Los voluntarios realizaron labores de adecuación del terreno, construcción de tendido de malla, colocación de majanos y bebederos, además del acondicionamiento de una mina de agua para murciélagos. Además, también se contemplaron visitas al museo Picasso, al Aula del Mar de Benalmádena o un paseo en barco.
La Consejería de Medio Ambiente pretende, con estos campos de voluntariado en espacios naturales, contribuir a la conservación y mejora de estas zonas protegidas. Los participantes realizan actuaciones dirigidas a la recuperación, conservación y restauración de ecosistemas, la protección de la flora y la fauna, así como a la recuperación del patrimonio histórico-etnológico.
Esta iniciativa constituye la decimoquinta edición de los campos de voluntariado de la Junta de Andalucía y se enmarcan en el Programa de Voluntariado Ambiental de la Junta de Andalucía, dirigido a entidades, asociaciones y organizaciones constituidas legalmente y sin ánimo de lucro, cuya actuación se circunscriba a todo el territorio andaluz y cuyos objetivos se centren en la educación ambiental, en la conservación del medio ambiente y de los recursos naturales o en la promoción ambiental y cultural del medio rural.