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El Hospital Universitario San Cecilio (PTS) certifica con AENOR su sistema de gestión medioambiental

01 Febrero 2019
En el último año, el centro ha llevado a cabo a medidas que le han permitido reducir un 27% el consumo de agua, un 5% el de luz, así como disminuir el uso del papel o minimizar la producción de residuos
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El nuevo Hospital Universitario San Cecilio, ubicado en el Parque Tecnológico de la Salud (PTS), ha logrado recientemente una doble certificación AENOR, por un lado, la que acredita su adhesión voluntaria al Esquema Europeo de Ecogestión y Ecoauditoría, y por otro, la que certifica su Sistema de Gestión Ambiental. Ambas acreditaciones de la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) permiten conocer y gestionar la repercusión que la actividad sanitaria desarrollada en el hospital produce en el medio ambiente, así como la incorporación de mejoras y medidas encaminadas a minimizar el impacto ambiental, a la vez que se asegura el cumplimiento de la normativa en materia energética e industrial.

En este sentido, ambas certificaciones respaldan la apuesta y el compromiso del hospital ubicado en el PTS con la sostenibilidad y la eficiencia en la gestión ambiental. Así, se han llevado a cabo en el último año una serie de actuaciones para dar cumplimiento a los compromisos de carácter voluntario suscritos.

Entre las medidas puestas en marcha en esta área, destacan logros como la eliminación por completo del papel en todas las etapas del proceso asistencial en el que interviene la especialidad de Radiofísica, de cara al tratamiento de los pacientes de Oncología Radioterápica; la mejora del control de la trazabilidad en la producción de los residuos peligrosos generados en los centros sanitarios con la incorporación de un nuevo indicador que agrupa los residuos por bloques hospitalarios y facilita la medición y la comparación entre áreas y centros; así como la puesta en marca de acciones diversas para minimizar la emisión de residuos peligrosos y no peligrosos en el centro hospitalario, entre las que destaca la formación de cerca de 311 profesionales mediante 18 cursos.

Reducción del consumo de agua y luz

Las acciones de mejora desarrolladas en el último año han posibilitado una reducción en más de un 27% el consumo de agua, y una disminución superior al 5% en el consumo eléctrico en 2018, en comparación con el año anterior.

Así, por ejemplo, para lograr un ahorro del consumo energético y mejorar la eficiencia de la climatización, se han programado los horarios de arranque y parada de los equipos de climatización de las zonas en las que no se trabaja las 24 horas (como administración y consultas externas); se ha realizado el sellado de ciertas ventanas e instalado sistemas de detección automática de ventanas abiertas, que al activarse interrumpen la climatización en esa área (implantado ya en un 40% de las instalaciones hospitalarias); se ha colocado adhesivo de protección de radiación solar en ventanas y zonas acristaladas para reducir el efecto invernadero en el interior (instalación realizada en el 25% del edificio); y se han instalado puertas automáticas y cortinas de aire en pasillos generales que conectan distintas fachadas de edificio, para preservar las zonas interiores climatizadas de las corrientes de aire exterior (instalación realizada al 80%).

Del mismo modo, en lo que a reducción del consumo de luz se refiere, se han sustituido lámparas fluorescentes por leds de las dos plantas del parking interior; se han instalado detectores de movimiento en el 40% de los aseos y salas de espera que regulan el encendido y apagado del alumbrado; se ha acortado el circuito del tubo neumático de descarga de basura ahorrando energía en su funcionamiento; y se emiten a diario por megafonía cuñas de concienciación para el ahorro energético y el cuidado del medioambiente.

Asimismo, de cara a la reducción del consumo de agua, se han implantado medidas tales como la instalación de atomizadores o economizadores en el 50% la grifería de de duchas y lavabos; se han colocado grifos temporizados en el 25% de los lavabos de los aseos públicos; puesta en marcha de un sistema que permite reutilizar el caudal de la denominada "agua de rechazo" proveniente de las plantas de tratamiento de agua necesaria en el servicio de Hemodialisis, para ser reaprovechada en los fluxores de los baños y aseos; y se ha ampliado el depósito de condensado de vapor de la central térmica para reaprovechar el vapor emitido, que tras enfriarse se convierte de nuevo en agua reutilizada en cocina y área de esterilización.

Al hilo de ello, explica Rafael Valero, responsable de Gestión Ambiental del nuevo Hospital Universitario San Cecilio: "La apuesta por la eficiencia energética y el compromiso con el cuidado del medioambiente y el entorno que nos rodea, unido a las campañas internas y medidas de concienciación ambiental puestas en marcha, han permitido en 2018 una reducción del 5,23 en la energía eléctrica, respecto a 2017, un ahorro notable si tenemos en cuenta que cada día el hospital requiere para su funcionamiento 67.190 Kw por hora al día, lo que equivale a la energía total que consumen 31 viviendas en un año, según datos del INE (Instituto Nacional de la Energía). Por otro lado, el ahorro global del consumo de agua en este último año ( de un 27,4% en relación a 2017), equivale a los metros cúbicos necesarios para llenar 20 piscinas olímpicas".