Una ambulancia del 061.

Las urgencias suponen un episodio de gran angustia para los ciudadanos, puesto que se producen de manera imprevisible y requieren una atención rápida y eficaz. De ahí que el sistema sanitario público de Andalucía haya realizado, en los últimos años, importantes esfuerzos para mejorar la red de atención a los casos de urgencias, dimensionando plantillas, reformando instalaciones y capacitando a los profesionales que atienden estos servicios, entre otros aspectos.

Sin embargo, no todos los casos que llegan a los servicios de Urgencias de los centros hospitalarios son clínicamente urgentes o requieren ingreso hospitalario. De hecho, en 2009, se atendieron cada día en los hospitales andaluces cerca de 10.800 urgencias, de las que sólo el 9% precisó ingreso en el centro. La mayoría de los casos se podría haber atendido en las urgencias extrahospitalarias que se localizan en los centros de salud, e incluso por el médico de familia en una consulta programada.

La percepción de urgencia es decidida por el propio ciudadano. Así, éste acude a las Urgencias de un hospital porque cree que su caso es grave, considera que en el hospital lo atenderán mejor que en otro punto de urgencias o se dirige al centro hospitalario por tradición.

Es difícil modificar la percepción subjetiva de la urgencia o el peso de la tradición a la hora de acudir a un hospital, pero objetivamente los datos de asistencia demuestran que la atención que se ofrece en las urgencias extrahospitalarias es de alta calidad y más del 90% de los casos que llegan a las urgencias de atención primaria se resuelve sin necesidad de derivar al hospital, lo que pone de manifiesto la cualificación tanto de los profesionales como de los centros de atención primaria.

Tipología

Las patologías banales que llegan a las Urgencias de un hospital son múltiples: dolores inespecíficos leves, otalgias, odontalgias, traumatismos y esguinces leves, dolores osteo-musculares sin signos de fractura o procesos gripales, entre otros. Este tipo de casos podía haber sido perfectamente atendido en los puntos de urgencias de los centros de salud sin necesidad de acudir a un hospital.

Aunque es evidente que los andaluces tienen libertad de elección sobre el centro al que acudir, es necesario recordar que el uso racional de las urgencias por los ciudadanos garantiza una atención adecuada de los casos realmente urgentes y contribuye a la sostenibilidad del sistema sanitario público, especialmente en aquellos momentos en los que los dispositivos de Urgencias presentan una mayor frecuentación de usuarios. Se trata de un ejercicio de respnonsabilidad por parte del ciudadano.

En este nivel, es importante recordar que se atiende por nivel de urgencia y no por orden de llegada, lo que supone la atención inmediata de los casos más graves y una media mayor de espera para los casos banales.

Por todo ello, es indispensable que los ciudadanos recuerden que tienen a su disposición los puntos de urgencia de los centros de atención primaria y que tomen conciencia de cuándo deben acudir realmente al Servicio de Urgencias de un hospital.