El parque mantiene tres áreas salineras muy importantes. Dos se corresponden con antiguas salinas abandonadas de origen medieval y la tercera con una salina más reciente, del S. XVIII, reconvertida en explotación acuícola extensiva: la salina de Nuestra señora de los Desamparados.
En esta última se desarrolla una ruta cultural sobre la transformación de las salinas en esteros extensivos, durante la cual se intenta comprender el fenómeno del paisaje salinero en su complejidad.
Si viéramos las salinas en funcionamiento, podríamos contemplar las famosas pirámides de sal, los salineros cargando parihuelas a los candíais, que eran las embarcaciones para navegar en los caños, y multitud de elementos como un huerto tipo navazo junto a la casa salinera y pozos de agua dulce en medio de caños de agua salada.
Actualmente el paisaje se ha modificado en parte, y aunque el estero de la salina se mantiene como tal, la tajería alberga la parte más profunda de una granja acuícola extensiva de peces que se mantienen sin aportes de pienso ni alimentación complementaria, al modo tradicional.
Destaca la vinculación de este territorio con la explotación salinera desde al menos la época tardo medieval. Algunos documentos citan la existencia de salinas en Puerto Real, Jerez y El Puerto de Santa María en tiempos de los Reyes Católicos.
En algunos de los documentos se citan salinas de forma explícita en los “Torunnos”, en El Puerto de Santa María. Entendemos que esa mención se corresponde con los restos de salinas del caño del Bote, dentro del parque, que pueden ser contemplados usando vistas aéreas como las que facilita Google Maps (Imagen por satélite)
Tiene especial interés el uso salinero durante los últimos cinco siglos de forma continuada. Se han identificado salinas en La Algaida, Los Toruños y en sus alrededores. Del mismo modo es destacable la cita de salinas asociadas a “viveros”, tinajeras y casas salineras ya en el siglo XV.
El término Toruños es utilizado repetidas veces asociado a salinas y esteros (vivieros) en El Puerto de Santa María.
La cartografía histórica invita a pensar en la existencia de las mismas hasta inicios del S. XVII, cuando desaparecen temporalmente.
Como se ha dicho anteriormente, las salinas se reactivaron con la explotación de Nuestra Señora de los Desamparados, hasta que ésta se transformó en explotación acuícola hace unos 30 años.
