La inserción laboral del alumnado de Formación Profesional Dual en Andalucía se sitúa en torno al 80%, porcentaje sensiblemente superior a los índices generales de la FP, que están en el 45,71%, según la información facilitada por el Observatorio Argos de la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio de septiembre de 2016. Este es uno de los mejores indicadores del éxito de esta modalidad formativa, que combina la enseñanza en los centros educativos con el aprendizaje en las propias compañías o entidades del sector afines a los estudios.

Uno de los objetivos prioritarios de la Consejería de Educación es aumentar la oferta de la FP Dual desde su implantación hace cuatro cursos. De este modo, desde el curso 2013-14 la Consejería ha multiplicado por 20 el alumnado matriculado. En concreto, este curso estudian esta formación en alternancia cerca de 4.000 estudiantes en 168 centros educativos y con una oferta de 321 proyectos. También ha crecido notablemente el número de empresas participantes, desde las 87 iniciales hasta contar con más de 2.800 para este periodo académico.

La Formación Profesional Dual presenta como principal ventaja la unión del esfuerzo de los sectores formativos y productivo para proporcionar al alumnado un alto nivel de competencia y la cualificación profesional más adecuada a las demandas de la empresas. Los resultados buscados son la adaptación de la FP a las necesidades reales del entorno productivo, la mejora de la calidad de la formación que recibe el estudiante, el cambio metodológico en el profesorado y el incremento de la empleabilidad de los titulados.

Este modelo de enseñanza presenta, de este modo, beneficios para las empresa, los centros educativos y, por supuesto, para los alumnos. Paras las entidades, una de las primeras ventajas es la planificación de los recursos humanos a medio y largo plazo, ya que conocen de primera mano a las personas a las que posteriormente puede contratar y, por lo tanto, se reducen los costes y riesgos de los procesos de selección.

Además, al participar en proyectos de Formación Profesional en alternancia las empresas refuerzan el compromiso con el entorno, mejorando su imagen y haciéndola partícipe de su política de responsabilidad social corporativa.