Salud

Una vida plena y saludable incluye el bienestar físico, emocional y social, y no sólo la ausencia de enfermedad; por tanto, la salud está condicionada, por aspectos biológicos, pero también por el contexto cultural, social, político y económico. Es en este contexto donde se manifiestan las desigualdades en salud como resultado de los roles de género asignados a hombres y mujeres en la sociedad.

Si bien es cierto que las mujeres viven más años que los hombres, esto no significa que gocen de mejor calidad de vida y salud. Aunque es un hecho que existen diferencias entre hombres y mujeres en la forma de enfermar, de curarse, de metabolizar los fármacos y de morir, todavía hoy en día son insuficientes los estudios de investigación que incluyen a las mujeres. Además las desigualdades también son patentes en la asistencia sanitaria, resultando que las mujeres son peor diagnosticadas, soportan mayores esperas y menores hospitalizaciones.

Por todo lo anterior, para avanzar en el camino hacia la igualdad real es necesario conseguir que la salud de las mujeres ocupe el importante lugar que le corresponde. Para ello el Instituto Andaluz de la Mujer, desde sus inicios, ha tenido como una de sus líneas prioritarias de trabajo mejorar la información y el conocimiento sobre la Salud de las Mujeres, por ello ha sido una constante en el marco de sus competencias incorporar aquellas actividades dirigidas a la prevención y la promoción de las salud de las mujeres.