EL CONSEJO DECLARA CONJUNTO HISTÓRICO EL CASCO URBANO DE CAZALLA DE LA SIERRA

 

El Consejo de Gobierno ha declarado Bien de Interés Cultural, con la categoría de conjunto histórico, el casco antiguo de la localidad sevillana de Cazalla de la Sierra. Esta población, situada en un enclave de gran valor paisajístico de la Sierra Norte de Sevilla, combina un homogéneo y bien conservado caserío con la presencia de edificios religiosos y señoriales de gran interés arquitectónico, en una trama urbana de singular armonía.

El perfil de Cazalla de la Sierra empieza a configurarse durante la época musulmana, si bien sus orígenes se remontan al periodo neolítico, con el establecimiento de unos primeros asentamientos humanos que se mantienen durante la dominación romana y visigótica. El desarrollo urbanístico se inició en torno a una alcazaba, hoy desaparecida, que construyeron los almohades en el promontorio donde se asienta el pueblo.

Tras la conquista cristiana, se construye la iglesia mudéjar de Nuestra Señora de la Consolación (siglo XIV), una de las principales obras arquitectónicas del conjunto histórico. Durante el XVI, el gran desarrollo demográfico y económico registrado en la población da lugar a la construcción de otros destacados edificios, como el convento de Santa Clara, al que se añadirán en la centuria siguiente los de Madre de Dios y San Francisco, así como el Barrio Nuevo.

Junto con estos edificios singulares, Cazalla de la Sierra sobresale por su paisaje de conjunto –especialmente atractivo si se contempla desde el sur– y por el buen estado de conservación de su caserío tradicional, conformado en su mayor parte por viviendas unifamiliares de una sola planta o con doblado, patio trasero y fachadas encaladas. Otras construcciones de mayor rango arquitectónico responden a ejemplos de casas palacios ordenadas en torno a patios centrales, con portadas labradas en piedra y diversos motivos ornamentales.

De acuerdo con el decreto de declaración como Bien de Interés Cultural, la delimitación del conjunto histórico abarca todo el núcleo del asentamiento primitivo en torno a la antigua fortaleza almohade y las zonas extramuros situadas al este (época medieval), noroeste (siglo XVI) y norte (el Barrio Nuevo, del siglo XVII). Más al norte, también se incluye el último desarrollo urbano llevado a cabo hasta principios del XX en los alrededores de la ermita de Nuestra Señora del Carmen y del Convento de Santa Clara.

A esta delimitación se añade un entorno de protección adicional con el objetivo de proteger los valores paisajísticos de la zona sur del promontorio, donde se concentran numerosos espacios públicos de recreo y esparcimiento.