Resumen
La vid al igual que otras especies frutales, necesita un mínimo de humedad en el suelo para completar su desarrollo vegetativo y favorecer su nutrición, disolviendo los minerales presentes en el suelo. Si embargo, este cultivo es especialmente sensible al exceso de humedad pudiéndose presentar problemas como exceso de vigor, mayor incidencia de enfermedades criptogámicas y en el peor de los casos asfixia radicular.
Durante el invierno de la campaña 2009/2010 se han producido copiosas y continuadas lluvias lo que influirá en el comportamiento agronómico y enológico de los viñedos. Por una parte se han retrasado faenas agrícolas fundamentales en el desarrollo de la vid como la poda y las labores del suelo y, por otra, la alta disponibilidad de agua en el suelo provocará efectos sobre la planta que condicionarán las prácticas agrícolas de este año. Además habrá que prestar especial atención a los viñedos situados en zonas bajas, con suelos pesados donde pueden aparecer problemas de encharcamiento.
Este documento tiene el objetivo de analizar los efectos y daños que el exceso de humedad y las inundaciones provocan en los viñedos, así como recomendar prácticas agrícolas enfocadas a minimizar los mismos.