El Consejo de Gobierno ha conocido hoy el Plan de Desarrollo Regional (PDR) 2000-2006 y ha acordado su remisión al Gobierno central para que sea presentado ante la Comisión Europea.
Este documento, elaborado por la Consejería de Economía y Hacienda con la participación de las principales organizaciones sindicales y empresariales andaluzas, contiene la estrategia de desarrollo de Andalucía para el inicio del próximo siglo. Sus principales objetivos se centran en lograr la convergencia real con Europa y en fomentar la competitividad, el desarrollo sostenible y la cohesión social.
La implicación de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) y de los sindicatos CCOO-A y UGT-A en la elaboración de este plan constituye su novedad más destacada, ya que es la primera vez que en la Unión Europea se da entrada a los agentes sociales en el diseño de la planificación económica de una región.
El PDR 2000-2006 prevé un gasto público total de 3,6 billones de pesetas, de los que alrededor de 2,5 billones corresponderían a la aportación comunitaria. Esta cifra supone un gasto medio anual de 511.000 millones de pesetas y triplica los 1,1 billones del anterior plan, desarrollado entre 1994 y 1999.
De la inversión total prevista, casi la mitad (1,7 billones) se destina al desarrollo de los nuevos factores de competitividad relacionados con la investigación, la formación y la adaptación del tejido productivo a la sociedad de la información.
Otra prioridad destacada se centra en el medio ambiente y los recursos hídricos, con un gasto de 604.000 millones de pesetas (17% del total) para garantizar el uso eficiente del agua, luchar contra la erosión y desertificación y mejorar la sostenibilidad de la actividad económica.
El PDR se propone también completar el esfuerzo realizado durante los últimos años para consolidar los factores tradicionales de competitividad, como las redes de transporte y energía. A este objetivo destina una dotación de 517.000 millones de pesetas (14% del total de los recursos financieros previstos), con una especial atención a ferrocarril de alta velocidad, al transporte intermodal, a la mejora de la eficiencia energética y al desarrollo de las energías renovables.
En cuanto al resto de las prioridades, destacan, entre otras, la promoción de la calidad en el empleo; el fomento de la cohesión en los servicios sanitarios y sociales y la consolidación del complejo agroalimentario y del turismo como sectores estratégicos de la economía andaluza.