La mayoría de las 25 empresas son alojamientos turísticos, a los que hay que sumar cinco empresas especializadas en turismo activo y ecoturismo, dos agroalimentarias, dos dedicadas al transporte y una a la restauración.
El Parque Natural de las Sierras Subbéticas se incorporó el 2008 a la CETS, herramienta europea destinada a fomentar y mejorar la gestión de la actividad turística en los espacios naturales protegidos del continente. En este periodo se han iniciado ochenta actuaciones encaminadas a mejorar la oferta de productos turísticos relacionados con el espacio protegido, la mejora de la información sobre la zona y la protección del patrimonio natural y cultural.
El año pasado comenzó la implantación de la segunda fase del programa, en la que deben participar empresarios de la comarca. Durante este proceso, y gracias a al participación del Grupo de Desarrollo Rural Subbética Cordobesa, se han celebrado distintas jornadas de formación y programas de asesoramiento a cada empresa para facilitar la acreditación.
Las 25 empresas que han recibido su certificado se comprometen a cumplir en los próximos tres años un programa de actuaciones para mejorar su oferta y conexión con el espacio protegido, progresar en su comportamiento medioambiental, apoyar al desarrollo local y conservar el patrimonio. Por su parte, la Consejería de Medio Ambiente trabajará en la promoción de estas empresas en el mercado nacional y europeo, además de favorecerlas en la selección de los destinatarios de las actividades formativas e informativas.
En la provincia de Córdoba, tanto el Parque Natural Sierra de Cardeña y Montoro como el de Sierras Subbéticas se han incorporado a este programa internacional, mientras que el próximo septiembre está prevista la incorporación oficial a la Carta Europea del Parque Natural Sierra de Hornachuelos. Este último desarrollará en los próximos cinco años un plan de acción con 149 actuaciones encaminadas a cumplir los objetivos de la Estrategia de Turismo Sostenible del parque y su área de influencia socioeconómica, así como los principios de la CETS, como mantener los recursos naturales y culturales, fomentar la creación de productos turísticos originales y específicos del territorio o establecer el desarrollo turístico sostenible como vía para mejorar la calidad de vida y la economía de la población.