IMA 2017. Informe de Medio Ambiente en Andalucía

483 En 1986… Planificar requiere conocer la situación de partida. Uno de los problemas a la hora de calcular la producción de residuos es la carencia de datos. En el caso de los entonces residuos sólidos urbanos (ahora residuos municipales) no se conocían las cantidades porque, salvo contadas ocasiones, los residuos no se pesaban. Otro problema que planteaba la gestión de estos residuos era la organización del servicio de recogida y transporte (y los medios disponibles para ello), a menudo poco planificada, y el destino dado a los mismos (la mayor parte de los residuos urbanos de la región se acumulaban en vertederos incontrolados). Es en ese año cuando se elaboran los primeros planes directores de gestión, los cuales establecen unas ratios provinciales de producción, una política de inversiones destinadas a subvencionar la adquisición por parte de los municipios de equipos de recogida y transporte de residuos, así como la instalación de vertederos controlados y plantas de recuperación y compostaje y el sellado de vertederos incontrolados. Los residuos tóxicos y peligrosos eran los que podemos considerar equivalentes a los actuales residuos peligrosos. Respecto a este tipo particular de residuos, se conocían las industrias que los generaban –siendo las de mayor volumen las industrias del metal (siderúrgica básica), las químicas básicas y las industrias del papel y pasta de papel– y la peligrosidad de los mismos, pero no así la cantidad producida en Andalucía.

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