IMA 2017. Informe de Medio Ambiente en Andalucía
Analizando los primeros años de la serie, en concreto el periodo comprendido entre 1987 y 1995, en términos generales se identifica un mismo comportamiento, con respecto a la sequía pluviométrica, en las distintas demarcaciones hidrográficas, siendo 1995 el año en que se alcanzan los valores más extremos de este periodo, especialmente en la cuenca del Guadalquivir. Ante esta situación generalizada, pese a rozar los valores de sequía, las cuencas delTinto-Odiel- Piedras y las Mediterráneas Andaluzas se mantienen menos afectadas por este fenómeno. A partir de 1996, se entra en un periodo de muchas fluctuaciones entre años secos y húmedos, que se alarga hasta 2012. Los años más secos de este periodo en todas las cuencas estudiadas han sido 1999, 2005 y 2012. Aunque resulta arriesgado hablar de una pauta concreta en el comportamiento de las precipitaciones, en este tiempo se hace evidiente el carácter extremo del fenómeno, alcanzándose cifras históricas como en el año 2010, año en el que se localizan las mayores precipitaciones de la serie.También se observa cómo los periodos de años secos se han ido incrementando, en detrimento de los años húmedos, desencadenando una tendencia hacia situaciones de mayor aridez. De hecho, el periodo comprendido entre 2012 y 2017 puede calificarse como seco en todas las cuencas objeto de este análisis, siendo las Cuencas Mediterráneas Andaluzas las que muestran una sequía más severa, y la cuenca delTinto-Odiel-Piedra la que registra una sequía más suave. En términos generales, los valores de sequía no se alejan mucho de los valores medios, considerando todas las cuencas. En términos de valores absolutos, observando la serie completa de los 30 años, el dato con mayor índice de sequía pluviométrica se registró en las Cuencas Mediterráneas Andaluzas en junio de 1987 (-2,75), y el de menor, en la cuenca del Guadalete, en el mes de marzo de 2010 (5,95). 352
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