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El Reina Sofía aplica las técnicas diagnósticas más avanzadas para prevenir infecciones en trasplantados

Las medias que en este terreno desarrolla el servicio de Microbiología ha merecido el reconocimiento de la Sociedad Andaluza de Microbiología

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El servicio de Microbiología del Hospital Universitario Reina Sofía aplica las técnicas diagnósticas más eficaces y avanzadas en el seguimiento de los pacientes trasplantados con el fin de prevenir, detectar y tratar las infecciones que se puedan presentar en estos enfermos receptores de algún órgano, concretamente aquellas relacionadas con la enfermedad por citomegalovirus, la patología infecciosa más frecuente y grave que pueden padecer estos pacientes.

El director gerente del complejo sanitario, José Luis Díaz Fernández, resaltó que el interés de los profesionales por ofrecer al paciente la mejor atención posible lleva a nuestro hospital a situarse a la cabeza no sólo en materia de trasplantes sino también en postrasplantes mediante la aplicación de estos procedimientos de microbiología molecular de gran y rápida ayuda diagnóstica.

Asimismo, el uso de estas técnicas punteras en la totalidad de las personas que se han sometido a un trasplante en Reina Sofía ha sido reconocido por la Sociedad Andaluza de Microbiología y Parasitología Clínica con el primer premio que concedió dicha sociedad al mejor trabajo presentado al congreso celebrado a mediados del pasado mes.

Concretamente, en el trabajo premiado, Citomegalovirus en pacientes trasplantados, se estudió a un total de 414 pacientes recién trasplantados o de revisión durante 2002, a quiénes se les practicaron 2.757 determinaciones del citomegalovirus que fueron examinadas mediante las tres técnicas que se aplican en Reina Sofía, esto es, por cultivo (540), en sangre (457) y por microbiología molecular (1.760).

Control exhaustivo

Por su parte, el jefe de Microbiología del hospital cordobés, Manuel Casal, destacó que, aunque la mayoría de los pacientes que participó en el estudio no presentó cargas virales significativas, estos procedimientos diagnósticos resultaron de vital importancia para descartar la enfermedad por citomegalovirus que a veces no presenta síntomas (está en estado latente) y puede ser grave, por lo que precisa de un control sanitario muy exhaustivo.
En la realización del estudio participaron los doctores Manuel Casal, Juan Gutiérrez, María José Lacasa y Rafael Gordillo y las técnicos de laboratorio Emilia López y Carmen López, todos ellos del equipo grupo de trabajo de virología del servicio de Microbiología del Reina Sofía.
El Hospital Universitario Reina Sofía trabaja en este terreno desde principios de la década de los noventa, coincidiendo con la implantación de los programas de trasplantes en este hospital y desde entonces ha incorporado las métodos más novedosos que hoy se materializan en estas tres medidas diagnósticas que permiten, concretamente la de microbiología molecular, no sólo detectar la enfermedad sino además seguir la evolución de la misma, es decir, la cantidad exacta de citomegalovirus que circula por la sangre.
La infección por este virus puede producirse cuando el sistema inmunitario no funciona de manera adecuada (como sucede en personas trasplantadas) o a partir del órgano a trasplantar que puede estar infectado. A pesar de que a veces el paciente no muestra síntomas los más frecuentes son estado febril, neumonía, enterocolitis, encefalitis, retinitis e incluso el rechazo del órgano trasplantado.

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