El Consejo de Gobierno ha aprobado hoy el proyecto de Ley de Coordinación de las Policías Locales, cuyo principal objetivo es adecuar el funcionamiento y las estructuras de estos cuerpos de seguridad a las nuevas circunstancias sociales y normativas de Andalucía.
Respecto a la actual regulación, vigente desde 1989, este proyecto introduce nuevas aportaciones que modifican sustancialmente el régimen estatutario de las Policías Locales para mejorar la coordinación administrativa y hacer frente a las demandas de tipo estacional que se plantean en muchos municipios andaluces.
Concretamente, la nueva norma incluye como una de sus principales novedades la creación de la figura del Policía Interino, con la que se faculta a las corporaciones locales para
reforzar los efectivos de los municipios turísticos durante la temporada estival por un periodo no superior a cuatro meses.
Los aspirantes a cubrir las plazas de Policía Interino, que serán convocadas por los Ayuntamientos, deben cumplir los mismos requisitos exigidos para el ingreso en los Cuerpos de Policía Local, salvo el compromiso de portar armas.
El proyecto de ley aprobado hoy por el Consejo de Gobierno establece, asimismo, la creación del Registro de Policías Locales de Andalucía, instrumento que permitirá tener un conocimiento real de los efectivos y mejorar la planificación y coordinación de los mismos. En esta línea, también se amplía de tres a seis miembros la representación sindical de este colectivo en la Comisión de Coordinación de las Policías Locales, órgano en el que participan la Junta de Andalucía, las Administraciones locales y los sindicatos.
En cuanto a otras mejoras laborales, la nueva norma prevé la posibilidad de equiparar las titulaciones exigidas a las de otros cuerpos de seguridad del Estado, además de crear un nuevo tipo de movilidad horizontal sin ascenso.
Finalmente, también se introduce la regulación de la "segunda actividad", una nueva figura destinada a garantizar la adecuada aptitud psicofísica del personal en servicio. Esta situación administrativa, que se prolonga hasta el pase a la jubilación, permite ajustar el reparto de las distintas funciones que se realizan a la diversidad de condiciones de los profesionales.