Las únicas formas en las que se puede transmitir el virus del VIH son manteniendo relaciones sexuales sin protección con una persona portadora del virus y compartiendo jeringuillas, agujas o cualquier instrumento cortante. Por ello, cualquier otro tipo de contacto o acto que implique compartir cubiertos, ropa, sábanas o toallas no entraña riesgo de contagio.
De hecho, la vía de transmisión mayoritaria de los nuevos casos de sida diagnosticados en 2011 ha correspondido a las relaciones heterosexuales de riesgo (32,8%), seguida de la vía parenteral (32,1%) y las relaciones homo/bisexuales sin protección (21,6%). En 2011, y por segundo año consecutivo, no se ha detectado ningún caso por transmisión vertical, es decir, de madre a hijo.
Se estima que entre un 25 y un 30% de las personas con sida desconoce su situación, lo que implica un retraso en el inicio de su tratamiento y, por tanto, una reducción de sus probabilidades de supervivencia, además de poder estar infectando a otras personas si mantienen prácticas sexuales de riesgo.
Por este motivo, en diciembre de 2008 se puso en marcha en Andalucía el test rápido del sida, un programa que acerca el diagnóstico precoz a aquellas personas que, según un análisis de situación, poseen un mayor riesgo de estar infectadas de VIH-Sida y que habitualmente no acuden a los centros sanitarios. Este test permite detectar, mediante una muestra de saliva, la existencia o no de la enfermedad. Se trata de una prueba poco invasiva y de fácil utilización para profesionales.
Desde 2008 y hasta octubre de 2012 se han realizado en Andalucía 10.482 de estos test, lo que ha permitido el diagnóstico precoz de 235 casos en personas que desconocían ser portadoras del virus. De ellos, 2.319 se han realizado en lo que va de 2012, permitiendo la identificación rápida de 58 casos positivos.
La distribución de estos test se realiza en colaboración entre la Consejería de Salud y Bienestar Social y las ONG que trabajan habitualmente con personas con prácticas de riesgo, lo que permite sacar esta prueba del ámbito hospitalario para conseguir que los infectados que no lo saben puedan ser diagnosticados e iniciar cuanto antes el tratamiento correspondiente.
Para ello se han realizado cursos de formación a fin de que los profesionales de las organizaciones no gubernamentales colaboradoras aprendan el manejo de este test.
En dichos cursos han aprendido ideas y conceptos claves del VIH y sida, habilidades emocionales en la atención a usuarios afectados por el virus, allegados y profesionales, han adquirido conocimientos para identificar posibles alteraciones emocionales y resolver dudas sobre las vías de transmisión de la enfermedad.