Metro de Málaga incorpora tanto en su diseño como en la fabricación de sus elementos los parámetros necesarios para garantizar la accesibilidad y eliminar las barreras arquitectónicas. Trenes, paradas y las máquinas expendedoras están diseñadas y preparadas para facilitar su utilización por personas con algún tipo de discapacidad.

El diseño arquitectónico de las estaciones de las líneas 1 y 2 del metro de Málaga cumple los parámetros de seguridad, accesibilidad y funcionalidad gracias a una serie de materiales utilizados en las terminaciones de su interior, tanto desde el punto de vista formal como desde el punto de vista estructural.

A este respecto, y a fin de tener presentes las necesidades del colectivo de personas con movilidad reducida, cuentan con medios mecánicos de acceso (ascensores y escaleras mecánicas) en los diferentes niveles de las estaciones. Gracias a esto el usuario puede trasladarse desde el primer nivel (situado a pie de calle) hasta el vestíbulo principal y desde este punto hasta el andén, mediante ascensor o escalera mecánica.

Las estaciones también cuentan con encaminamientos con pasos de pavimentos podotáctiles y con máquinas expendedoras adaptadas a la altura adecuada y con teclas para la lectura braille. Por su parte, la línea de validación o cancelación, es decir, el lugar a través del que hay que validar el título de viaje, posee también máquinas de pasos adaptadas para personas con movilidad reducida.

Estas máquinas, al igual que el resto de mecanismos de acceso, incorporan dos puertas batientes, pero con 40 centímetros de anchura más por el lugar donde se efectúa el paso, lo que supone que la dimensión total sea de un metro. Todas las estaciones cuentan, al menos, con dos equipos de este tipo de validadoras.

En cuanto al material móvil, es decir, los trenes que integran la red del metro de Málaga, éstos reúnen todos los requisitos para garantizar la accesibilidad de todos los perfiles diferentes de usuarios en general, así como de su confort, ya que poseen plataforma 100% baja. Además, disponen de indicadores visuales y acústicos para facilitar la identificación de la apertura y cierre de las puertas.

En lo que respecta a la capacidad de viajeros, hay que señalar que, del total de las 226 plazas que tienen los trenes, 170 son de pie y 56 son plazas sentadas, de las que dos son para personas con movilidad reducida.