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La Junta reabre las ayudas para que las pymes aprovechen el potencial energético de la biomasa

La Agencia Andaluza de la Energía dota con 2,3 millones esta línea de incentivos para instalar calderas, maquinaria y equipos de generación eléctrica para autoconsumo

La Junta de Andalucía ha reabierto los incentivos para acometer actuaciones de aprovechamiento energético de la biomasa a través de la línea Pyme Sostenible del Programa para el Desarrollo Energético Sostenible de Andalucía, gestionado por la Agencia Andaluza de la Energía y cofinanciado con fondos FEDER, gracias a la redistribución de créditos realizada de 2,3 millones de euros. Unas ayudas que ya se pueden solicitar.

Esta línea de incentivos, que vuelve a estar disponible tras el agotamiento de los fondos el pasado mes de febrero, respalda inversiones a partir de los 3.000 euros, con un mayor porcentaje de cobertura para las que conlleven soluciones más complejas e integrales, e incide, entre otros aspectos, en el desarrollo de la cadena de biomasa mediante proyectos de producción y/o logística de la biomasa y biocombustibles sostenibles, que han sido los más numerosos acogidos a esta línea de incentivos, tanto en número como en importe de ayudas.

Así, calderas de biomasa con medidas para prevenir la contaminación atmosférica, maquinaria para recogida y pretratamiento de la biomasa o inversiones en máquinas e instalaciones para la preparación de biocombustibles sólidos, como separadoras de pulpa-hueso de aceituna o secaderos, son algunas de las actuaciones que se incentivan de nuevo a través de esta línea de ayudas, gracias a la cual la Junta ya ha apoyado cerca de 60 proyectos de pequeñas y medianas empresas andaluzas, que han supuesto una inversión de 24,6 millones de euros con un incentivo asociado de casi 7 millones.

En la provincia de Jaén se localizan el 61% de estas actuaciones ya aprobadas, que recibirán 5,6 millones de euros de incentivo por parte de la Agencia Andaluza de la Energía (entidad adscrita a las Consejerías de la Presidencia, Administración Pública e Interior y de Hacienda y Financiación Europea) y generarán una inversión en la provincia cercana a los 20 millones de euros. Le sigue Córdoba, donde se están realizando proyectos que suponen inversiones de 3,6 millones de euros con ayudas cercanas al millón de euros; y Sevilla y Huelva, con inversiones en torno al medio millón de euros e incentivos por valor de más de 100.000 euros.

Entre esos proyectos se encuentra la factoría San Miguel Arcángel, con más de 100 años de historia y dedicada a la extracción de aceite de orujo en Villanueva del Arzobispo (Jaén), que sustituirá sus antiguas calderas de gasoil y de combustible de orujillo de baja eficiencia energética por una nueva caldera de biomasa más eficiente y con mayor capacidad, en la que invertirá 2,87 millones de euros y que les permitirá reducir cerca de 4.000 toneladas de CO2 al año. El incentivo aprobado asciende a 828.412 euros. Además, instalará una planta para la producción, secado, limpieza y criba de hueso de aceituna, con una capacidad de 30.000 toneladas anuales, que incluye una nave para el almacenamiento en seco del hueso procesado con la que evitarán la emisión de 70.870 toneladas de CO2 al año. Con una inversión de 3,89 millones de euros, tienen concedido un incentivo de un millón de euros.

Por su parte, Aceites Cárdenas Cabanillas, en la localidad sevillana de Aznalcázar, requiere mucha energía en su proceso productivo, por lo que decidió invertir 265.270 euros en una caldera de biomasa de más de 2.000 kilovatios de potencia con la que abastece el proceso térmico de las instalaciones al generar 4.500.000 kWh/año. Como combustible utiliza anualmente 200 toneladas de hueso de aceituna procedentes de una almazara cercana, con lo que contribuye a reducir emisiones en el transporte y a fortalecer la economía local. La Agencia Andaluza de la Energía le ha concedido un incentivo de 65.378 euros.

La biomasa y el biogás en Andalucía

En un marco energético como el de Andalucía, en el que se prima la descarbonización, la sostenibilidad, la diversificación y alcanzar un elevado grado de autoabastecimiento, las fuentes de energía renovables como la biomasa son una gran riqueza de Andalucía y en sí mismas constituyen una pieza clave para la innovación hacia un modelo económico sostenible que nos permitirá avanzar en el horizonte de 2030 en la senda de la suficiencia energética.

El aprovechamiento energético de la biomasa permite la sustitución de combustibles fósiles, mayor autoabastecimiento y diversificación energética, y contribuye al mantenimiento de la actividad en zonas rurales.

Andalucía cuenta con una tradición de uso industrial de la biomasa muy significativa asociada, principalmente, a la industria oleícola, que ha sabido aprovechar como combustible los propios residuos de la extracción del aceite, haciendo de un residuo contaminante una fuente energética cada vez más apreciada. Se aprovecha para generar electricidad y también en procesos industriales para producción de calor (sobre todo en las propias industrias del aceite de oliva) o para calefacción y climatización en edificios. Con estos usos también se aprovechan, en menor medida, los restos de invernadero y otros subproductos de la madera.

La región también cuenta con un número importante de proyectos de fabricación de pellets (biomasa densificada de pequeño tamaño) que ofrecen la posibilidad de hacer más eficientes los sistemas de combustión y facilitar la logística de la biomasa como combustible empleando como materia prima residuos de industrias forestales, poda de olivo y residuos forestales.

En los últimos años están proliferando en Andalucía las plantas de aprovechamiento del gas de vertedero, fundamentalmente metano, que se produce por la descomposición de los desechos orgánicos, mediante motores de cogeneración que permiten obtener energía eléctrica para su inyección a la red y calor. Este último también puede aprovecharse para otros procesos dentro del propio vertedero como la evaporación de residuos líquidos. Además, se está avanzando en otros aprovechamientos, como la inyección del gas de vertedero a la red de gas natural o su uso en automoción.

Según la última publicación de Datos Energéticos elaborada por la Agencia Andaluza de la Energía, en 2019 la biomasa aportó en Andalucía el 42,1% del consumo de energía primaria procedente de fuentes renovables, siendo la primera comunidad autónoma en el aprovechamiento de energía térmica y eléctrica generada a través de esta fuente.