La Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía está coordinando el trabajo de un comité de expertos que tiene la misión de diseñar un nuevo sistema acreditativo para reconocer la labor de los centros sanitarios que demuestren su compromiso con la lucha contra la violencia de género. El comité técnico asesor del distintivo «Centros comprometidos contra la violencia de género» se reunió virtualmente el pasado mes de junio, con el objetivo de elaborar un manual de estándares que sirva de referencia para la implantación de buenas prácticas en la gestión de casos integral a las mujeres víctimas de violencia de género y permita evaluar el trabajo que los centros y unidades sanitarias desarrollen en este ámbito.
Para la elaboración de este manual, la ACSA ha tomado como base el trabajo realizado y pilotado en la Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir y está contando con la colaboración de profesionales expertos en este ámbito de actuación que desarrollan su trabajo en distintos centros sanitarios de Andalucía y en la Consejería de Salud y Familias. Este proyecto surge en el marco de las actuaciones desarrolladas por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud y Familias para dar respuesta al Pacto de estado en materia de violencia de género, y pretende visibilizar a los centros sanitarios como entornos seguros y especializados para el abordaje de esta lacra social.
La violencia de género supone una vulneración de los derechos humanos y es también como reconoce la propia OMS, un grave problema de salud pública, atendiendo a su prevalencia, a su impacto en la salud y a la respuesta que exige por parte de los servicios sanitarios. De acuerdo con los datos disponibles, más de 7.000 mujeres víctimas de violencia de género fueron atendidas en la sanidad pública andaluza el año pasado. Se estima que casi la mitad de mujeres expuestas a violencia de género buscan ayuda en los servicios sanitarios, principalmente en atención primaria. Los profesionales del ámbito sanitario tienen así una posición de privilegio para la detección y abordaje de este tipo de violencia.
