Bajo este marco de análisis, y aprovechando también la celebración en 2010 del Año Internacional de la Diversidad Biológica, así como la experiencia adquirida en los veinte años de la Ley 2/1989, la Consejería de Medio Ambiente ha iniciado un proceso de reflexión, enfocado tanto a la administración como al resto de sectores y ámbitos de la sociedad andaluza, con el objetivo de desarrollar una visión compartida y un compromiso colectivo para la gestión que necesitan hoy y en las próximas décadas los espacios naturales andaluces, los protegidos y los no protegidos.
Con este seminario la Consejería de Medio Ambiente pretendía crear un espacio de discusión, debate, análisis e intercambio de ideas y experiencias para construir de forma participativa las bases y directrices de la gestión de los espacios naturales en andalucía en el contexto del cambio global. Con él se esperaba facilitar el intercambio de informaciones entre académicos procedentes de las ciencias sociales y biofísicas, políticos y personas y organizaciones territoriales, con el fin de construir un modelo de gestión, socialmente compartido, que integre las diferentes visiones de para qué y cómo hay que administrar el territorio natural de Andalucía si se pretende la conservación de sus ecosistemas y la biodiversidad que albergan.
Como punto de partida para el debate, un grupo científico-técnico, coordinado por Carlos Montes, presidente de la Fundación Fernando González Bernáldez para el Estudio y Conservación de los Espacios Naturales, ha elaborado un documento de bases en el que se propone un referente conceptual sobre el que se establecen los criterios, objetivos, principios y ejes temáticos que deben vertebrar la gestión de los espacios naturales en el contexto del cambio global y que, una vez debatido y validado en el marco de este seminario, será la base para la elaboración del anteproyecto de una nueva ley de los espacios naturales de Andalucía.
En este seminario se abordaron, por tanto, las siguientes cuestiones: amenazas y desafíos emergentes a los que se enfrentan los espacios naturales en general y los de Andalucía en particular, en el contexto del cambio global; posibles vacíos legales, de organización e intervención, que limiten las capacidades adaptativas de los espacios naturales frente a las amenazas y desafíos emergentes; y adaptación e integración de las políticas actuales de gestión de los ecosistemas y la biodiversidad, basadas en los espacios protegidos. Y se hará en torno a siete mesas de debate, en las que 56 participantes del mundo de la ciencia, la política y la gestión, además de representantes de los principales sectores sociales y económicos, abordarán cómo unir la visión conceptual que se establece en el documento de bases referido con la visión práctica de la gestión de los espacios naturales andaluces.
En cuanto a la temática de las mesas, estas fueron: Mesa 1. Conservación para el desarrollo.- Mesa 2. La dimensión socioeconómica en la gestión de los espacios naturales andaluces.- Mesa 3. Integración de los espacios naturales en el territorio: la dimensión ambiental en las políticas sectoriales.- Mesa 4. Gestión adaptativa en los espacios naturales: conocimiento científico y conocimiento local.- Mesa 5. Gestión administrativa de los espacios naturales: estructuras organizativas y administrativas, y convenios internacionales.- Mesa 6. Valoración social de la naturaleza: gobernanza, comunicación, educación y compromiso social.- Mesa clausura: encuentro para el diálogo: espacios naturales y pensamiento global.
De este modo, desde las distintas aproximaciones y experiencias que se aportaron desde los ámbitos local, regional, nacional e internacional, se espera poder contribuir al desarrollo de un futuro documento normativo que se presentará en 2011 para la gestión de los espacios naturales andaluces en un mundo globalizado. Así, una vez finalizadas las jornadas se presentaron 34 conclusiones extraídas de los distintos foros del seminario, entre las que destacan la necesidad de incorporar el concepto de resiliencia para construir espacios protegidos capaces de adaptarse al cambio global; integrar el conocimiento de la población local en la gestión de los mismos o enfocar la conservación no solo a las especies y los espacios, sino a las raíces culturales de la sociedad andaluza.