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77 víctimas de género andaluzas hallaron trabajo en los dos últimos años tras su formación profesional

El seguimiento del acuerdo entre Empleo y el IAM confirma la mejora de la empleabilidad de las mujeres que se apuntaron a los cursos personalizados impartidos entre 2017 y 2018

Un total de 77 mujeres víctimas de violencia de género en Andalucía que completaron en 2017 o en 2018 el Programa de Itinerarios Personalizados de Inserción Laboral y Formación Profesional para el Empleo dirigido a dicho colectivo ha logrado su inserción en el mercado laboral. Lo corroboran los datos obtenidos en el seguimiento que el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) lleva a cabo del programa de ayudas para la formación sociolaboral de las víctimas de violencia machista, que antes se desarrollaba a través de la antigua iniciativa Cualifica y que, desde 2017, se realiza a través de un convenio entre la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo y el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM).

En este programa el SAE desarrolla políticas específicas para la inserción sociolaboral de estas mujeres, con un programa de itinerarios personalizados y formación teórico-práctica. En concreto, Empleo realiza las actuaciones necesarias para que las víctimas participen en la oferta formativa y en los itinerarios de inserción, mientras el IAM concede una ayuda económica a las participantes para facilitar su asistencia a la formación.

Estas ayudas tienen como principal objetivo la inserción laboral de este colectivo mediante el desarrollo de un proceso acompañado de adquisición de habilidades sociales y cualificación profesional para el empleo. Incluye una fase de formación, seguida de un periodo de prácticas profesionales no laborales en empresas. Las destinatarias de este programa son mujeres víctimas atendidas en el Servicio Integral de Atención y Acogida, en los Centros Provinciales del IAM o en los Centros Municipales de Información a la Mujer (CMIM).

Entre los años 2017 y 2018, un total de 300 mujeres víctimas de violencia de género (en concreto, las pertenecientes al segmento más vulnerable en riesgo de exclusión social, por las especiales dificultades para acceder a un puesto de trabajo derivadas de su inexperiencia laboral o carencias formativas, muchas de ellas con hijos o con otras cargas familiares) han completado estos itinerarios personalizados. Y los resultados son muy positivos. La mejora de la empleabilidad es común (se certifica la formación obtenida y las prácticas realizadas) y una de cada cuatro ha conseguido ya su plena inserción laboral. En concreto, el 25,67%.

El presupuesto para ese programa en 2018 ascendió a 1.065.000 euros.