¿Qué acogida ha tenido la puesta en marcha de esta medida entre la población de riesgo?

La acogida ha sido muy buena. Yo diría que excelente. El hecho de que sea una prueba de saliva ya es interesante, pero además, la privacidad, el trato humano y el counselling son muy valorados por las personas que vienen a realizarse la prueba.

¿Cuál es el protocolo que se utiliza para facilitar el acceso al test rápido del VIH?

El protocolo es el usado por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, en consonancia, a su vez, con en el de Médicos del Mundo. Nosotros atendemos, fundamentalmente, a colectivos socialmente vulnerables. En la mayoría de los casos se les explica en qué consiste la prueba. También hay personas que nos llaman para pedir cita. Si la persona nunca se ha hecho la prueba o si tiene o ha tenido prácticas de riesgo se le ofrece la posibilidad de hacérsela. Si acepta, se hace counselling, o lo que es lo mismo, consejo asistido sobre el VIH/sida: qué es, cómo se transmite, cómo se previene, qué consecuencias tiene y se valora con el paciente la posibilidad de un resultado positivo. Una vez que se obtiene el resultado, que viene a estar en unos veinte minutos, se hace el post-counselling, y, si la prueba es positiva, hay que proceder a su confirmación en un centro público de salud. Para ello el profesional que le atiende le ofrece la posibilidad de acompañarle.

¿Cuál es la mayor dificultad que se solventa con la distribución del test rápido del VIH?

La mayor dificultad que se solventa es la lejanía mental respecto a la infección y a la conveniencia de conocer el resultado. La prueba se hace muy accesible.

¿Qué valoración os merece la existencia de medidas como esta?

Nosotros la valoramos de forma excelente. Creo que se está haciendo un trabajo muy bueno de diagnóstico precoz y que los resultados están siendo muy buenos en este sentido

¿Cuál es la mejor medida para evitar la transmisión del VIH?

La prevención y el diagnóstico precoz. La protección de uno mismo y de los demás mediante la práctica de sexo seguro y el conocimiento del estatus serológico frente a la infección, lo cual reduce de forma considerable la transmisión del virus, ya que está comprobado que saber que uno es seropositivo reduce en un 70% las prácticas de sexo anal y vaginal desprotegido.