Este premio se inscribe dentro de las acciones que FUNGOBE realiza con el apoyo de la Fundación Biodiversidad para mejorar la eficacia en la gestión de los espacios naturales protegidos, promoviendo la adopción de herramientas que permitan mejorar el intercambio de información, estandarizar los procedimientos, y evaluar la eficacia de las acciones. Una de las herramientas desarrolladas como consecuencia de este trabajo conjunto es el estándar de calidad en la gestión para la conservación en los espacios naturales protegidos, documento desarrollado con la participación de técnicos de áreas protegidas de todo el país, vinculados a Europarc-España, y que pretende establecer los elementos que se consideran clave para una buena gestión para la conservación.
Con el propósito de estimular la aplicación del estándar y promover el conocimiento de las acciones de conservación realizadas en nuestros espacios protegidos, se ha convocado este I Premio a las buenas prácticas en gestión para la conservación en los espacios naturales protegidos.
En cuanto al proyecto presentado por el Parque Natural Sierra de Cardeña y Montoro, ha contado con una importante labor de difusión y promoción por parte de la Consejería de Medio Ambiente, a través de numerosas jornadas técnicas celebradas dentro del espacios protegido a diferentes colectivos como universidades, o las que representan los miembros de la Junta Rectora del parque natural.
Cabe destacar, además, la presentación de este proyecto en programas internacionales como el INTERREG III C sud; en el II Working Table: Problematic Species and Forest Management (Murcia, 2006; Malta, 2007); y en la Final Working Table: Le sfide ambientali nell´ambito della programmazione 2007-2013, temi strategici e capitalizzazione delle buone pratiche nella cooperazione territoriale Europea (Nápoles, 2007).
Asimismo, se ha participado activamente en la presentación in situ del proyecto en diferentes foros, como el Grupo de Conservación de Europarc (2008) y la Reunión de Mosaicos Mediterráneos de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), en 2010, en la que participaron representantes de Líbano, Argelia, Italia, Croacia, Chile y Portugal.
El proyecto de restauración de hábitats del Parque Natural Sierra de Cardeña y Montoro se desarrolla sobre un ecosistema homogéneo y con escasa biodiversidad, en montes caracterizados por la presencia de masas de pinar procedentes de repoblaciones forestales realizadas en los años sesenta y setenta, principalmente con dos especies de coníferas, el pino piñonero (Pinus pinea) y el pino negral (Pinus pinaster); estrato arbóreo bajo el cual aparecen algunos pies sueltos de quercíneas y matorral en distinto grado de cobertura.
El trabajo se ha ejecutado, concretamente, sobre dos grupos de montes, uno de ellos localizado junto al río Yeguas y el otro en el suroeste del parque natural, en una superficie cercana a las 2.500 hectáreas; y la finalidad era establecer mosaicos que suponen un hábitat más heterogéneo, complejo, equilibrado y, por consiguiente, con mayor riqueza biológica. En definitiva se trataba de lograr un hábitat adecuado para la vida de gran diversidad de especies silvestres. De este modo, se alcanzaría una mejora en el hábitat encaminada a favorecer las poblaciones de lince ibérico, águila imperial y buitre negro, así como de conejos, por ser una pieza fundamental en este ecosistema mediterráneo.
Por último, las actuaciones, fundamentalmente los corredores de dispersión, se apoyan en muchos casos en cortafuegos preexistentes, por lo que mejoran su eficacia al transformarse en áreas cortafuegos, al aclarar masas de pinar anexas. Además, se abren nuevos corredores, claros de establecimiento y claros de cría que suponen aclareos de masas de alta densidad de pinar creándose discontinuidades, importantes para la prevención y extinción de incendios.