CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD:
protección de la flora, la fauna y sus hábitats
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Recuperación ambiental de la salina industrial de Santa María
Sevilla (noviembre de 2011). La Consejería de Medio Ambiente está realizando trabajos de restauración ambiental en un total de dieciocho salinas de la Bahía de Cádiz que han supuesto una inversión de 1,3 millones de euros, no solo por ser enclaves de una gran biodiversidad sino también por una apuesta por el desarrollo socioeconómico dentro de los espacios naturales.

El principal objetivo de todos estos trabajos ha sido proteger la importante avifauna del Parque Natural Bahía de Cádiz a través de la recuperación de las salinas tradicionales. Todo ello, además de regenerar un hábitat imprescindible para las miles de aves que viven y visitan cada año este espacio protegido, permite apostar por el desarrollo económico sostenible de la zona.

La extracción de sal ha sido, junto con la pesca de bajura y el marisqueo, uno de los tradicionales aprovechamientos económicos de la bahía. La falta de actividad en las salinas ha hecho que se deterioren las infraestructuras tradicionales provocando un descenso de la biodiversidad. Asimismo, este parque es uno de los humedales más importantes de la península y un enclave ornitológico de importancia internacional, con más de 6.000 aves en reproducción y una posición estratégica en las rutas migratorias.

Los trabajos de restauración de salinas en la provincia han logrado un crecimiento espectacular de las especies nidificantes, con más de 450 nuevas parejas. Se trata de un dato muy positivo, ya que las aves que viven en estos ecosistemas (conocidas como larolimícolas) habían sufrido una disminución muy acusada en su población en los últimos años.

Santa María es una salina industrial en funcionamiento con 842 hectáreas de extensión. La Consejería de Medio Ambiente, junto con el actual concesionario de la misma, ha ejecutado la restauración de los muros de una parte de la salina, deteriorados por el oleaje que provocan los fuertes vientos de la zona con una inversión de más de 183.504 euros. En total, se han recuperado 5.646 metros lineales de muros, que suponen una superficie aprovechable para las aves de más de 36.000 metros cuadrados.

Pero la Consejería de Medio Ambiente ha restaurado también salinas tan simbólicas en la provincia de Cádiz como San Vicente o El Estanquillo, en San Fernando, La Tapa y Salina de Santa María, ambas en El Puerto de Santa María; San José y salina La Esperanza, Polvera y Aurora, San Diego, El Pópulo, Molino de Ossio, El Rosario, La Covacha y Santa Bárbara, en Puerto Real; o San José y San Enrique, Santa Ana de Bartivás y Santa Matilde, en Chiclana de la Frontera. Las inversiones se han destinado tanto a obras de restauración como a subvenciones concedidas a propietarios.

Las principales actuaciones en estos enclaves se han centrado en la protección de núcleos de población frente a amenazas directas, la recuperación de humedales degradados e incluso la creación de otros nuevos estratégicamente situados. También, en una línea de colaboración con particulares, se han suscrito una veintena de convenios de colaboración para la gestión de humedales.

Todos estos trabajos de restauración han logrado un crecimiento espectacular de especies nidificantes, con más de 450 nuevas parejas. Se trata de un dato muy positivo, ya que las aves que viven en estos ecosistemas (conocidas como larolimícolas) habían sufrido una disminución muy acusada en su población en los últimos años.

El Parque Natural Bahía de Cádiz, con más de 10.000 hectáreas de superficie, supera varios de los criterios Ramsar como humedal de importancia internacional para las aves acuáticas, tanto en invernada y reproducción como en los pasos migratorios, con cifras que superan las 100.000 aves acuáticas, de las cuales más de 70.000.