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Discursos

Intervención de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en la entrega de los XXIX Premios Andalucía de Periodismo

15/12/2014
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El motivo que nos reúne hoy aquí es la celebración del buen periodismo. Venimos a rendir homenaje al oficio de informar y, al mismo tiempo,  reivindicamos lo que es fundamental: que sois la transmisión, la interpretación y la comprensión de la realidad nuestra tierra, de la realidad de Andalucía.

Premiar al periodismo es una tarea responsable por parte de cualquier Gobierno, porque estamos premiando cómo plasmáis el día a día de nuestras vidas, de nuestra tierra y de nuestra gente.

Al distinguir la labor bien hecha, la Junta de Andalucía quiere expresar es nuestro respaldo institucional a la información independiente, plural y objetiva, sobre todo porque creemos que la prensa libre está estrechamente vinculada a la democracia y a nuestra autonomía.

Y en un día como hoy, en el que reconocemos la valía y el acierto de los galardonados, es obligado reconocer y mencionar el momento por el que pasa la profesión periodística, que ha sufrido el fuerte impacto, como otros sectores, como consecuencia de la crisis económica, del cambio de modelo, del cambio también de los formatos, a los que se ha hecho referencia, unidos al uso de Internet y las redes sociales.

Todo eso provoca incertidumbre, una incertidumbre que todavía no ha llegado a su fin, que en ocasiones está provocando que el desempeño de su trabajo por parte de los periodistas se haga en condiciones más difíciles.

Los aquí congregados saben mejor que nadie de la destrucción de empleo que ha sufrido el sector, de las reducciones de plantillas, de la precariedad laboral, del cierre de medios, algunos de los cuales reconocemos por su valía en el día de hoy, dificultan una profesión que es fundamental.

Decía uno de los galardonados lo que ya reconocía el pasado mes de mayo la Federación de Asociaciones de Periodistas de España: sin periodistas no hay periodismo, y sin periodismo no hay democracia.

En él, además de llamar a la sociedad por parte de la Federación, de FAPE, se ponía el acento en la necesidad de la honestidad y de la deontología profesional.

Estos valores, a mi juicio, son de una importancia capital, porque aunque a veces se vean amenazados por quienes se aprovechan de la inseguridad laboral para imponer sus intereses, resultan imprescindibles en el ejercicio de la profesión.

Creo que la misma ética que debemos mantener los políticos en el ejercicio de lo público es también necesaria y exigible a los medios de comunicación y a los periodistas. La libertad y el compromiso con la veracidad no son condiciones ocasionales, sino que deben acompañar siempre el ejercicio de la política y del periodismo.

Ante todo, el periodismo debe lealtad a los ciudadanos y al derecho a la información.

Decía la periodista, a la que admiro, Soledad Gallego, el periodista ha de tener curiosidad y sentido de la justicia. Una cierta capacidad de indignación, de rebelión y deseo de contar las cosas. Pero sobre todo tiene que ser honesto.

La libertad de expresión, y con ella la democracia misma, se resienten cuando el periodismo se convierte en una fuente de manipulación, de sensacionalismo o de prejuicios.

Y se debilitan cuando los periodistas abandonan la veracidad y el rigor, y rompen lo que tienen que ser su compromiso con la sociedad.

Nos debe quedar claro que en esta tarea estamos todos concernidos. Los políticos, los periodistas y toda la sociedad en su conjunto. Los políticos, fundamentalmente, desde la transparencia que tiene que regir nuestro comportamiento al frente de lo público, que tiene que evitar el abuso de poder y que tiene que impulsar gobiernos eficaces y sociedades comprometidas.

En ese compromiso con la transparencia el Gobierno que presido va a poner en marcha en el primer trimestre de 2015 esa Ley de Transparencia porque aspiramos a que todos los ciudadanos conozcan hasta el último euro de cómo se gastan los recursos públicos y porque además creo que el secretismo lo que viene es a ayudar y a colaborar con aquellos que pretenden exagerar la información, construir mentiras y conducir a la ciudadanía a su terreno, al terreno de sus propios intereses.

Por eso creo que es fundamental que seamos valientes y que lleguemos al límite de la transparencia en el ejercicio dentro de este Gobierno.

La labor del periodista en todo este engranaje también es imprescindible, más aún en el entorno de Internet, en el entorno de las redes sociales, donde a veces las oportunidades se pueden convertir en amenazas.

Es un hecho reconocido que hoy tenemos mucho más acceso a la información, pero no siempre tener más acceso a la información se traduce en tener más conocimiento de las cosas. Internet permite una comunicación masiva entre millones de personas, pero eso no es periodismo.

El periodismo exige análisis, proporcionar a los lectores un buen contexto, el retrato del momento. Para eso necesitamos a los periodistas porque necesitamos a profesionales que sean capaces de interpretar, que sepan distinguir y que sepan explicar. Necesitamos a los periodistas conscientes de su responsabilidad social, porque están construyendo el conocimiento y la opinión pública.

Quiero reconocer el trabajo y el esfuerzo de los profesionales que hoy aquí hemos reconocido y galardonado, porque lo han hecho superando dificultades económicas. La crisis ha obligado a muchos periodistas y a muchos medios a reinterpretarse, a reinventarse, a convertirse en emprendedores. Emprendedores que caen y se levantan, en responsables de sus propias empresas. Como ocurrió con El Independiente del Domingo. El camino es difícil. Pero ahí está el empeño y el amor que puso un equipo por su publicación, que apostó por el ejercicio siempre noble del reporterismo y la entrevista.

Caer y levantarse, ese es el espíritu del emprendimiento y de la cultura del esfuerzo, que también se ha puesto en valor a lo largo de esta mañana.

Dos géneros que también son protagonistas de la conmemoración del 400 aniversario de la llegada de esa expedición japonesa a la localidad sevillana de Coria del Río, emitido por "Hoy por Hoy" de Radio Sevilla, de la Cadena Ser.

Humana y emotiva es la biografía, en la modalidad de televisión, de "Pepe el andaluz", que yo ya tuve ocasión de reconocer en otro momento similar a este. Ellos ponían el acento en dos elementos importantes, nuestras mujeres de una generación olvidada y aún todavía hoy no reconocidas y en ese otro tipo de periodismo, de televisión que reivindicamos, que apueste por la investigación y esa investigación rigurosa plasmando la realidad.

La fotografía premiada de Juan Jesús Vivas, conocido también como Jon Nazca, ¿Cuántos de nosotros no buscamos a veces parte de la información en la foto?. Por eso yo también reivindico ese fotoperiodismo que en momento de crisis como esta suele ser lo primero que cae y hay que saber que muchos de nosotros buscamos esos sentimientos o esas emociones que a veces la letra no te transmite.

En la modalidad de Internet se apuesta por la innovación y eso es lo que ha hecho Diario de Sevilla y Diario de Cádiz, ambos editados por el Grupo Joly, con la publicación del resumen de las páginas webs del año 2013.

Pero yo no quiero terminar sin reivindicar también el papel de los medios de comunicación públicos. Medios que informan, medios que forman y medios que ayudan a cohesionar Andalucía, a vertebrar a Andalucía y que ayudan también a promover a la igualdad de oportunidades y que están reconocidos en nuestro Estatuto de Autonomía.

Como tampoco me quiero olvidar de las nuevas generaciones de jóvenes periodistas que se están acercando a las facultades de Periodismo, que inician sus estudios y que lo hacen en un momento donde lo que reciben sobre todo es incertidumbre en el futuro, que le hablan de ese apocalipsis de ¿Cómo vas a entrar en Periodismo en unas circunstancias como estas? Si estamos convencidos de que sin periodistas no hay periodismo y sin periodismo no hay democracia, les pido que se ilusionen. Que sean capaces de afrontar el futuro, que será seguramente distinto al presente que en estos momentos conocemos, porque son necesarios.

Como decía Emilio Lledó, Hijo Predilecto de Andalucía, "es una función de la vida". Gracias a todos por vuestro trabajo y por mantener vivo lo que significa nuestra tierra en el día a día.