IMA 2017. Informe de Medio Ambiente en Andalucía
52 Informe de Medio Ambiente en Andalucía Un modelo de incidencia solar para el pinsapo La historia del pinsapo se remonta a tiempos inmemoriales en la Sierra de Cádiz, donde los lugareños lo llamaban “pino”. En 1838 el botánico Pierre Edmond Boissier lo identifica bajo el nombre de Abies pinsapo. En ese momento la ciencia empieza a bosquejar la importancia y trayectoria histórica de este abeto, considerado una reliquia de los bosques de coníferas que cubrían vastas extensiones de Europa durante el Terciario (era iniciada hace 66 millones de años). Con el ascenso térmico postglacial se quedó en diferentes reductos mediterráneos y fue evolucionando. En las sierras de Cádiz y Málaga, el pinsapo consiguió sobrevivir encapsulado en laderas y cumbres montañosas de 800 a 1.800 metros de altitud. La conífera se aclimató a zonas escarpadas y sombreadas de orientación norte, clima fresco y elevada humedad. Aunque no se sabe cómo de extensos llegaron a ser, se puede afirmar que en la actualidad el pinsapo no sólo está recuperando sus dominios ancestrales, sino que incluso ha llegado a introducirse en laderas con orientación sur, en un fenómeno apreciable tanto en la sierra de Cádiz como en las sierras malagueñas. El buen estado de conservación del pinsapar hoy es visible en las 8.146 hectáreas de superficie por las que se extiende, ubicadas entre La Sierra de las Nieves y los Reales de Sierra Bermeja (ambos en la provincia de Málaga) y la Sierra de Grazalema (entre las provincias de Cádiz y Málaga). Todos son espacios naturales protegidos, hecho que propicia y favorece la evolución Parque Natural Sierra de las Nieves. P. Flores González.
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