Como ocurre con muchas actividades, el uso de internet o de los videojuegos y los juegos en línea puede ser beneficioso o perjudicial dependiendo de cómo sean empleados por parte de los menores. En este sentido, se pueden dar algunas recomendaciones, como controlar el tiempo dedicado a su uso. Es importante limitar su uso, incluso dedicándole un espacio determinado en el horario del niño (sobre todo durante las vacaciones).

También se recomienda vigilar el contenido. Sigue siendo muy importante un control adecuado de los contenidos de los juegos y de las páginas que visitan por internet. Debemos asegurarnos a la hora de adquirir los juegos, de que sean los adecuados para la edad del niño. Procuraremos estrenarlos con ellos para asegurarnos de que no contengan ningún peligro.

En el caso de páginas de internet, debemos visitarlas antes que ellos o con ellos y, en cualquier caso, activar filtros que eviten la exposición de menores a determinados contenidos no adecuados en la red.

Del mismo modo, se aconseja potenciar la vida familiar. Los padres y madres deben participar en los juegos y en las actividades que realizan sus hijos e hijas por internet, utilizándolos como un aliciente más para fomentar la comunicación y el contacto con los hijos. Nunca se debe considerar a los videojuegos o juegos on line como un sustituto de la educación familiar, y menos emplearlos a modo de niñera.

Finalmente, es importante detectar situaciones de riesgo. Los padres deberán estar alerta cuando el niño o adolescente presente un comportamiento no adaptado a un uso correcto de los dispositivos electrónicos: uso compulsivo de la videoconsola o del móvil o del ordenador; aparición de cambios en el comportamiento (impulsividad, violencia) y en el rendimiento escolar; y abandono de otras actividades o aficiones como el deporte, la lectura o las salidas con los amigos.