrocarril con las que llegó a contar la ciudad: la interesante estación neomudejar de Madrid y contigua la del ferrocarril minero de La Cruz. Hacía el noreste se dirigen los dos ramales de ferrocarril y allí donde empiezan a divergir se localiza una fábrica de aceite y un poco más allá la pequeña nave que entonces alojaba la Metalúrgica Santa Ana, junto lo que parece un campo deportivo.

Linares 1956

En la imagen no se observan grandes explotaciones mineras, pero sí una extensa red de caminos sin asfaltar de carácter radial que se dirigía a las poblaciones vecinas de Guarromán y Vilches, y sobre todo a los cercanos poblados mineros. La distribución de estos caminos de oeste a este es: de Pozo Ancho, Arrayanes (el camino arbolado precisamente por ser el más transitado que se dirigía a las instalaciones mineras de La Cruz), Madroñal (donde se encontraba el Pozo Máquina que con sus 1.008 metros era el más profundo de España), y paralelo al ferrocarril minero el camino de San Miguel, junto al cual se aprecian movimientos de tierras de pequeña entidad pertenecientes a las concesiones Madroñal y San Miguel.

1984: Fin de la actividad minera de Linares e inicio del periodo de incertidumbre de Santana Motor

En la imagen del Vuelo Interministerial propiedad del Instituto Geográfico Nacional, de mucho más resolución, el hecho más destacado es el gran crecimiento de la ciudad en dos sectores: uno residencial en el Norte sobre todo con la barriada de Arrayanes, y por otro el de las instalaciones industriales de Santana Motor, que se amplían notablemente hasta cerca de las 22 ha. La finalización de la licencia en 1983 para fabricar vehículos Land Rover introdujo un periodo de inestabilidad que se superó en 1985 con el aterrizaje de la multinacional japonesa Suzuki, que en 1991 se convirtió en accionista mayoritario y modernizó las instalaciones para aumentar la capacidad de producción hasta los 30.000 vehículos anuales del modelo Samurái, luego sucedido por el Vitara y el Jimny.

Linares 1984

En la ortofotografia se observa el significativo crecimiento de los suelos residenciales de Linares que no se correspondía con su evolución demográfica, prácticamente estancada (1981: 55.122 habitantes), así como la aparición de nuevos equipamientos como el Parque de los Viveros en las proximidades de la ermita y la zona deportiva de Linarejos. La ciudad se dota de nuevas infraestructuras, especialmente apreciable en la orto por las carreteras a Vilches y Guarromán, hacia el este y norte respectivamente.

En el medio rural los movimientos de tierras de origen minero próximos al camino San Miguel (camino que se inicia en las proximidades del la fábrica de Santana) son más extensos. Sin embargo, la actividad minera durante esos años sufría un rápido declive: en 1991 cerró la Mina de la Cruz, la última explotación que estuvo operativa. Otro hecho destacado en el paisaje rural es la extensión del olivar, que se convierte prácticamente en un monocultivo, conforme a la especialización productiva que se observó en la provincia de Jaén en el último cuarto del siglo XX.

2011: Linares ciudad de servicios: el cierre de Santana Motor tras los intentos de diversificación industrial

La ortofotografía de 2011, propiedad del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, está tomada cuando la actividad en la fábrica ha cesado definitivamente, pues en febrero se había disuelto la compañía.

La multinacional japonesa quiso cerrar la fábrica en 1994, produciéndose una movilización ciudadana masiva con una repercusión social en toda la Comunidad. En 1995 la Junta de Andalucía se hizo cargo de la empresa con el objetivo de buscar un socio industrial, consiguiendo autorización de Suzuki para seguir fabricando sus modelos bajo licencia. En estos años se cerraron alianzas con IVECO para fabricar vehículos de transporte, así como desarrollando vehículos propios como el Santana Aníbal. También se firmaron acuerdos con otros sectores industriales para diversificar la producción industrial de la empresa, como con CAF (2005) para fabricar vagones de trenes ligeros metropolitanos, con Gamesa (2005) para elaborar componentes de equipos de energías renovables, o con la compañía israelí Ener-t (2007) de la industria termosolar. Sin embargo, el fin de la línea de automoción estaba anunciado: el año 2000 produjo 42.000 vehículos, y el 2010, 800.

Linares 2011

En la imagen de 2011, comparándola con la anterior, el perímetro de la fábrica de automoción curiosamente se ha ampliado hasta ocupar más de 30 ha, es una fábrica ya sin actividad, pero en la que se observan los vagones de ferrocarril metropolitano estacionados, y la construcción de un nuevo ramal ferroviario desde la fábrica paralelo a la carretera de Vílchez, construido expresamente hasta la estación de Vadollano para dar salida al material rodante producido en la factoría CAF-Santana.

La ciudad sigue creciendo y se dota de nuevos equipamientos, como el nuevo parque en las proximidades de la Estación de Madrid. Aparece de forma profusa una nueva tipología de desarrollo urbanístico: las promociones de viviendas unifamiliares, como la urbanización Pablo Iglesias, al este de la plaza de toros, y Los Toreros al norte de la fábrica de Santana. Se construye una nueva variante por el norte de la población, para la A-312, conexión con la comarca de El Condado.

Sin perder su tradición industrial, actividad ahora desplazada a nuevos polígonos industriales situados al oeste de la ciudad (Los Jarales, Los Rubiales, La Zarzuela), Linares se consolida como ciudad de servicios, con un nuevo campus universitario y vuelve superar los 60.000 habitantes (2013), población que no tenía desde el censo de 1960.