Miguel Delibes es doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid y profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Desde 1988 hasta 1996 fue director de la Estación Biológica de Doñana, instituto de investigación del CSIC. También ha sido miembro de diversas organizaciones científicas y conservacionistas, tanto españolas como internacionales, y ha pertenecido al grupo de especialistas en nutrias de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN). Actualmente es miembro del grupo de especialistas en felinos.
Asimismo, es fundador de la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de Mamíferos (SECEM) y fue asesor de la delegación española en la Conferencia de Río de Janeiro sobre Biodiversidad, celebrada en junio de 1992 (Cumbre de Río).
Recuperación del felino más amenazado del planeta
Actualmente participan en el programa de cría en cautividad 51 ejemplares, 27 machos y 24 hembras; y, dentro del período 2005-2008, han nacido 26 cachorros de lince ibérico, trece de ellos este mismo año, aunque aún tienen que superar la etapa crítica de peleas entre ellos.
En estos momentos permanecen en el centro de El Acebuche 31 ejemplares, dieciocho adultos y trece cachorros; mientras que en el de La Aliseda hay diecisiete, y en el Zoobotánico de Jerez, tres adultos y un cachorro.
El programa de cría en cautividad busca, sin embargo, la reintroducción de la especie en su hábitat natural y el mantenimiento de núcleos de población, punto en el destaca la labor que se va a realizar hasta 2010 en Gaudalmellato (Córdoba) y Guarrizas (Jaén).
En este sentido, Andalucía está desarrollando el proyecto para la Conservación y Reintroducción del Lince Ibérico del programa europeo LIFE-Naturaleza, que cuenta con un presupuesto de 26 millones de euros recibidos a través de la Red LIFE Natura, la mayor concedida hasta ahora en España, y con vigencia hasta 2011.
De gran importancia es también el Pacto Andaluz por el Lince suscrito en 2002, y al Pacto Ibérico por el Lince firmado en 2007 por los ministerios de Medio Ambiente de España y Portugal, y las comunidades autónomas de Andalucía, Extremadura y Castilla La Mancha. Este acuerdo permite desarrollar tareas de divulgación y sensibilización que buscan la implicación social, así como la construcción de nuevos centros de cría y la transferencia de experiencias para que el plan de conservación sea todo un éxito.