Esta tecnología forma parte del denominado 'Sistema Bosque', que permite la detección automática de incendios a través de estas cámaras, que cuentan con una central de vigilancia en el Centro de Defensa Forestal (Cedefo) de El Pedroso, junto con cuatro observatorios situados en los municipios de Almadén de la Plata, El Real de la Jara, Cazalla de la Sierra y El Pedroso. En su conjunto ha supuesto una inversión superior a los dos millones de euros.
El Plan Infoca destinará este año en la provincia de Sevilla un total de 14,6 millones de euros a la lucha contra los incendios forestales, siendo la partida de prevención la más destacada con el 47 por ciento de este presupuesto, al que hay que añadir los 5,4 millones dedicados a la restauración de áreas incendiadas en la provincia.
El dispositivo provincial está compuesto este año por 462 personas que trabajarán con once vehículos (ocho autobombas, dos nodrizas y una Unidad de Meteorología y Transmisiones), además de tres helicópteros, que están posicionados en los Cedefos de El Pedroso y Madroñalejo.
En cuanto a los medios regionales del dispositivo, una de las tres Brigadas de Refuerzo de Andalucía (BRICA) también tiene su base en el Cedefo de Madroñalejo. Este personal se reparte en un total de 37 grupos de intervención: 21 retenes de especialistas para tareas de prevención y extinción de incendios, cuatro brigadas especializadas y doce grupos de apoyo.
Formación y prevención
El Plan Infoca de Sevilla es uno de los más activos de Andalucía en el desarrollo de actividades destinadas a la sensibilización de colectivos, a través de cursos de formación relacionados con los incendios forestales, que van dirigidos a fiscales de medio ambiente, centros educativos de Primaria y Secundaria, universidades o integrantes de grupos de Pronto Auxilio.
En la provincia se han realizado ya trabajos de prevención de incendios en un área de 1.447 hectáreas de montes públicos, a través del mantenimiento de cortafuegos, líneas de defensa y de áreas de equipamientos públicos.
La provincia se incorpora este año al proyecto de pastoreo controlado en la Sierra Sur con un total de 1.550 ovejas, lo que permitirá la reducción de combustible en los cortafuegos; y, además, entrará en funcionamiento la plataforma para el Seguimiento y Gestión de los Incendios Forestales, una aplicación informática que aglutina en una única pantalla todos los recursos informáticos utilizados en el Plan Infoca, permitiendo agilizar la toma de decisiones respecto a las directrices de extinción o la realización de planes de ataque, así como disponer de los recursos que ofrece la inteligencia artificial, como son el seguimiento de los medios aéreos y terrestres.
En lo que respecta a la participación social, se ha constituido recientemente en San Nicolás del Puerto un nuevo Grupo Local de Pronto Auxilio (GLPA), con lo que ya son dieciséis las agrupaciones de este tipo existentes en la provincia, junto con 25 Agrupaciones de Defensa Forestal (ADF).
Pantallas en Málaga
Por otra parte, la Consejería de Medio Ambiente ha iniciado la ejecución de un proyecto de I+D para la aplicación de un sistema de pantallas de control de incendios forestales. El estudio, aún en fase de desarrollo, se pondrá en marcha este verano en la provincia malagueña.
El objetivo de la investigación es desarrollar pantallas impermeables ante gases inflamables y reflectantes del calor, con el fin de actuar como cortafuegos, con lo que evitarán el avance del fuego en los bosques. Estos tejidos portátiles pueden ser trasladados de un área a otra en función de su necesidad. Sin embargo, se colocarán de manera permanente en zonas boscosas cercanas a viviendas.
En concreto, la malla está compuesta por fibras minerales artificiales, como vidrio o sílice y láminas de aluminio, y se ha desarrollado gracias a la colaboración con la empresa Hardtech Group. La mezcla de estos materiales genera una superficie ligera, flexible y fácil de colocar, que resiste una temperatura de 1.400 ºC.
Las múltiples pruebas prácticas realizadas se han desarrollado con prototipos, pero el producto final estará colocado en una mochila, que se podrá transportar de manera fácil y rápida hasta el lugar que hay que proteger.
Esta red, que es resistente al viento, está diseñada para que sea montada rápidamente por una sola persona y así evitar retrasos durante su colocación. La velocidad de despliegue depende del tipo de terreno, pero en un un lugar llano y sin pendiente, suele ser de 2,5 metros al minuto.