A corto plazo, este conjunto de medidas pretende disuadir del uso ilegal del veneno por temor a las consecuencias penales y administrativas que su utilización conlleva y, a largo plazo, se propone modificar la conciencia social del sector de la población que aún lo utiliza o justifica su uso y, en todo caso, provocar el aislamiento social, por rechazo, de las personas que empleen los cebos envenenados como método ilegal de control de depredadores.
Los ocho capítulos en los que se estructura este refuerzo se dirigen a:
Se trata, pues, de un compromiso de refuerzo con más de cuarenta acciones, cuya ejecución velará una comisión de seguimiento formada por: la Jefatura del Servicio de Geodiversidad y Biodiversidad de la Dirección General de Gestión del Medio Natural; la coordinación de la Estrategia contra el uso ilegal de cebos envenenados en Andalucía; las jefaturas del Servicio de Gestión del Medio Natural de las delegaciones provinciales de Granada y Jaén; la coordinación del Plan de recuperación de aves necrófagas de Andalucía; las direcciones de los parques naturales Sierra de Castril y Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas; la Gerencia de la Fundación Gypaetus; y la coordinación provincial de los agentes de Medio Ambiente de Granada y Jaén.
Casos de envenenamiento
La repetición de los episodios de muertes de ejemplares de quebrantahuesos en el Parque Natural Sierra de Castril evidencian que el uso ilegal del veneno como método de control de depredadores en esta zona alcanza unas dimensiones mayores de las que se podían presuponer cuando la Consejería de Medio Ambiente inició el Programa de reintroducción del quebrantahuesos en Andalucía. De no erradicar la amenaza, la viabilidad del proyecto puede verse comprometida seriamente, toda vez que la mayor parte de los ejemplares liberados hasta ahora muestran predilección por el uso de ese territorio.
De hecho, desde 2004 se han detectado doce casos de envenenamiento en Castril. Las últimas víctimas mortales fueron, el pasado mes de mayo, dos ejemplares de quebrantahuesos liberados por el programa de reintroducción.