El documento proseguirá con la línea iniciada en años anteriores en lo que respecta a la transformación de infraviviendas, aunque incrementando la cuantía de los incentivos, que ahora pasan de un máximo de entre 22.500 y 23.000 euros a los 30.000 para propietarios de ingresos equivalentes al IPREM. De igual modo, se continuará con la figura de la rehabilitación autonómica, destinada a unidades familiares con rentas inferiores a 2,5 veces el IPREM. Las ayudas por este concepto pueden alcanzar el 50% del coste de la obra y una cuantía máxima de 18.000 euros para el presupuesto total.
En el caso de las obras de mejora de la seguridad y adecuación funcional de viviendas de personas mayores o con discapacidad, las subvenciones podrán llegar hasta el 70% del presupuesto.
El plan dispone también de ayudas de hasta un 75% del coste total para rehabilitar elementos comunes de edificios, que se concederán a comunidades de propietarios en las que al menos la mitad de ellos no supere el nivel de ingresos equivalente a 2,5 veces el IPREM. El tope en este caso es de 14.000 euros por vivienda.