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En torno al 26% de la superficie del territorio nacional corresponde a espacios naturales protegidos

Madrid (julio de 2007). Ya ha salido a la luz la tercera edición del informe del Ministerio de Medio Ambiente que permite examinar las tendencias y variaciones respecto a la situación ambiental española. Se trata del Perfil Ambiental de España 2006, un completo documento en el que se refleja, de una forma asequible y rigurosa, la mejor información disponible sobre el estado del medio ambiente, los recursos naturales y las repercusiones ambientales de los principales sectores productivos en España, con el fin de contribuir al seguimiento de las políticas sectoriales y de integración.

Así, en referencia a las superficies naturales protegidas, el informe apunta que en 2005 alcanzaron el 9,16 por ciento del territorio nacional, porcentaje que llega hasta el 26,3 por ciento si se incluyen las figuras de protección de la Red Natura 2000. Tanto en Zonas de Especial Conservación para las aves (ZEPA) como de Lugares de Interés Comunitario (LIC), España ocupa el primer puesto en superficie protegida de la Unión Europea de los veinticinco.

Según los datos provisionales del III Inventario Forestal Nacional, entre este y el finalizado en 1996, el incremento en la superficie forestal arbolada ha sido del 34,1 por ciento, lo que representa que más de la mitad de la superficie de España presenta un uso forestal. Las medidas de la Política Agraria Común y determinados planes en algunas comunidades autónomas han contribuido a este incremento.

Por otro lado, cerca del 34 por ciento de la línea de costa forma parte de alguna de las figuras de Espacio Natural Protegido definido por la Ley 4/89, a pesar de que en España las superficies artificiales se han extendido en el entorno de las grandes ciudades y a lo largo de la costa. Así, la proporción de las superficies artificiales en la franja costera es cuatro veces superior a la que existe en todo el territorio español. En esta ocasión, el informe ha medido la variación de 1999 a 2000 de las superficies artificiales en la banda de diez kilómetros a lo largo de la costa. La tercera parte de las superficies artificiales se encuentran en los primeros diez kilómetros de costa.

Energía, transporte y residuos

El Perfil Ambiental de España 2006 destaca también entre sus principales conclusiones que, después de unos años de crecimiento, según datos provisionales de 2006, el consumo eléctrico se disocia del Producto Internacional Bruto (PIB), y en la generación de electricidad sigue descendiendo el consumo de carbón. Disminuye también las emisiones de gases acidificantes, sobre todo el SO2, tanto por la sustitución de otros combustibles por el gas natural como por la desulfuración del gas de combustión en algunas centrales térmicas. Así mismo, se ha conseguido la reducción de las emisiones de algunos precursores del ozono troposférico como el CO y CVNM.

Crece el transporte en España, y el modo más utilizado es el transporte por carretera, aunque el que más ha crecido desde 1990 ha sido el aéreo. En el período 1990-2005 las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del transporte se incrementaron un 78,3 por ciento, mientras que las sustancias acidificantes disminuyeron un 2,7 por ciento. Han disminuido en un 32,5 por ciento las emisiones de gases precursores del ozono troposférico originadas por el transporte.

Las políticas de residuos han permitido aumentar la recogida y el tratamiento de los residuos urbanos. En una década, el porcentaje de residuos que va a plantas de triaje y compostaje ha pasado del doce al 32 por ciento. Sin embargo, la cifra de generación de residuos por habitante nos acerca cada vez más a los niveles de los países europeos desarrollados.

Agua y agricultura ecológica

En materia de agua, desde el año 2005 aumenta de manera considerable la capacidad instalada para desalar aguas salobres y marinas, que supera en 2006 los dos millones de metros cúbicos por día. La producción de agua desalada alcanza ya el dos por ciento de los usos de consumo. En general, se observan progresos en la calidad de las aguas superficiales continentales y marinas, debido fundamentalmente al incremento en el tratamiento y depuración de las aguas residuales urbanas. No ocurre lo mismo con el control de la contaminación difusa, generada principalmente por el sector agrícola. También aumenta el consumo total de agua en tasas superiores a su disponibilidad, especialmente el de uso urbano.

Finalmente, el informe señala que ha aumentado la superficie dedicada a agricultura ecológica, que desde 1991 hasta 2005 se ha multiplicado por 190. En 2005 la superficie dedicada a la agricultura ecológica fue 807.569 hectáreas.

Todos estos datos se explican ampliamente a través de los catorce capítulos y setenta y cinco indicadores, fruto del trabajo y colaboración de representantes y técnicos de los Centros Nacionales de Referencia y Puntos Focales Autonómicos de la Red EIONET (Red Europea de Información y Observación del Medio Ambiente). Esta información se actualiza regularmente mediante el Banco Público de Indicadores Ambientales.

Esta nueva edición del perfil ambiental de España da continuidad a las anteriores ediciones de 2004 y 2005, y permite examinar los cambios que están en marcha en la situación ambiental española, evaluando los resultados de algunas de las políticas desarrolladas y aplicadas en los últimos años.