IMA 2017. Informe de Medio Ambiente en Andalucía
329 Sin embargo, ya antes de la propia decisión del Consejo de crear la AEMA, hubo otra decisión del mismo Consejo en 1985 sobre la Coordinación de la información ambiental en la Comunidad Europea, dando lugar al programa de trabajo llamado CORINE, el cual fue el germen de la posterior AEMA y de la Red EIONET. Con el tiempo, este enfoque orientado a disponer del mejor conocimiento para apoyar la toma de decisiones, dió lugar a programas orientados a la generación de dicho conocimiento, expresamente en el ámbito de medio ambiente, como fueron los Programas de Acción en Materia de Medio Ambiente y el Programa de seguimiento global del medio ambiente (GMES) o el actual COPERNICUS, con fuertes capacidades de financiación para la generación del conocimiento ambiental vinculado a las nuevas tecnologías, las cuales, como veremos más adelante, son una pieza fundamental en la propia configuración de lo ambiental. Sin embargo, en el Estado español no existe un paralelismo con respecto al camino marcado por la UE. Es así, cómo la primera institución con el nombre de Medio Ambiente, a nivel ministerial, se crea muy tardíamente, en 1996. Se sumaba en dicho Ministerio una tradición de políticas de Conservación de la Naturaleza (ICONA, 1971), forestales (1832), aguas (1866), costas (1928) y conservación de espacios naturales (1993), las cuales han ido cambiando en función de coyunturas políticas, agregándose o desligándose en diferentes estructuras y nunca bajo un enfoque holístico del entendimiento de lo ambiental, sino como una suma disjunta de competencias sobre materias diversas. No ha existido, tampoco, una visión de la necesidad de generar y disponer de un conocimiento orientado a las materias ambientales, generándose dicho conocimiento por la suma de las iniciativas, extraordinarias a veces, de cada una de las partes sumadas, como es el caso, por ejemplo, del Banco de Datos de la Naturaleza o la propia existencia de la AEMET para el ámbito climático y meteorológico. Pero no han existido programas orientados a la mejora del conocimiento ambiental y cuando esto se ha intentado han fracasado (como fue el Programa de CartografíaTemática Ambiental ) o han derivado en orientaciones sectoriales no ambientales, como el Programa de Observación de laTierra (PNOT, 2004) o las infraestructuras de datos espaciales recogidas por la Ley 14/2010 sobre las infraestructuras y los servicios de información geográfica en España, de marcado sesgo cartográfico. Todo lo anterior se traduce en una especie de retraso en la puesta en marcha de mecanismos vinculados con los problemas
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