IMA 2017. Informe de Medio Ambiente en Andalucía

332 En primer lugar, es preciso considerar que se necesita una información expresada en el espacio en el que se inserta y con el que se relaciona (véase la definición aceptada comúnmente de lo ambiental). Toda información ambiental, para que pueda integrarse con cualquier otro tipo de parámetros, debe de estar referenciada espacialmente. La espacialización se constituye, así, en un elemento básico de cualquier análisis ambiental en la actualidad. Las nuevas tecnologías de los S.I.G. y la teledetección manejan, siempre en ordenador, información espacial, lo que obliga a tener un cuidado exquisito en la localización cartográfica de cualquier información a emplear. En segundo lugar, hay que tener en cuenta que el hombre ha alterado los ciclos de la naturaleza acelerando extraordinariamente sus ritmos de cambio. Hasta hace pocos años se concebía que el decenio era un ciclo adecuado para al análisis territorial global, y a éste se acomodaban los análisis clásicos, haciéndose censos, vuelos aéreos, cartografía de usos de suelo, etc. Hoy los ritmos de alteración del territorio, por la actuación del hombre, se han acelerado y es preciso utilizar técnicas y procedimientos que respondan mejor a estos nuevos ciclos. A este respecto, una nueva tecnología, como es la teledetección, a bordo de satélites o de aviones no tripulados (RPAs), contribuye con su capacidad de análisis multitemporal, a obviar este problema desde el punto de vista de la información sobre el medio. Pero además, es preciso considerar que pocas veces se ha contemplado en el análisis espacial, que el medio, sobre todo en regiones mediterráneas, tiene unos ciclos alternantes muy acentuados que se alejan de las visiones estáticas que ofrecían los documentos cartográficos convencionales. Estos ciclos alternantes rigen la dinámica vital de nuestro entorno, y sólo con instrumentos como la teledetección espacial y la tecnología S.I.G. es posible, hoy en día, controlar, de forma adecuada, la evolución anual de los ciclos en el territorio. En la comunidad autónoma andaluza, en la actualidad y tras 30 años de evolución y aprendizaje, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación delTerritorio, a través de la Red de Información Ambiental de Andalucía (REDIAM) lleva tiempo trabajando en este sentido. Desde la creación del Sistema de Información ambiental de Andalucía (SinambA) se genera, normaliza, organiza y explota la información ambiental, disponiendo en la actualidad de una Red, con objetivos muy similares a los que se están planteando en Europa con la creación del llamado Sistema Compartido de Información Ambiental (SEIS). La REDIAM constituye una plataforma integradora de información y servicios orientados a facilitar el libre acceso a la información ambiental, siendo

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